|
|
|
|
EL AVIÓN DE TABARÉ
En una de nuestras notas
editoriales del primer día ( 1 de agosto), nos referíamos
a las fallas en la comunicación por parte de nuestro gobierno,
que ya se están haciendo crónicas.
El pasado viernes 4, el colega Ricardo Garzón, en la edición
del Diario Digital Enfoques, le pregunta al presidente, si ya que el
gobierno tiene tanta plata como para gastar veinte millones de dólares
en la compra de un avión, ¿ porqué no compra en
dos millones de dólares las acciones de Varig en PLUNA y recién
ahí se pone a buscar socio para la misma ?. A continuación
, Garzón, en otra pregunta, le sugiere a Vázquez que use
el Boeing 757 – 200 de PLUNA, para sus desplazamientos regionales
y agrega que “está en excelentes condiciones y tiene una
clase Bussines muy confortable”.
El mismo viernes 4, la revista Caras y Caretas, en la entrevista de
tapa, realizada por su director, Alberto Grille, en una de las 50 preguntas,
le plantea el tema al primer mandatario: “Recientemente ha aparecido
el tema del avión presidencial”.
El Doctor Tabaré Vázquez responde:
“ La compra del avión no resiste un análisis
serio. Para empezar porque no es un avión presidencial sino del
Estado. Ya existen helicópteros en los que viaja el presidente,
pero que también hacen rescates en alta mar. La posibilidad de
tener un avión más moderno no es un atributo presidencial
sino del país. Es para dotar de movilidad al personal gubernamental,
en un mundo cada vez más interconectado. Pero también
provee a la Fuerza Aérea de un aparato a tono con el desarrollo
de esa rama, en la que puede entrenar a su gente con tecnología
que no sea anacrónica”.
El problema de nuestro país, de tan simple que es, parece incomprensible,
las desastrosas administraciones que hemos tenido en nuestra historia,
han hecho que nuestra postura, la de los ciudadanos comunes con respecto
a los gobernantes, sea siempre la misma , gobierne quien gobierne: la
desconfianza.
La administración actual, tiene graves problemas de comunicación;
hay veces que parecería que los integrantes del Poder Ejecutivo
fuesen sordos o viviesen en otro mundo. Dejan crecer las bolas de nieve
generadas por los rumores sin salir a informar para evitar desmentir.
Pues bien; no solamente estamos de acuerdo en lo que manifiesta el Doctor
Vázquez, sino que, refiriéndonos a la necesidad de reconvertir
a PLUNA para colocarla como factor fundamental para generar turismo
internacional hacia nuestro país, en el libro no editado, “Turismo,
la industria desconocida”, en el capítulo “Algunas
preguntas, algunas respuestas” (texto completo en el Blog Editorial),
hace poco más de un año escribíamos:
“Conociendo
la conservadora mentalidad del uruguayo medio, fielmente reflejada por
la acción de sus representantes en el parlamento, no es difícil
imaginar la reacción de algunos diputados o senadores de la actual
oposición poniendo el grito en el cielo si se decide invertir
en PLUNA... Adivino uno de los posibles argumentos: “...es un
disparate gastar dinero en comprar aviones para PLUNA cuando hay tantos
compatriotas a los que no se les puede cubrir sus necesidades básicas...”.
Por esa manera de
pensar, nos ha ido como hasta el presente y estamos como estamos.
Ha sido tan lamentable la gestión de quienes condujeron nuestra
economía (no solamente los ministros de turno) que se hace muy
difícil poder llevar a cabo lo que proponemos. Inevitablemente,
el comentario popular va a estar relacionado con el “gasto”
y no con la inversión ; estas cosas suceden porque además
de no tener cultura de buenos gobiernos, las infelices administraciones
precedentes, no generaron algo que es imprescindible a la hora de evaluar
una gestión: confianza en los gobernantes.
En algún momento
va a haber que dar el primer paso. Si no queremos continuar de rodillas,
subsistiendo en base a préstamos de los organismos internacionales
y a la vez, hipotecando la poca soberanía que nos queda, algún
gobierno va a tener que animarse a ejecutar un plan para generar riqueza
real. Para poder distribuir lo que errónea y livianamente se
denomina “riqueza” se debe disponer de la misma y no es
lo que sucede en la actualidad. Al comienzo de esta propuesta -reconocemos
que la misma puede ser utópica en demasía- hablamos de
la cifra de cien millones de dólares... lo hicimos para argumentar,
para comparar, para demostrar su tangibilidad. Tal vez, con la tercera
o cuarta parte de esa cifra, que no tiene porqué salir en su
totalidad de las arcas del Estado, se pueda reconvertir a PLUNA y de
esa forma conseguir sentar las bases del nuevo proyecto de apuesta al
turismo.
A todos quienes van
a poner el grito en el cielo los invitamos a hacer memoria y situarse
en los ejemplos citados también al comienzo: la Torre de las
Telecomunicaciones y el Banco Comercial... y si ese ejemplo no les convence,
les agregamos: el Banco Montevideo y los otros bancos; la Corporación
Para el Desarrollo con Mi Granja incluida y si aún no alcanza,
le sumamos los negocios de ANCAP en Argentina...
Entonces preguntamos...
ante tantos cientos de millones de dólares dilapidados: ¿será
tan descabellado invertir treinta o cuarenta millones en este proyecto?
A lo sumo, si nos va mal, nos quedará el consuelo de que mientras,
lo intentamos, creamos fuentes de trabajo e hicimos el esfuerzo por
ir a más. Seguramente, no nos quedará el sabor amargo
de tirar en saco roto, como en el pasado reciente, tanto dinero”.
Con el avión en cuestión, pasa lo mismo; si queremos ser
un país serio, no podemos aceptar que nuestros presidentes, poco
menos que hagan “dedo” para que algún colega de la
región, les de “carona” o un “aventón”
para llegar a alguna cumbre.
El problema no es gastar, es el cómo y en qué. Preferimos
comprar un avión que gastar en comida para ciertos personajes
que hoy están presos y para los que pronto van a estar. Invertir
para que el gobierno sea más eficiente es mirar hacia el futuro.
Ojalá el Estado uruguayo compre ese avión y le haga caso
a Ricardo y compre las acciones de Varig en PLUNA y ponga lo que hace
falta para reconvertirla.
Ojalá que a PLUNA, reconvertida, la dirija gente idónea
donde no pueden faltar técnicos en turismo.
Ojalá que más temprano que tarde, el Poder Ejecutivo reúna
en la misma mesa a la gente de PLUNA; del Ministerio de Turismo; de
la Fuerza Aérea Uruguaya; Aeronáutica Civil; Cámara
Uruguaya de Turismo, Ministerio de Transporte y Obras Públicas,
Ministerio de Economía y Finanzas y la OPP y se estructure definitivamente
, la tan reclamada y cada vez más lejana, Política de
Estado con respecto al turismo.
Sergio Antonio herrera
antonio@portaldeluruguay.com
Volver
|
|
|
|