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Domingo, 11 Marzo 2007 21:07

Grutas de Longmen: Los acantilados de Buda

Escribe: Jehane desde España
para Viajeros.com
 
En la llanura central de China, en la fértil provincia de Henan bañada por tantos ríos caudalosos, se encuentra la cuna del budismo. Diversas dinastías implantaron su capital en alguna ciudad de Henan y como consecuencia de ello se destacan numerosos vestigios, que han sobrevivido al tiempo y a los avatares de la historia. Las grutas de Longmen son tal vez el más impresionante de todos ellos. Un paseo por sus acantilados nos deja con el sentimiento de habernos detenido en ese pasado milenario

"La cumbre. El monasterio.
Ya es noche. Alzo la mano
Y toco las estrellas.
Hablo en voz baja. Temo
que se despierte el cielo."
Li Po (701-762)

"Bajo el cielo no hay nada que sea estable, nada que dure siempre"
Buda

Louyang y alrededores

Llegamos a Louyang después de más de 5 horas de tren desde Xiam. Se habían sucedido muchos pueblecitos, aldeas dispersas entre cultivos y a lo lejos chimeneas humeantes que suponíamos de alguna fábrica o central. En este momento sentíamos entrar en el túnel del tiempo. Después de las megalopólis de Shanghai o Hanzhou, al fin veíamos la verdadera China que veníamos buscando, lo más rural posible, sin la impronta occidental del resto de las ciudades del este.

La estación de Louyang aún mantiene el aspecto de la vieja China y nos sentimos sumergidos en la vorágine. Hay gente por todos lados. Aunque creímos llegar a una pequeña ciudad, Louyang tiene 810 mil habitantes, según ciertas fuentes, y más de 1.300.000 según otras, lo que para China es en realidad una ciudad pequeña.

 
 
Vista del Longmen al otro lado del puente 
Está situada al oeste de la provincia de Henan, en el centro de China y al borde del río Luoshi, uno de los afluentes del río Amarillo (Huang He). Fundada en el 900 a.c , a partir del 770 a.C. fué capital de numerosos imperios, antes de serlo del período Tui y del período Tang. Las nueve dinastías que eligieron Louyang como capital dejaron numerosos monumentos históricos, por lo que el estado chino ha decidido protegerla.

A finales de la primavera, cuando florecen las peonías, es el mejor momento para visitarla, pues esa es la flor que simboliza a la ciudad. Cuentan que la emperatriz Wu Zetian del período Tang (654-705) decidió una noche en pleno invierno ordenar que se abrieran 100 flores al mismo tiempo. Todas se abrieron excepto la peonía, por lo que Wu Zetian furiosa, la degradó a ser llevada a Louyang, donde florece por millones.

Merece la pena adentrarse en la ciudad vieja, de las pocas que aún pueden visitarse en China, donde en la calle central quedan todavía numerosos comercios artesanales para deleitarse mirando.

 
 Monasterio Shaolin

El recorrido de la ciudad no se considera terminado hasta tanto no se visite el Templo del Caballo Blanco (Baima). Este es el primer templo budista de China, construido alrededor del 68 d.C. A la entrada hay dos caballos de piedra que recuerdan la leyenda de la que deriva su nombre, en la que un emperador de la dinastía Han (25-220) envió a buscar libros canónicos a la India (sutras escritos en sánscrito) y estos fueron transportados a lomos de un caballo blanco.

El templo está rodeado de un muro rojo, coronado de tejas verdes. Cuenta con numerosas estelas e inscripciones, pabellones diversos, kioscos. En el segundo patio se encuentra el santuario de época Ming. Mientras que en el lado este se erige la pagoda Qiyun, con 13 pisos y 24 metros de altitud.

 
 Bosque de las Pagodas 
Otro de los atractivos de la provincia de Henan es el Templo Shaolin. Situado al pie del pico Wuru, en la ladera norte del monte Shaoshi, se le llama también "Primer Templo Búdico Bajo el Cielo". Fue construido en el 495 durante la dinastía Wei del norte y bajo el reinado del emperador Xiawen. Un monje indio, Boddhidarma, se instaló en él y fundó la secta Chan. El templo tiene una superficie de más de 30 mil metros cuadrados y la mayoría de sus construcciones son de las épocas Ming y Qing.

 
 
Durante la dinastía Tang (618-907), los monjes del templo formaron una escuela de artes marciales para ayudar al futuro emperador Li Shimin a combatir a sus enemigos. De ahí proviene el Wushu de Shaolin y por ello también es considerado la cuna del Kung Fú. Alberga actualmente una imponente escuela donde se preparan alumnos de todo el mundo. Se realizan representaciones continuamente para los viajeros, mientras que en los campos que lo rodean se pueden observar los ensayos de los alumnos, que están internos desde su infancia.

Una visita obligada es "El Bosque de Pagodas", con alrededor 240 de estas típicas construcciones. El Bosque es anexo al templo y conserva bajo sus pagodas las cenizas de los grandes maestros.


Las grutas de Longman

Las personas que llegan a esta región de China no lo hacen casualmente, sino atraida por el renombre de un lugar mágico: las famosas Grutas de Longmen. La llegada a ellas debe hacerse a pie junto al río Yi, en un paseo arbolado que nos deleita a estas horas de la mañana. Hace un calor asfixiante y húmedo y la neblina es permanente, pero esta atmósfera hará que el descubrimiento –a la derecha del río– sea aún más sobrecogedor.

 
 
El acantilado 
Se nos pone la piel de gallina ante el acantilado, completamente horadado de nichos y cuevas que esconden miles de representaciones de Buda. Antes de empezar el recorrido, mojamos los pies en un pequeño manantial de aguas cristalinas, a las que los chinos otorgan propiedades de eterna juventud. Ya estamos listos para subir y bajar por los peldaños en la roca que comunican las diferentes grutas.

La revolución cultural y el pillaje han hecho mella en Longman Por eso no es extraño encontrarse con muchas estatuas desfiguradas, fruto del celo de los guardianes de la revolución. También hay espacios vacío en lugar de algunas estatuas que fueron robadas –sobre todo durante la década de 1940– y que ahora están presentes en museos europeos. Es inimaginable pensar que esto ocurra en un país con una civilización milenaria que ha sido cuna de muchos de los inventos más grandiosos de la humanidad. El Budismo fue perseguido durante la revolución cultural y muchos monumentos sufrieron un destino terrible. A pesar de ello, Longman conserva aún el esplendor original y sus grutas nos descubren el fervor que Buda despertó entre sus seguidores hace cientos de años.

Las grutas de Longmen –que en chino significa "La Puerta del Dragón"– se encuentran a 16 km. de la ciudad de Louyang. Las esculturas que se pueden ver en el lugar pertenecen a dos dinastías distintas: la Wei del norte y la Tang, abarcando un período que va desde el año 494 al 907. Son representaciones de Buda en distintos avatares (Representaciones de Buda) y constituyen el apogeo del arte búdico.

 
 
Vista panorámica del acantilado 
Las grutas ocupan alrededor de 1 kilómetro en el acantilado que bordea al río Yi, entre los montes Longmen y Xiangshan. Se han contabilizado más de 2,300 grutas y más de 97 mil Budas y miles de estelas esculpidas. Y los tamaños también son variados, yendo desde una estatura de 2 centímetros hasta los espectaculares 17 metros de altura del Buda principal.

En la parte occidental hay cerca de 50 grutas principales, que se esculpieron entre los períodos Wei, Sui y Tang. En la colina este, las grutas son exclusivamente de la dinastía Tang (618-907).

La construcción de estas estatuas se originó en el 494 –durante el reinado de Xiaowen– y se mantuvo por más de 400 años. Comenzaron cuando los Wei del norte decidiron situar su capital en Louyang. Ese fue justo el momento en que el budismo se propagó en China y la corte imperial comenzó a venerar la figura de Buda. Las estatuas que nos encontramos muestran el arte búdico sin influencia extranjera alguna.
Las grutas pueden dividirse en dos períodos principales, durante los que fueron construidas. Las más importantes son las siguientes:

Grutas Wei del norte (386-534)

1. Gruta de Guyang
Es una de las grutas más antiguas y ricas de todo el complejo. En ella el Buda principal es Sakyamuni, con 7.82 metros de altura y una figura estilizada. El Buda se ve acompañado por dos bodhisattvas* con faldas y el busto descubierto. Es la gruta que contiene más información sobre la vida de Buda; tantas, que se contabilizan más de 800 inscripciones. El emperador la hizo esculpir para su abuela.

2. Grutas Binyang
Hay tres grutas Binyang y se encuentran en el norte de la montaña del oeste. La del centro –que fue esculpida en perído Wei por orden del emperador Xuanwu a la memoria de su padre– tardó 24 años en terminarse. Se dice que más de 800 mil obreros trabajaron en su construcción. Es considerada la gruta más hermosa. Tiene 12 metros de profundidad y 9.3 metros de largo. El Buda es Sakyamuni*, con su cara sonriente, acompañado de sus discípulos. El suelo está cubierto de dibujos de flores de loto y en el techo se puede ver una enorme flor de loto esculpida, rodeada por músicos y criaturas celestiales. En la entrada, cubierta de frescos, se cuentan historias de Buda. De esta gruta desaparecieron –en los años 30– dos bajorrelieves que representaban al emperador y su esposa adorando a Buda, y que hoy se exponen en Estados Unidos.

3. Gruta de la Flor de Loto
La gruta Lianhua Dong debe su nombre a una gran flor de loto de 3 metras de diámetro esculpida en el techo, con 6 apsaras* a su alrededor que flotan llevando presentes. Contiene un Buda con el rostro destrozado, dos discípulos y dos bodisattvas. El Buda central es Sakyamuni y tiene 5 metros de altura. En las paredes laterales hay nichos con esculturas de nubes, perlas, hierbas, flores de loto...

4.-Gruta Huangfugong o Shikusi
Esta gruta de casi 1,500 años de antigüedad, se terminó de construir en el año 527. Delante de su entrada se esculpió un techo con 7 Budas. El muro principal también tiene 7 estatutas, en las que se destacan un Buda y dos Bodhisattvas. En el techo hay una flor de loto rodeada de 8 apsaras músicos. Es una de las que representa mayor uniformidad, conservando su aspecto original, ya que en otras grutas se han hecho añadidos, producto de donaciones.

Grutas Tang (618-907)

Las estatuas de las Grutas Tang se caracterizan por tener un estilo enérgico, elegante y realista.

1. Gruta Binyang del sur
Es una gruta de transición y fue construida por el emperador Li Tai –primer emperador Tang– en memoria de su madre. Se terminó alrededor del año 641. La estatua principal es un Buda Amithaba* y destacan también las cabezas de dragón que sirven de base a las columnas.

2. Gruta Yaofangdong (Gruta de las ordenanzas médicas)
Su contrucciones data de un período en el que reinaron las dinastías Wei y Tang. Las obras que se pueden ver en el interior ilustran a la perfección el desarrollo del estilo artístico a lo largo de 150 años. El nombre de la gruta se debe a que a ambos lados de su entrada se pueden leer 140 inscripciones que describen diversos tratamientos médicos de la época.

 
 
Feng Xian Si
3. Feng Xian Si
Esta es sin duda, la gruta en la que confluyen todos los visitantes de Longmen, completamente absortos por su espectacularidad. Para poder llegar hay que subir una enorme escalera excavada en la roca. Una vez en la gruta, el decorado parece irreal y las personas son minúsculas ante la grandiosidad de las estatuas.
Feng Xian Si –o Gruta de los Ancestros– fue esculpida en el período Tang (672-675), durante el reinado de la emperatriz Wu Zetian, de la que según la leyenda toma sus trazos el Buda central. Mide 35 metros de largo y tiene 9 estatuas de un tamaño colosal. El Buda central es la figura más sorprendentes. Su estatura es de 17,14 metros; sólo su cabeza mide 4 metros y cada oreja 1,9 metros. Se lo conoce como Vairocana o Buda de la luz infinita, y es un Buda que se nos presenta lleno de serenidad, acompañado de sus dos discípulos: Ananda y Kaçyapa. También hay dos lokapalas (guardianes celestes) y dos dvarapalas (guardianes de las puertas) que guardan el templo.

 
 
Gruta de los 10 Mil Budas 
4. Gruta de los 10 Mil Budas
Se denomina Gruta Wanfo o de los 10 Mil Budas puesto que contiene 15 mil pequeñas estatuas de Buda de unos 2 centímetros de altura. El Buda principal está sentado sobre un trono de loto y tiene una altura de 4 metros. Tras él se pueden ver 54 flores de loto y sobre cada una de ellas una ninfa celestial. También contiene representaciones de músicos y bailarines. Esta gruta tiene la particularidad de haber sido esculpida por dos mujeres, una de ellas era funcionario y la otra un bonzo.

5. Kanjingsi
Es la gruta más grande de la montaña, con unos imponentes 8.4 metros de altura, 11.1 metros de ancho y una profundidad que alcanza los 12.6 metros. Fue esculpida en tiempos de la emperatriz Wu Zetian. En el techo se aprecia una enorme flor de loto alrededor de la cual se distinguen 4 apsaras. En las paredes este, norte y sur están desplegadas 29 estatuas de arhats*, cumbre del arte escultórico de Longmen.

6. Gruta de Binyang septentrional
Esta gruta (595-618) se comenzó a construir en el reinado de la dinastía Wei y se finalizó el período de las dinastía Sui y Tang. El Buda Amithaba es la figura más importante, con su cara redondeada y labios gruesos. Hay numerosas inscripciones que decoran las paredes.

En el año 2000 la UNESCO declaraba las grutas de Longman Patrimonio mundial.

 
 
Monasterio Xiangshan
El Monasterio Xiangshan –o de la Colina Perfumada– se encuentra al otro lado del río, siguiendo el paseo y atravesando un puente. Es preciso subir unas empinadas escaleras entre árboles a través de un paisaje majestuoso. La emperatriz Wu Zetian organizó aquí un recital de poemas y el famoso poeta chino Bai Juyi apreció tanto este sitio, que vivió en él durante 18 años y aquí está enterrado, en el jardín Bai, al norte del monasterio.


Diversiones

En esta provincia de Henan –como en el resto de la China menos cosmopolita– el pueblo tiene diversiones simples, en su mayoría ocasiones comunitarias. Participar de estas actividades es una de las mejores maneras de conocer a su gente.

 
 
Entrenamiento matinal 
Por las mañanas, antes de comenzar el trabajo, los chinos se dedican unos minutos a la práctica del Tai Chi. Así es como parques, aceras, y plazas se llenan de practicantes durante unos minutos. En el parque de la Ciudad del Rey, en Louyang, cientos de personas practican juntos este el arte del Tai Chi. El resto de la jornada en el mismo lugar se puede hacer uso de los aparatos de gimnasia que están a la disposición de los paseantes.

Por la noche el decorado se transforma y es la hora en que los chinos salen a bailar. Los grupos se reúnen por cientos en las plazas y parques y bailan sin parar hasta las 9 o 10 pm, en que todo se recoge y cada uno vuelve a casa. Unirse a ellos es un momento mágico, pues el deseo de conocer al extranjero es real. Somos para ellos una atracción y a partir del momento en que deseamos compartir algo, nos hemos convertido en los reyes de la fiesta. Pasamos de mano en mano, tanto masculinas como femeninas, y ya no es posible parar: hay que bailar. Es una diversión sencilla y económica. Con unas palabras de inglés y algunos gestos, ya estamos insertos completamente.

Otras posibilidades que ofrece la provincia son la práctica del senderismo, visitando diversos monasterios por los montes, o las excursiones en hidroplano, sobrevolando el río Amarillo.


La cocina de Henan

Una de las mayores satisfacciones al visitar China es poder probar su extraordinaria cocina, que es mucho más diversa de lo que pensamos en Occidente, donde sólo llega una mínima porción de lo que es en realidad su patrimonio culinario.

La cocina de esta región de China es una de las más antiguas y tradicionales del país. Louyan y Kaifeng son los lugares donde mejor está representada esta tradición milenaria. Un buen ejemplo de esto es el llamado "banquete de agua" de Louyang, en el que desfilan a buen ritmo 24 platos. Su nombre se debe a que gran parte de los platos que se sirven son sopas, sin pasar por alto que además son traídos al ritmo del fluir del agua.

Otra posibilidad que ofrece la gastronomía local es la de degustar imnumerables platos a base de insectos que pueden comprarse vivos en muchos mercados de la parte antigua de la ciudad.

En Louyang vive una importante comunidad musulmana que ha dejado también su huella en la cocina, por lo que es posible probar platos de cordero y carnes asadas.

Algunas de las comidas más comunes de la zona son el rouhe (empanada rellena con verduras y trocitos de carne), la sopa huntun, los xialong bao (empanadillas de cerdo), los jinpao (tortas rellenas de hierbas ) y muchos platos a base de pescados, que se pescan directamente en el rio Amarillo.

Si uno quiere descubrir todo el menú de la gastronomía de Louyang, no hay nada mejor que visitar uno de los restaurantes que ofrecen buffet. Esta modalidad incluye un extenso listado de platos típicos; más de cien. Varios cocineros se ocupan de preparar al instante lo que los comensales han elegido.


Vocabulario búdico

Amithaba: Buda emanación del fuego. Llamado de la luz infinita. Se representa sumergido en la meditación.
Apsaras: Espíritus del agua.
Arhat: Santo.
Bodhisattva: Deriva del sánscrito. Sattva, "ser" y Bodhi "despertar". Son seres sobrenaturales que buscan la iluminación y son una de las últimas reencarnaciones antes de alcanzar el Nirvana.
Flor de Loto: En el Budismo se considera símbolo de pureza. En el Budismo Tibetano representa el corazón de todos los seres vivos.
Sakyamuni: Buda original, fundador del budismo.
Vayrocana: Buda