Grandes ciudades como Nueva York, París o Londres, y lugares de culto como Belén o Rovaniemi (Finlandia), presentan características pintorescas inconfundibles, que atraen a miles de turistas deseosos de descubrirlas cada año.
Nueva York es un ícono de las celebraciones más fastuosas, y el árbol navideño del Centro Rockefeller es una buena muestra de ello.
                               
París deslumbra más que nunca con su Torre Eiffel, iluminada de una manera muy especial para esta ocasión

Y en Londres se acondicionan las calles con infinidad de juegos de luces, mientras se preparan los festejos en Trafalgar Square alrededor de un inmenso árbol de Navidad.

Otros destinos navideños muy concurridos son Belén (Israel), por su incalculable valor histórico-religioso, y Rovaniemi, ciudad donde, según los orgullosos finlandeses, habita Santa Claus…

Mercados de Navidad: Munich

De entre todos los mercados de navidad europeos se destaca el de Munich, con sus célebres mercadillos, clásicos puestos navideños donde podrás comprar las tradicionales figuras y adornos, así como ropa, antigüedades y sellos, mientras disfrutas de la vistosa ambientación de las calles.
                          

La Navidad en Munich es especial, pues en su centro histórico se instala año tras año, desde 1972, el mercado navideño más grande y antiguo de Alemania. Cada 1 de diciembre a las 5 de la tarde se encienden las luces de las calles y del inmenso árbol de la plaza Marienplatz, inaugurándose así la nueva temporada.

Al caer la noche la iluminación brinda un espectáculo imponente, sobre todo el gran abeto de la Marienplatz, con sus 30 metros de alto y sus 2500 bombillas, y es cuando el entorno adquiere su fisonomía más navideña. Además, para esta época en Munich suele nevar…

En el Ayuntamiento nuevo, que se encuentra en uno de los laterales de la plaza, se monta un belén gigante, con figuras esculpidas por el artista plástico muniqués Reinhold Zellner.

La Marienplatz hacia la noche se llena de grupos locales y de la zona de los Alpes que cantan villancicos, mientras en los alrededores de la plaza los parroquianos brindan con glühwein, un tradicional vino caliente y especiado.

fuente: viaje.info
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