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Martes, 16 Febrero 2010 20:00

Fundación Sendero de Chile: nuevo referente para el ecoturismo

Sendero de Chile nace como un llamado del Gobierno a la ciudadanía a desarrollar conjuntamente un gran corredor que conecte longitudinalmente el país, desde el límite tripartito con Perú y Bolivia, hasta el mítico Cabo de Hornos; una senda para ser recorrida a pie, a caballo o en bicicleta.


De esta manera, los ciudadanos de Chile y el mundo podrán acceder a conocer y disfrutar de la gran variedad y riqueza de paisajes y culturas presentes a lo largo de quince grandes territorios, a través de una red compuesta por un eje troncal de aproximadamente 8.500 kilómetros de longitud, más tres ramales de gran recorrido, conformando así una de las rutas de trekking más extensas del planeta,

Con el fin de asegurar una óptima coordinación entre los actores involucrados, y lograr el paulatino desarrollo de 41 destinos, en base a una generación de una oferta de viajes organizados de turismo y educación, que tengan como principal motivación recorrer tramos del Sendero, se creará la "Fundación Sendero de Chile".

Se trata de una organización independiente, sin fines de lucro, que financiará su administración con aportes fiscales, ejecutando una política pública mixta, que compromete el fomento al ecoturismo, la educación ambiental, la protección del patrimonio natural y cultural, el voluntariado y el turismo social.

La Fundación Sendero de Chile tendrá cuatro grandes ámbitos de gestión:
Gestión de derechos territoriales y de franquicias de la Marca Registrada. La Fundación se relacionará con propietarios, administradores de recorridos, prestadores de servicios y operadores de turismo y educación, en el marco de un modelo de "comercio justo", basado en el reparto equitativo de los beneficios dedicados de la actividad turística, entre los distintos participantes de la oferta. Asimismo, se implementará un modelo de calidad, al que deberán ceñirse tanto los establecimientos como los servicios.

Planificación y gestión de proyectos y programas de habilitación ; apoyo a organizaciones locales, promoción turística, educación ambiental, protección del patrimonio (natural y cultural) aledaño, turismo social y voluntariado.

Administración de un fondo económico ; que permita diversificar fuentes de financiamiento (recursos públicos, donaciones, marketing cruzado, aportes de la cooperación internacional, venta de productos propios) para el financiamiento de sus proyectos y programas.

Promoción del uso responsable del Sendero ; de los valores del senderismo y de una cultura de compromiso ciudadano con la protección y puesta en valor de los bienes del patrimonio nacional, con aprecio a la diversidad de costumbres, tradiciones e historias locales.

Debido al compromiso social inherente a la iniciativa, es una anhelo de Sendero de Chile ofrecer a miles de niños, ancianos, discapacitados, jóvenes en riesgo social y mujeres jefas de hogar la oportunidad de disfrutar de la naturaleza y el intercambio cultural, mediante viajes educativos y recreativos, generando así un turismo social de gran impacto en la ciudadanía.

De este modo, Sendero de Chile asume su rol de articulador social para construir la gran plataforma para el desarrollo del ecoturismo y la educación ambiental del siglo XXI.-

Fortaleciendo el desarrollo local

La Iniciativa busca que tanto las comunidades aledañas como otros actores involucrados en el modelo de comercio justo, ejecuten iniciativas de turismo sustentable y de protección de la naturaleza en tramos del Sendero de Chile.

Comunidades involucradas y comprometidas a nivel local en el desarrollo ecoturístico, es uno de los objetivos de la Fundación Sendero de Chile. Para ello, la Iniciativa contempla generar una plataforma de apoyo al desarrollo y fortalecimiento de la asociatividad y de los productos y servicios que quienes habitan en los entornos del Sendero pueden ofrecer.

Sin embargo, este lazo con la población local no es algo nuevo, comenzó a gestarse el año 2001, a través del financiamiento de microproyectos propuestos por las propias comunidades, con montos que oscilaban entre los doscientos mil al millón de pesos. La vinculación ecoturística con las comunidades aledañas al programa Sendero de Chile, se comenzó a desarrollar como línea de trabajo el año 2001, a través del financiamiento de microproyectos propuestos por las comunidades y han sido mayoritariamente dirigidos al financiamiento de construcción y/o mejoramiento de obras de infraestructura y equipamiento, la instalación de capacidades, y la formación de competencias laborales en torno al ecoturismo.

A partir del año 2004, el apoyo técnico y financiero a las comunidades fue abordado a través del establecimiento de un Convenio de Colaboración entre CONAMA y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD, específicamente el Programa de Pequeños Subsidios, PPS, del GEF (Global Environmental Found) orientado al financiamiento a nivel local de iniciativas de turismo sustentable y protección de la naturaleza asociadas a los tramos construidos y habilitados del Sendero de Chile.

En este sentido la alianza CONAMA – PNUD institucionaliza y suma los esfuerzos del Estado y de la Cooperación Internacional para avanzar consistentemente en la generación de alternativas comunitarias desde la óptica del desarrollo sustentable. El trabajo que se ha desarrollado durante estos años con decenas de comunidades a lo largo del país deja de manifiesto su gran potencial como instrumento técnico y financiero de incentivo y ha generado un efecto demostrativo positivo en torno a la factibilidad de desarrollar acciones ecoturísticas exitosas sobre la base del manejo sustentable de los recursos naturales.

La calidad técnica y la rigurosidad administrativa con que se han trabajado los proyectos, permiten seguir impulsando propuestas innovadoras y de alto impacto local, regional y nacional que pueden ser replicadas por otras comunidades aledañas a los tramos del Sendero de Chile.

Desde el año 2001, 33 han sido los proyectos desarrollados por distintas comunidades a lo largo del país, gestionándose en total durante todos estos años montos superiores a los 340 millones de pesos, más el aporte económico de cada comunidad.

Se trata, en su mayoría, de iniciativas vinculadas al Sendero de Chile, que despliegan esfuerzos para levantar infraestructura tal como paradores turísticos, centros de atención de turistas, apertura de sendas, señalética, y desarrollo de competencias en materias afines a la atención de turistas, provisión de servicios complementarios y gestión.

Una Apuesta por el Comercio Justo

Un modelo de desarrollo ecoturístico a escala nacional, que haga partícipe a las comunidades locales de su propio desarrollo, es el fin perseguido por la Fundación.

Sendero de Chile es una iniciativa pública de carácter multisectorial que se ha propuesto un imponente desafío; crear un corredor longitudinal que conecte el país a lo largo de 8.500 kilómetros de recorrido, para ser transitado a pie, a caballo o en bicicleta.

Este gran proyecto se enfoca en tres objetivos fundamentales:

a) Desarrollar un producto ecoturístico distintivo, de alta jerarquía y variedad, a gran escala y apto para recibir a distintos públicos;
b) Generar acceso ciudadano al conocimiento y el disfrute del patrimonio cultural y natural del país a través del sendero, y
c) Proteger de manera efectiva su entorno paisajístico.

De esta forma, se espera lograr importantes impactos a nivel nacional en materia turística, de educación ambiental y de conservación del patrimonio, con lo cual se espera aportar al desarrollo de las localidades más próximas al Sendero, mediante la diversificación de sus economías, como efecto del desarrollo de productos ecoturísticos de calidad.

Asimismo, se pretende proteger mediante mecanismos oficiales aquellos espacios considerados biológica, cultural o paisajísticamente relevantes, generando un espacio al servicio de la educación ambiental, orientado a las comunidades próximas al Sendero y a estudiantes de las cabeceras urbanas más cercanas.

Durante los primeros 7 años de implementación de esta iniciativa, se han habilitado alrededor de 1.400 kilómetros de Sendero, distribuidos en 35 segmentos a lo largo del país. Paralelamente, durante este período, se han desarrollado múltiples esfuerzos para involucrar a las comunidades locales en la iniciativa.

El Sendero une longitudinalmente el territorio nacional continental, desde el Trifignio chileno-peruano-boliviano hasta Bahía Windhond, en la isla Navarino, Región de Magallanes, frente al Cabo de Hornos. Este eje troncal atraviesa a lo largo de su recorrido 10 grandes unidades territoriales, definidas en función de rasgos biogeográficos, históricos y culturales comunes.

Altiplano: Desde el Trifgnio hasta Llullaillaco
Desierto Interior: Desde Llullaillaco a Tal Tal
Desierto Costero: Desde Tal Tal hasta Punta Choros
Valles transversales: Desde Punta Choros hasta Aconcagua
Andes Centrales: Desde Aconcagua hasta Laguna del Laja
Araucanía: Desde Laguna del Laja hasta Coñaripe
Lagos, bosques y volcanes: Desde Coñaripe hasta Hornopirén
Patagonia Norte: Desde Pumalín hasta Tortel
Patagonia Austral: Desde Torres del Paine hasta Cabo Froward
Tierra del Fuego: Desde Porvenir hasta Bahía Windhond

Para completar la muestra de la diversidad de paisajes y culturas de Chile, el sistema considera además tres ramales de gran recorrido y tres unidades satelitales:

Ramales de gran recorrido

Molle-Diaguita: Desde Ojos del Salado hasta Punta Choros
La Frontera: Desde Lonquimay hasta Lebu
Chiloé: De Ancud a Quellón por las costas del Pacífico

Unidades Satelitales

Isla de Pascua
Isla Robinson Crusoe
Campo de Hielos Sur

Para su operación, la Iniciativa se organizará en torno a destinos, los cuales se definen a partir de 33 cabeceras urbanas (ciudades donde se concentra la mayor parte de la población cercana), y que disponen de una planta de servicios básicos y buena conectividad, lo que permite movilizar el flujo de visitantes hacia un determinado segmento de Sendero, cuya longitud promedio se estima en alrededor de 250 kilómetros.

Estas cabeceras acceden al Sendero de Chile a través de carreteras y caminos públicos, en diferentes puntos desde donde los viajeros pueden entrar o salir en sus visitas.

De esta manera, el tramo de sendero asociado al destino, se fragmenta en unidades mínimas de trayecto llamadas recorridos, que implican salir por un camino distinto al que se entró y "registrar" un avance.

Las entradas y salidas del Sendero se producen en los paraderos, espacios donde el visitante registra su ingreso, además de optar a servicios de estacionamiento, información, alimentación, arriendo de bicicletas, caballos, kayaks, equipamiento, etc.

A lo largo del recorrido, las prestaciones de servicios serán realizadas en áreas denominadas estaciones, donde los usuarios podrán conseguir alojamiento, alimentación y logística para su recorrido al interior del Sendero.

Se estima una distancia promedio de 10 kilómetros entre una estación y otra, por lo cual una vez finalizada la habilitación del trazado, Sendero de Chile tendrá del orden de 800 estaciones a lo largo de su recorrido.

De esta forma se estructurará una oferta de acceso, conocimiento, educación y turismo en torno a una faja de valoración y conservación del patrimonio, que involucrará a múltiples actores como operadores turísticos, administradores de la senda, propietarios de terrenos por los que atraviesa Sendero, quienes se articularán en torno a un modelo de comercio justo que organice los viajes, asegurando calidad de servicios, precios accesibles para el turista nacional, y un proporcional reparto de los ingresos generados de la actividad turística desarrollada.

Ecoturismo y Comercio Justo

La Fundación Sendero de Chile adhiere a los valores y postulados del comercio justo, como una fórmula de hacer partícipes a los diversos actores claves que intervienen en la generación de la oferta ecoturística de un territorio determinado. La integración promovida desde la Iniciativa se plasma desde las etapas de planificación y gestión, hasta las de control y reparto de los ingresos generados entre los actores en el ámbito local, según el valor de sus aportes.

Adherimos también a los valores de la descentralización política de la gestión, al organizar la oferta desde el concepto sistémico de ‘destino turístico', involucrando en el proceso de toma de decisiones a los actores públicos y privados más representativos del territorio en la escala de destino asociada al Sendero.

Adherimos, finalmente, al valor de la democracia en el consumo del tiempo libre, permitiendo a la ciudadanía el acceso al conocimiento de un amplio espectro de paisajes, culturas y bienes del patrimonio nacional y regional, generando una oferta de servicios robusta, que combine la calidad con un precio accesible para el turista nacional.

Al mismo tiempo promoveremos un uso social responsable por parte de los usuarios del Sendero; y procuraremos brindar seguridad en los recorridos y generar información de calidad para el visitante.

fuente: www.senderodechile.cl