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Martes, 23 Marzo 2010 18:56

MTOP trabaja en reparación de rutas y asegura tener planificación de mantenimiento

El pasaje de camiones con carga pesada está deteriorando el estado de varias carreteras nacionales. El director nacional de Vialidad, ingeniero Luis Lazo, justificó esta situación argumentando que la construcción de las rutas data de entre 15 a 20 años atrás, cuando no se estipulaba la magnitud de la carga.


Lazo manifestó que “el Ministerio de Trasporte tiene una planificación de mantenimiento de todas las rutas”. Además, existe un impulso del presidente de la República, José Mujica, para refaccionar las vías de ferrocarriles con el fin de incorporar este medio de transporte al traslado de carga.
(emitido a las 07.30 Hs.)

Entrevista al ingeniero Luis Lazo realizada por Emiliano Cotelo y  Juan Andrés Elhordoy en el programa ·"En perspecticva" de Radio el Espectador .

Las salidas que realiza el equipo de En Perspectiva al interior del país tienen varias ventajas. Una de ellas es que nos permiten conocer, de primera mano, algunas situaciones que desde Montevideo cuesta vivenciar.

La semana pasada, en nuestro viaje hacia el departamento de Soriano donde se llevaba a cabo la ExpoActiva, tuvimos oportunidad de ver -les diría también sufrir- un problema que viven diariamente quienes habitan en las distintas localidades situadas sobre la Ruta 2.

Me refiero al estado del pavimento, y en particular cómo han venido quedando en los últimos años estas carreteras debido al pasaje constante de camiones cargados con cientos de toneladas de distintas mercaderías.

Recordemos que estamos hablando de una zona del país particularmente transitada por camiones, la mayor parte de ellos con producción agrícola: soja, trigo, etcétera, pero también con madera que va hacia la planta de celulosa de UPM Botnia en Fray Bentos. Quizá, el ejemplo más claro de este fenómeno es el que observamos en la localidad de Santa Catalina, ubicada sobre el kilómetro 197 de la Ruta 2.

En ese lugar, por ser una zona poblada, los vehículos deben enlentecer su marcha y es por eso que de forma muy clara quedan marcadas sobre el pavimento las huellas de los camiones. No estamos hablando de huellas simplemente de color, no estamos hablando de una marca oscura en el pavimento; estamos hablando de huellas que en algunos casos tienen el ancho de las ruedas de un camión y más, con varios centímetros de profundidad. Incluso los lomos de burro que están sobre la ruta quedaron, en algunos casos, prácticamente borrados o diluidos.

Esta situación ha ido generando inconvenientes de todo tipo. En primer lugar, para quienes viven en esa zona; además, para los turistas y para los propios camiones que transitan por esas rutas.

La semana pasada, el diario El País daba cuenta de dos accidentes protagonizados por camiones cargados de rolos de madera con destino a UPM, que volcaron por el estado que presenta la Ruta 24 en el departamento de Río Negro. Según el matutino, “en algunos tramos de esa ruta se constatan huellas de hasta 12 centímetros de profundidad que en días de lluvia la convierten en una verdadera trampa mortal”.

Cuando llegamos a Mercedes, al encontrarnos con productores de la zona, relatamos lo que habíamos visto en el camino y algunos de nuestros interlocutores culpaban al gobierno por no llevar adelante el mantenimiento adecuado de las rutas. De todos modos, en la mayoría de los casos las críticas se dirigían a las empresas que sacan su producción por esas carreteras. Entonces surgían varias preguntas: ¿no se les debería exigir a las empresas que utilizan esas rutas que paguen algún tipo de canon que permita mejorar el estado de esas vías de tránsito? En especial, en el caso de las compañías más grandes como UPM que reciben, por otra parte, beneficios fiscales para instalarse en el país, ¿tiene sentido que no contribuyan a este mantenimiento de la infraestructura vial? Y por otro lado, ¿no debería el gobierno impulsar de manera definitiva y urgente el transporte ferroviario para descongestionar las rutas de este tipo de camiones?

Son preguntas que quedaron en el aire y que nos interesa plantearle en los próximos minutos al ingeniero Luis Lazo, director nacional de Vialidad, y que en el período de gobierno pasado fue subsecretario de Transporte y Obras Públicas.


Juan Andrés Elhordoy:
Hablando de la Ruta 24, tú mencionabas la nota de El País donde también se hace mención a que entre 2009 y 2010 son cerca de 40 los siniestros de este tipo que se han registrado allí.

¿Qué explicación tiene el Ministerio de Transporte y la Dirección de Vialidad sobre lo que está ocurriendo en la Ruta 24?

Luis Lazo:
La Ruta 24 es una ruta diseñada y construida hace entre 15 y 20 años, en la época que no existían las cargas que se están transportando ahora y tampoco existía Botnia. Es un transporte permanente de camiones de gran porte que muchas veces no cumplen con la carga máxima que deben tener. En la última Rendición de Cuentas hay un artículo-ley en el cual a la salida y a la llegada de su recorrido los camiones tienen que tener una pesada. Actualmente, se efectúa el control únicamente a la llegada, no a la salida. Puede haber alijes en el camino que no permiten el control.

En el caso de la Ruta 24, que usted dice, nos preocupamos sí por el accidente que hubo…

JAE - …Pero son 40 por lo que dice El País, no es un accidente puntual.

LL – Está bien, pero me refiero al último en el cual el gerente regional de Vialidad recorrió el lugar. No fue en una zona donde haya abollamientos, sino que aparentemente el camionero se durmió. Primero, el conductor se fue hacia su izquierda, luego sobre algunos postes. Finalmente, se desplazó a la derecha y allí volcó. Es decir, hay abollamientos en la Ruta 24, estamos encarando su reparación con el mantenimiento regular que se hace…

JAE - …Pero cómo es que se llega a esta situación cuando Botnia hace muchos años que se venía manejando se iba a construir en Fray Bentos, cuando ya las estimaciones de carga, de movimiento de camiones, hacían prever que esa ruta iba a ser muy utilizada justamente para la incorporación de madera a la planta; ni hablar de Ence, que finalmente no se instaló pero hubiera sido peor. Entonces ¿cómo es que se llega a esta situación sin haber advertido esto, sin haber actuado en consecuencia previamente?

LL – Estas rutas tienen entre 15 y 20 años de antigüedad, lo que se está haciendo en las nuevas rutas es prepararlas para una capacidad mayor. En el caso que usted decía, Santa Catalina, que es lo mismo que pasa en José Enrique Rodó y lo mismo que pasa en la ciudad de Durazno cuando se atraviesa la ciudad de Durazno en la Ruta 5…

Emiliano Cotelo:
Sí, tenemos cantidad de mensajes de oyentes que hablan de otras situaciones. Acá, por ejemplo, este de Juan, de Paso de los Toros, dice: “Las mismas huellas están en la Ruta 5 y si no basta mirar los semáforos en Durazno, ya son un surco muy peligroso”.

LL – Eso en este momento está en reparación. Hay una empresa contratada que lo va a hacer, y la reparación que se hizo en José Enrique Rodó, es decir, los últimos 20 metros antes de llegar al lomo de burro, se hace en hormigón que no sufre ese problema de arrugas que genera la frenada ante el lomo de burro y el arranque en el lomo de burro de las grandes cargas. Ese es el fenómeno que también se está corrigiendo en Santa Catalina. Es decir, previo y posterior al lomo de burro se hace de otro material que no es asfalto, sino hormigón.

EC – La pregunta es por qué terminaron produciéndose estas huellas, por qué se las nota recién en estos últimos años. Qué inconveniente hay, no sé si en la construcción de esas rutas, o qué movimiento está produciéndose que no estaba previsto en su momento, cuál es la causa.

LL – Son las cargas que usted mismo dice. No es en la construcción de rutas. Si usted ve en la Ruta 24, la que se dirige hacia Botnia, tiene abollamientos. La otra, que está enfrente, lleva los camiones vacíos y no tiene abollamientos. Eso se da también en la Ruta 2, en la Ruta 23, que es una ruta que termina en Cardona y que lleva gran cantidad de madera y de granos en estos momentos que estamos en la zafra de trigo, maíz y soja.

El tema son las cargas, eso es lo que estamos corrigiendo en las nuevas rutas. Usted ve que el anillo Perimetral no se hizo en asfalto, se hizo en hormigón; eso en hormigón no sucede. Vea la frecuencia con que circulan los camiones y las cargas que tienen en el anillo Perimetral de Montevideo y ese problema no está; recién se hizo, pero tampoco va a estar porque es característico de los pavimentos asfálticos.

JAE – ¿Cómo se soluciona este tema trabajando sobre rutas que fueron construidas en otro escenario?

LL – En principio se regulariza la ruta. Nosotros ya tenemos contrato para la Ruta 2, para la Ruta 23, Ruta 3 -que es de San José al norte- y la Ruta 5.

JAE - ¿Qué quiere decir “se regulariza la ruta”?

LL – Se hace un frezado. Eso es cuando usted va por la ruta y ve como si estuviera rascada. Eso es un frezado que absorbe las partes altas; luego se hace el bacheo con una capa uniforme de cinco o seis centímetros por encima de eso. No es la solución final. La solución final es el replanteo de toda la ruta. Se va haciendo por etapas en las distintas rutas, principalmente, en el orden de la edad que tiene cada ruta.

EC – Usted mencionó al pasar la Ruta 3 y los oyentes están citando ese caso como otro preocupante. Eduardo dice: “Entre Young y Trinidad pasa exactamente lo mismo, yo pago tres peajes para ir a Salto y tres para volver, casi 150 pesos, no puede ser que haya que moverse en esa mala calidad de ruta”.

LL – Este oyente en seis meses va a ver que se está trabajando allí en la ruta; ya está el contrato. Hay una empresa adjudicada y apenas culmine esta etapa administrativa comienzan los trabajos. Lo mismo ocurre en la Ruta 22, desde la Ruta 1 hasta Tarariras, donde también por ahora se está haciendo bacheo, y se va a hacer un ensanche y recapado.

JAE – ¿Tiene valorado el Ministerio de Transporte el costo de arreglar las rutas que se han afectado por el exceso o por el movimiento de carga que se ha generado en los últimos años?

LL – Sí, claro que se tiene evaluado porque…

JAE – ¿Cuánto cuesta eso?

LL – Como les manifesté son varios contratos, no tengo presente la cifra, pero eso se une al mantenimiento habitual que igual hay que hacer en cada ruta.

JAE – Estamos hablando igualmente de mantenimiento para atender la urgencia, no estamos hablando de modificaciones estructurales importantes.

LL – Sí, está evaluado en el contrato, pero no tengo presente la cifra, son varios contratos que están en curso.

JAE – ¿Cómo se paga y qué participación tiene el sector privado? Se lo pregunto porque el ex ministro Víctor Rossi junto al ex intendente de Río Negro Omar Laffluf le plantearon, el año pasado, a algunas empresas agrícolas y forestales, la necesidad de conseguir fondos de privados para trabajar en las rutas. ¿Cómo está ese tema?

LL – Esa iniciativa privada que está a consideración de las autoridades del Ministerio es para la Ruta 20. Una ruta muy transitada por la carga maderera que va desde Tacuarembó hasta Fray Bentos. En realidad no es un aporte importante. Lo único que hace el privado es un crédito al Estado, y en lugar de tener que pagarse una ruta en uno o dos años se paga en diez años. El privado retoma su aporte de capital con interés y no es el caso ideal. No es, como en algún momento se manejó, un impuesto a las cargas de los camiones forestales. Eso fue una iniciativa pero no ha culminado, no sé si…

JAE - … ¿No ha culminado o se ha descartado? ¿Sigue en carpeta?

LL – Estamos en una etapa de un nuevo presupuesto quinquenal, puede ser tenido en cuenta esto.

JAE – ¿Puede ser tenido en cuenta?

LL – Ese es un tema que no es decir se le pone únicamente un impuesto a las cargas. El valor de la madera, que no es un gran valor en sí respecto a su peso, incide mucho el impuesto que se le ponga. Es un tema que Economía lo manejó en su momento, hace tres años, para el mantenimiento de las rutas hizo un aporte anual de seis millones de dólares en el año 1998 y 1999, pero descartó en ese momento el tema del impuesto a las cargas como existe al transporte de ganado. Eso se verá en el próximo presupuesto.

EC – Usted mencionó que hay camiones que circulan con más carga de la debida, ¿cómo tiene eso comprobado usted?

LL – Los expertos se dan cuenta inmediatamente. Además, en algunos lugares donde están las balanzas, tenemos balanzas fijas y móviles, se constata, se multa y se le hace bajar la carga.

EC – A eso iba: hay controles, se supone que hay balanzas para que no ocurra eso que usted dice que está pasando… ¿Cómo se entiende que igual circulen camiones con más carga de la debida?

LL – Primero porque eluden las balanzas. Toman otras rutas de menor capacidad, ese es el otro problema, como el caso de la Ruta 6 y 7, y circulan por eso para evitar el peaje o la balanza. Las balanzas se van corriendo. Hay balanzas móviles porque como usted sabe el adelanto científico hace que los conductores tengan teléfonos celulares y les avisan a sus compañeros que por determinado lugar hay una balanza. No es tan sencillo poner una balanza y se acabó, porque hay muchísimas rutas. Nosotros tenemos muchas balanzas, pero evidentemente no en todos los lugares donde pasan camiones.

JAE – Pero hay mercadería que se sabe de antemano que va dirigida a determinado lugar, por ejemplo mucha madera que va a Botnia, muchos granos que van a Nueva Palmira. Tampoco es tan vasto el panorama y la red de carreteras como para suponer cuáles son las más complicadas.

LL – No, no crea. Se desvían por cualquier ruta, aunque vaya en perjuicio del vehículo que conducen. Van por cualquier ruta secundaria, terciaria, con tal de no pagar el peaje o de evitar la balanza porque es una multa importante que llevan por exceso de peso.

Todos son temas muy sensibles, que el Ministerio los tiene y controla en lo posible. No puede haber balanzas en todas las rutas simultáneamente. Hay balanzas fijas que ustedes la conocen, como hay en el cruce de Santa Lucía a la entrada de San José, hay otras móviles ahora en la Ruta 5. Se trata de hacer ese control. Lo que no se ha logrado llevar a cabo es la reglamentación que salió en la Rendición de Cuentas el año pasado de que tengan balanza a la salida y a la llegada.

EC – Da la sensación de que se viene corriendo de atrás con este mantenimiento, da la sensación de que se han acumulado demasiados problemas y pasa el tiempo sin que se arreglen, ¿qué está pasando?

LL – No, el Ministerio tiene una planificación de mantenimiento de todas las rutas. Le puedo decir hasta el final de la vida útil de la ruta. Previsiones para las nuevas rutas ya hay, lo que pasa que hubo un aceleramiento muy importante en los daños en las que tenemos por eso le decía…

EC - …Y no hay trabajos que se han hecho mal, fíjese en este mensaje que llega, dice el oyente: “Soy de Santa Catalina, ¿los ingenieros de nuestro país no sabían que se iban a producir estas huellas?, esta ruta tiene apenas dos años o menos de hecha y ya existía este tipo de carga pesada”.

LL – No, no tiene dos años esa ruta. Esa ruta tiene más años y es el fenómeno del lomo de burro que piden los habitantes, los mismos vecinos de Santa Catalina como los de José Enrique Rodó. Se les hace los lomos de burro, cuando empieza el tema frenadas y arranque de los camiones se arruga la carretera. Por eso se están sustituyendo en el ancho de la faja y unos 20 metros hacia atrás del lomo de burro el asfalto por hormigón, eso no se le va a arrugar más; que quede tranquilo el vecino que ese problema se va a eliminar como se eliminó en José Enrique Rodó y como se está trabajando en Durazno en este momento. Esos lomos de burro naturalmente los vecinos que viven en una ciudad en la ruta importante con carga pesada la atraviesa quieren que la circulación sea lenta, para ello piden lomos de burro, se colocan lomos de burro, se iluminan los lomos de burro para que no hayan accidentes de noche, pero cuando el pavimento es de asfalto se produce esto.

EC – Dice otro de los mensajes muy reiterado: “Ferrocarril ya por favor”, lo decíamos en la introducción, la solución de fondo es esa, ¿y qué pasa con esa alternativa?

LL – Es un tema que se ha empezado a trabajar en el ferrocarril a Rivera ya la administración pasada. En este momento hay un impulso y una meta del presidente de la República en cuanto a la mejora de las vías y del material rodante para que, evidentemente, el ferrocarril transporte esas cargas importantes. Eso lleva su tiempo: hay que hacer vías nuevas aparte de la reparación de las que hay, hay que hacer una vía a Fray Bentos, de Fray Bentos a Botnia, hay que hacer una vía de Mercedes a Nueva Palmira. Es decir, las ideas están, las tiene tanto el gobierno como los ciudadanos, pero hay que llevarlas a cabo.

EC – Catarata de mensajes de los oyentes; elijo uno para el final, este que manda Adolfo: “El jueves iba de Salto a la ExpoActiva, nunca llegué. Agarré uno de los lomos que se forman al costado de las huellas en la Ruta 24 y reventé dos cubiertas. Aclaro que iba a 90 y dentro de las líneas blancas”.

JAE – Menos mal que iba a 90.


fuente: espectador.com