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Lunes, 16 Agosto 2010 20:19

Las pequeñas y las megaempresas aéreas

por Sergio Antonio Herrera
Las últimas fusiones marcan una clara tendencia que indica que difícilmente puedan sobrevivir las aerolíneas privadas de mediano porte. Si no se es una megaempresa como ahora LATAM AIRLINES o una pequeña, como es el caso de Pluna, existe una tercera opción dorada: ser estatal.


La única manera de mantener viva a una aerolínea en la actualidad, es que sea superavitaria o en su defecto,  estatal y en este último caso, que el Estado del país que sea,asuma las pérdidas, lo cual se hace por razones diferentes a las económicas, ergo: la mayoría de las veces solamente políticas.

LATAM Airlines cubrirá unas 115 rutas con más de 240 jets y con una plantilla de 40 mil empleados, mientras por ejemplo la uruguaya Pluna cubrirá 10 destinos, con 10 jets y alrededor de 600 empleados.

Seguramente, LATAM incorporará decenas de aviones nuevos mientras Pluna, en baja temporada, buscará colocar algunos de sus CRJ 900 en alquiler, pues no tendrá suficiente trabajo para toda su flota.

LATAM Airlines Group, continuará sumando destinos y agrandando su flota, en cambio Pluna redoblará los esfuerzos para ser cada vez más, feeder de sus partners como American e Iberia entre otras.

Las razones políticas

Pluna, en más de 70 años de vida, salvo un breve período y por razones muy especiales, nunca fue superavitaria hasta la llegada de la actual administración, iniciada en julio de 2007.

La desmedida presión que ejercen los sindicatos cuando las empresas son estatales, significan automáticas pérdidas cuantiosas por crecimiento de salarios, paros, huelgas y demás.

Las pésimas históricas administraciones dieron paso a todo tipo de desaciertos con respecto a la política a seguir en el relacionamiento con los sindicatos.

A lo largo de la historia, en los países donde la aerolínea de bandera era 100% propiedad del estado, luego de acumular cuantiosas pérdidas durante décadas, las empresas tenían dos chances: ser privatizadas o directamente quebrar.

El nuevo orden

Todo parece indicar entonces que seguirán las alianzas, de derecho o simplemente estratégicas, pero no hay dudas que el escenario mundial de la aviación comercial sufre los cambios quizás más dramáticos de la historia.

La incidencia de costo del combustible, se ha convertido en una variable decisiva y si a ello se le suma un tamaño de plantillas excesivo y un régimen de remuneraciones pesado, podrán entenderse las caras largas permanentes en el sector. Nos vemos.

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