Primero navegamos con rumbo norte, para luego bajar hacia las Bahamas. El barco retomó su viaje costeando el estado de la Florida y ésta noche estaremos regresando a puerto, para desembarcar el viernes bien temprano en Fort Lauderdale.
 
El miércoles de tardecita, se realizó la Feria de las Naciones en la Royal Promenade, donde los representantes de la Royal Caribbean International de todo el mundo ofrecían sus productos turísticos y algún recuerdo, vestidos con trajes típicos. En la mesa de nuestra América, la emoción de ver la bandera uruguaya! Muy numerosa presencia de latinoamericanos, que se hicieron notar por sus coloridas vestimentas, máscaras y llamativos sombreros.
 
Por la noche cenamos en el comedor principal, con el grupo de colegas de Argentina, para luego disfrutar de una  verdadera comedia musical de Broadway: "Hairspray", con una magnífica protagonista y una puesta en escena que llamó la atención. Antes de irnos a descansar, nos dimos una vueltita para observar el impresionante movimiento y los varios lugares nocturnos, llenos de gente. En varios de ellos está permitido fumar.
 
El jueves amaneció con sol, más esperado que nunca, sobre todo porque el miércoles había llovido todo el día... Comencé a trabajar desde temprano, ya que tenemos 3 horas de diferencia con Uruguay, y yo tenía que salir al aire en directo para mi programa "Azul & Verde" de Radio Carve. Y en seguida, participamos de una visita guiada para la prensa al "Central Park", una de las grandes innovaciones de este barco.

Se inspiraron en el parque de Nueva York, y diseñaron los jardines en pequeñas secciones, con senderos que serpentean entre los 46 canteros, donde se plantaron 86 árboles y 12.000 plantas de 96 especies diferentes. Todo fue traído de la Florida y el trabajo de transplantar todo esta vegetacion fue hecho en 100 horas. En el área trabajan un paisajista y 3 jardineros. Cuentan con un sistema de sub irrigación por goteo, programado por reloj. Es la zona mas linda del barco, un oasis dentro del Oasis, con pérgolas, restaurantes, bares, cafeterías y tiendas que dan al parque. Se trata del único paseo a cielo abierto en el centro de un transatlántico. Está ubicado en la cubierta 8 y enmarcado con las cabinas que se levantan por 10 pisos más.
 
Llegó la hora del almuerzo, y podemos seleccionar entre una veintena de lugares. Elegimos ir a la proa del barco, al Solarium Bar, ubicado en el piso 16, con un buffet de comida sana y liviana. Alrededor nuestro había gente tomando sol, otros en los gigantescos yacuzzis, yo llegué a descansar una media hora, pero mi curiosidad pudo más y salí a investigar la proa de la cubierta 15, donde tomé impactantes fotografías.
 
En esa cubierta 15, los adoradores del sol estaban felices, mientras los niños disfrutaban de los juegos de la piscina. Hay varias piscinas, por lo que nunca se encuentran llenas de gente. Y varios bares y cafés a lo largo de los dos pisos dedicados a los deportes y el relax. Tambien hay un espectacular Spa y gimnasio.
 
Algunos datos y cifras: el barco está regristrado en Nassau, Bahamas, y desplaza 225.282 toneladas. Mide 360 metros de largo, y tiene 64 metros de ancho. Son 65 los metros por encima de la línea del mar y 9 por debajo del agua. Su velocidad de crucero es de 22.6 nudos. Cuenta con 24 elevadores para pasajeros, mas los de servicio. El crucero puede acomodar a 5400 pasajeros en ocupacion doble y su capacidad total es de 6.296 huéspedes. La tripulación es de 2.165, de 71 países.
 
Esta tardecita nos espera una gran actividad social, incluído un coctel para la prensa, la cena de despedida, que coindide con el "Thanksgiving Day", el Día de Acción de Gracias en los EE.UU. y un par de shows.
 
El viernes temprano, deberemos dejar este Oasis, así que la próxima nota, que saldrá el lunes en el Portal, será desde tierra firme.
 
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