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Lunes, 30 Noviembre 2009 20:00

El defensor del viajero

por Grisel Isaac
Sobre cuestiones de lealtad comercial y devoluciones de los servicios turísticos adquiridos on line. Quién podría dudar, a esta altura, de la utilidad de Internet como herramienta para planificar viajes.


La Web se ha convertido en un torbellino informativo en el que el viajero puede encontrar no sólo datos útiles sobre el destino a visitar -circuitos y paseos, fiestas populares, museos y restaurantes-, sino también el acceso a las tarifas -y la posibilidad de reservar y comprar- de servicios como paquetes, pasajes aéreos o habitaciones de hotel.

En varias ocasiones, desde el Defensor del Viajero se ha advertido sobre los cuidados a tener en cuenta en relación con las transacciones on line: que se realicen en sitios confiables, con trayectoria, que ofrezcan seguridad (el famoso "candadito") y que se desconfíe de aquellos sitios que piden el envío, a través de un e-mail de los números de tarjetas de crédito, por ejemplo.

Ahora bien, una vez realizada la compra de un servicio turístico en una operación on line, ¿qué pasa si, sea cual fuere la circunstancia, me veo obligado a devolverlo?

En caso de tratarse de un ticket de avión, habrá que sujetarse a las condiciones bajo las cuales fue contratado, que deben darse a conocer al momento de la transacción. Se sabe que, por ejemplo, las tarifas más económicas conllevan mayores restricciones y penalidades al momento de intentar cambios de fecha o devoluciones.

Para el resto de los servicios, siempre y cuando se trate de prestadores profesionales, se aplica la Ley de Defensa del Consumidor (24.240), que en el artículo 34 estipula que se puede revocar la adquisición dentro de los 10 días corridos, "contados a partir de la fecha en que se entregue el bien o se celebre el contrato", según el texto normativo.

"Esta posibilidad del arrepentimiento on line debe ser informado al comprador al momento de efectuar la transacción, y los gastos de devolución corren por cuenta del vendedor del servicio", explica Diego Benítez, presidente de la Asociación Argentina de Derecho del Turismo (www.derechodelturismo.org) y agrega: "En caso de denegación, el pasajero debe recurrir a la oficina de consumidor más cercana a su domicilio para efectuar la denuncia".

¿Y si la empresa donde adquirimos el producto o servicio turístico es extranjera? La resolución del conflicto parece tornarse más lejana.

"Si no tiene sucursal en el país, se hace difícil cualquier acción. Se puede fallar en contra del prestador, pero el cobro se torna etéreo", explica Benítez.

Otra preocupación que surge al momento de comprar servicios a través de Internet es la cuestión del derecho a la información adecuada y veraz, prevista en el artículo 42 de la Constitución Nacional y la lealtad comercial: la promesa de un hotel junto al mar se evapora cuando comprobamos, al llegar, que está a cinco cuadras de la playa. ¿Qué hacer? En este caso, el consumidor está amparado por la ley 22.802, de Lealtad Comercial, que en su artículo 9 estipula que "queda prohibida la realización de cualquier clase de presentación, de publicidad o propaganda que mediante inexactitudes u ocultamientos pueda inducir a error, engaño o confusión respecto de las características o propiedades, naturaleza, origen, calidad, pureza, mezcla, cantidad, uso, precio, condiciones de comercialización o técnicas de producción de bienes muebles, inmuebles o servicios".

publicado en: Clarin.com