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Lunes, 13 Julio 2009 19:58

La importancia de llamarse Guillermo Moreno

por Luis Alejandro Rizzi
El flamante jefe de gabinete Aníbal Fernández fue  descarnadamente claro cuando declaró a los medios refiriéndose   al Secretario de Comercio Guillermo Moreno que "Sólo cumplió órdenes” y para evitar toda duda aclaró “…


En ningún lugar del mundo un secretario de Estado hace lo que se le antoja per se, hace lo que se le instruye, lo que le instruye la Presidenta" "Si ha tomado decisiones, es porque tiene instrucciones para llevarlas a la práctica".
La alteración de las estadísticas elaboradas por el INDEC, los manejos de precios, la destrucción de la industria tambera, de la industria ganadera, de la agroindustria en general, las prohibiciones de hecho a las importaciones mediante la demora por tiempo indeterminado de la expedición de las licencias   que deberían entregarse en un plazo no mayor de 60 días, las amenazas a sectores empresarios, en fin todo el repertorio de políticas “persuasivas” aplicadas por el Secretario de Comercio fueron consecuencia de instrucciones o como dijo Aníbal Fernández de “…lo que le instruye la Presidenta”. Aunque en rigor de verdad debió decir Néstor Kirchner en su calidad de “consorte” o quizás cuadre más concubino del Poder Ejecutivo.
No se si Aníbal Fernández ha medido el alcance de sus palabras pero su declaración me hizo acordar al  niño del cuento de Andersen  que en su inocencia dijo lo que todos estaban viendo “El rey está desnudo” o para el caso “MORENO es KIRCHNER” no se dan cuenta….!.
No se si esas declaraciones encierran también alguna “picardía” para que la “obediencia debida” sirva mas adelante como excusa, pese a que todos sabemos que la obediencia debida tiene límites y que los “consortes” o concubinos no tiene rol institucional alguno.
Moreno mismo más de una vez se ha declarado “soldado”; el jefe de Gabinete ha puesto la relación de mando y obediencia en su justo lugar, el “soldado” solo debe obedecer, nunca pensar.
Lo cierto que la “cuestión” Moreno se ha instalado como si de su permanencia o “retiro” dependiera la suerte del país.
Este planteo al que también se adhirió la “oposición” reclamado su remoción, carece de sentido y diría que los que asi piensan achican el país y agigantan la figura de un funcionario que solo es la sombra de Nestor Kirchner.
En verdad el reclamo por la “destitución” de Moreno disfraza una intención mucho mas concreta que es el alejamiento de Kirchner del manejo del poder político y económico del país.
El jefe de Gabinete Aníbal Fernández en verdad debió decir que Guillermo Moreno hace lo que le instruye Nestor Kirchner con la “legalización” de la señora Fernández de Kirchner.

Desde ya mi respuesta es por la negativa y dejo  otro interrogante si Moreno pasara realmente  a retiro, quien  hará de Nestor Kirchner, ¿el propio “Aime”?
El nivel cultural de la Argentina también está dado por el rol de la oposición que parecería creer que los problemas de la Argentina son Moreno y De Vido o los mismos “KK”.
La cuestión Argentina es otra, es la falta de convicciones, la falta de ideas, la incapacidad para hacer y obrar, la incapacidad para armar una agenda que abarque los temas esenciales del momento, la falta de valentía o el exceso de cobardía que nos hace sucumbir ante la histeria de un grito o una puteada, pero para el cobarde es mucho mas fácil pedir la remoción de Moreno y decir que hay que sostener la “gobernabilidad”, que en definitiva es la gobernabilidad del consorte “K”.
Esta posición no es “inocente” por el contrario es mezquina ya que la oposición se siente incapaz para asumir  el rol que le está marcando la historia, prefiere ser personaje de  “historieta” creyendo que el final feliz dependerá de la voluntad de un libretista anónimo o del azar y no de la propia valía.
Me pregunto, no habrá llegado el momento para que la Cámara de diputados decida si hay motivo para acusar  “…por mal desempeño…en el ejercicio de sus funciones…” a la Presidenta de la nación, para que el Senado de la nación proceda a su juzgamiento.
Causas sobran, manipulación de las estadísticas para engañar a la población y a los acreedores tenedores de bonos que ajustan según los datos del INDEC, incapacidad para combatir la pandemia de la H1N1 y probable ocultación de víctimas, incapacidad para mejorar la seguridad pública, aprietes y escraches fomentados o tolerados desde el gobierno, impunidad por la toma de una comisaría, impunidad por quienes mantienen cortado el puente Gral. San Martín, vaciamiento de las fuerzas armadas, uso de recursos públicos con fines electorales, por solo mencionar algunos posibles hechos susceptibles de ser ponderados para configurar “…el mal desempeño…”.
La hipocresía se ha instalado en la vida política y no hay en ninguno de nuestros políticos una  verdadera vocación de liderazgo para sortear los difíciles momentos que deberá atravesar la república especialmente en su maltrecha economía.
Se viene una etapa de ajuste como consecuencia de la dilapidación de estos últimos años mediante el incesante y poco efectivo aumento del gasto, también por el marco de inseguridad legal que ha llevado a que se fuguen del país la exorbitante suma de u$s 43 mil millones.
Esta situación no se arregla ni con discursos ni con buenas intenciones sino con acciones concretas que exigirán una vez mas sacrificios y esfuerzos a la población.
Nuestros políticos están acostumbrados al “mandoneo” no a liderar que es una cuestión muy diferente que exige idoneidad, aptitud, ejemplaridad, certeza y confianza.
Nuestros políticos deben comenzar a dialogar, a escucharse para elaborar consensos creíbles. El diálogo debe ser una práctica habitual no un mero espasmo en situaciones complicadas, precisamente se llega a la complicación extrema por no haber tenido capacidad para mantener el diálogo.
La falta de diálogo no se debe solo a la tozudes y obstinación del gobierno sino también a la falta de imaginación de la oposición que no supo ni pudo  despertar en la gente respaldo y aliento para imponerle al gobierno el tratamiento de  agendas cautivantes.
A ciencia cierta nada sabemos de la oposición salvo que dice tener buenas intenciones, condición necesaria pero notoriamente insuficiente para alcanzar objetivos, todos hablan de nuestras posibilidades pero no se explica como concretarlas.
No se trata de defender cualquier gobernabilidad, sino una gobernabilidad idónea, eficaz y sobre todo convocante, quizás debamos hablar de “gobernanza” con el significado que le ha dado la Real Academia.
Por ello me mueve a risa cuando la  oposición dice que “…pone condiciones…” al llamado del gobierno al diálogo, la oposición victoriosa el 28 de junio tiene que presentar una agenda de cuestiones y a su vez analizar la agenda del gobierno, pero hablar de condiciones implica cierto espíritu de reticencia y hasta de debilidad.
Debemos reconocer que este llamado al diálogo por parte del gobierno no suena sincero, se parece mucho al festejado gol de Maradona con la mano en el Mundial de México 86, pero asi como ese gol tuvo valor, pudiera ser que este diálogo sirva para algo.
Para terminar. La importancia de llamarse Guillermo Moreno está dada porque representa la mano activa de Nestor Kirchner  o en el mundo de Platón Guillermo Moreno es como la sombra del por ahora afortunado consorte a cuya  mujer  no le tiembla el pulso, pese a su calidad de tal, para legalizar sus iras y caprichos.
Si asi no fuera Guillermo Moreno no habría pasado de ser un intrascendente e inofensivo  “Guillermito” y nadie estaría reclamando su remoción.

Por ello parecen ridículas  las disquisiciones entorno a si el nuevo Ministro de Economía “Aime” Boudou removerá a Guillermo Moreno, lo que necesitamos saber es si removerá a Nestor Kirchner.