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Lunes, 29 Junio 2009 02:59

Competitividad de los destinos turísticos II. Ventajas competitivas según su origen

por Miguel Ángel Acerenza
Las ventajas competitivas de un destino turístico según su origen, pueden ser de distintos tipos, a saber: estructurales, coyunturales, y funcionales.  Seguidamente detallamos las características particulares de cada una de ellas.


Ventajas competitivas estructurales

Las ventajas competitivas estructurales son aquellas que están dadas por la ubicación que pueda tener el destino turístico en relación con los mercados emisores.  Los factores determinantes de estas ventajas son; la cercanía de los mercados, y la relación tiempo-costo para llegar al destino desde esos mercados.
Aquellos destinos turísticos que gozan de este tipo de ventajas se benefician de un “poder competitivo favorable” ante los destinos competidores a los cuales se enfrentan en los mercados, sin que deban hacer para ello ningún esfuerzo de marketing.

Ventajas competitivas coyunturales

Las ventajas competitivas coyunturales por su parte, son las que se presentan como consecuencia de la disparidad monetaria que se pueda producir entre el país receptor de turismo y los países emisores.  Cuando se devalúa la moneda local en relación con las monedas extranjeras, y en especial la de los mercados emisores, aumenta el poder competitivo de la oferta del destino turístico.
Esta ventaja competitiva no responde tampoco  a ninguna acción que pueda atribuirse al destino, sino  a las decisiones que adopten las autoridades monetarias del  país.  En este caso el destino turístico gozará de esta ventaja competitiva hasta que se restablezca nuevamente la paridad monetaria.
Los efectos de la disparidad monetaria sobre los destinos,  lo volveremos a tratar nuevamente con mayores detalles  en próximos artículos.
   
Ventajas competitivas de tipo funcional

En lo que respecta a las ventajas competitivas funcionales, estas se generan como resultado de la capacidad y habilidad que el destino tenga en la gestión de los distintos factores que inciden en la competitividad.
Es precisamente en el contexto de estas ventajas competitivas de tipo funcional donde se ubica la problemática de la competitividad de los destinos turísticos, cuyo incremento se ha convertido hoy día en un reto que deben afrontar para poder competir con éxito en los mercados turísticos.  Mercados que se caracterizan por ser globalizados, cambiantes y altamente competidos.
Es importante mencionar que aunque las ventajas competitivas constituyen la base de la competitividad de un destino, no todas las ventajas que éste puede desarrollar pueden utilizarse con éxito para incrementar su competitividad en los mercados.  Existen ciertos requisitos que dichas ventajas deben cumplir para que puedan ser  verdaderamente significativas como un elemento competitivo, por lo que vale la pena destacarlos.   Esos requisitos son:
a)    Deben estar relacionadas con los atributos que más valoran los turistas de los atractivos que ofrece el destino.
b)    Ser significativas, de manera que puedan ser percibidas e incite al turista a visitar el destino.
c)    Ser sostenibles o defendibles en caso que se produzcan variaciones en el entorno del mercado en el cual se actúa.
Las ventajas competitivas que reúnan las condiciones expuestas, serán las que le podrán  dar al destino el  “poder competitivo” para  enfrentarse con éxito en los mercados a las ofertas de los destinos competidores.

Ahora bien, para saber dónde y cómo puede el destino turístico desarrollar ventajas competitivas sostenibles o defendibles, debe conocer los distintos factores que inciden en la competitividad de un destino.   Factores estos a los cuales nos referimos a continuación.


Factores que inciden en la competitividad de un destino

Tradicionalmente la visión que se tenía de la competitividad se limitaba a la relación calida-precio de los productos o los servicios ofrecidos.   Pero en las últimas décadas, como consecuencia de la globalización de los mercados en general y de la industria turística en particular, se ha ampliado dicha visión, permitiendo distinguir dos grupos de factores de distinta naturaleza que inciden en la competitividad:  uno que reúne a los denominados “factores tangibles” de la competitividad, y otro a los “factores intangibles”
Entre los factores tangibles de la competitividad se encuentran el “producto” que ofrece el destino y su “precio”; mientras que entre los factores intangibles, los cuales han adquirido cada vez más importancia como elementos competitivos, se destacan la “calidad integral del destino”, la  “capacidad innovadora” para el desarrollo de nuevas atracciones, la “actitud competitiva” que adopte el destino en su conjunto para competir con otros destinos, y la “habilidad de gestión” en marketing.

En los próximos artículos se comentará la incidencia que dichos factores tienen sobre la competitividad, y cómo a partir de ellos es posible obtener ventajas competitivas en las cuales pueden sustentarse las estrategias competitivas del destino turístico.