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Lunes, 08 Septiembre 2008 20:02

Osooo

 Un cura, un pastor pentecostal y un rabino estaban a cargo de sus respectivos templos en una universidad del norte de Michigan. Dos o tres veces a la semana, se reunían a tomar un café y charlar un rato.
Un día, uno de ellos hizo un comentario diciendo que predicarle a la gente no era tan difícil, que un verdadero desafío sería predicar y convertir a un oso.

Una cosa llevó a la otra y decidieron hacer el experimento:

"Cada uno se adentraría en el bosque, buscaría un oso, le predicaría y trataría de convertirlo a su respectiva fe".

Una semana más tarde se reunieron a comparar los resultados.

El padre Flannery, con su brazo en cabestrillo, varios vendajes en todo el cuerpo y apoyado en muletas, fue el primero:

Bueno, entré al bosque buscando al oso. Cuando lo encontré, comencé a leerle el catecismo. El oso no quería saber nada al respecto y comenzó a pegarme con sus enormes brazos. Así que  rápidamente tomé mi agua bendita, lo salpiqué con ella y ¡¡Por Dios y la Santísima Virgen!! les juro que se puso manso como un corderito. El obispo vendrá la próxima semana a darle su confirmación y su primera comunión.

El reverendo Billy Bob habló después. Estaba en silla de ruedas, tenía un brazo y ambas piernas enyesadas y tenía un suministro de suero conectado al otro brazo. En su oratoria encendida relató:

Bueno, hermanos, ustedes saben que nosotros no salpicamos a la gente. Cuando encontré al oso, comencé a leerle la Palabra Sagrada del Señor. Pero este oso no quería saber nada conmigo.  Así que lo agarré del brazo y comenzamos a luchar. Rodamos colina abajo, luego seguimos luchando mientras subíamos otra colina y volvimos a rodar hacia abajo hasta terminar en un arroyo. Entonces rápidamente  hundí su cabeza en el agua y bauticé su peluda alma. Y exactamente como te pasó a tí, añadió mirando al cura, se volvió manso como un cordero y pasamos el día alabando a Jesús.

El cura y el reverendo miraron al rabino, que yacía en una cama de hospital. Tenía yeso por todo el cuerpo, varios suministros de remedios y sangre por vía endovenosa y monitores que verificaban constantemente su condición.

Estaba realmente muy mal cuando los miró y les dijo: Mirándolo en retrospectiva, creo que la circuncisión no fue la mejor manera de intentar convertirlo...