de las ideologías y así culpan al liberalismo o neoliberalismo al
tiempo que reclaman la necesidad imperiosa de la presencia reguladora y
activa del Estado.
Como síntesis transcribo lo expresado por RICARDO LAGOS ex presidente
de CHILE con relación al plan de salvataje presentado por el Presidente
George Bush: En tanto se prepara "la nueva legislación", que
inevitablemente significa intervenir el mercado y poner más dinero
público, surgen dos grandes ironías:
a) La culminación de la ideología neoliberal, tan determinada por su
afán de disminuir el Estado y dejar al Mercado a su propia danza de
ajustes, está terminando con la más grande intervención gubernamental
que se conoce en el sistema financiero de Estados Unidos, ello medido
por la cantidad de dólares que ha costado. Cuando suenan todas las
sirenas de emergencia, está claro que el mercado no supo como
"autorregularse".
b) La otra ironía es que esto ocurre en el país percibido como el más
grande mercado financiero y para muchos, el más serio. Cuesta imaginar
adónde habrían llegado las cosas si esta debacle se hubiera iniciado en
América Latina. ¿Cuántos estarían hoy dándonos lecciones? ¿Cuántas
misiones habrían llegado a enseñarnos lo que se debe hacer?
También se culpa a la codicia y la falta de ética y moral de las
personas especialmente de los grandes ejecutivos de las finanzas como
responsables principales de esta crisis.
Lo cierto es que la verdad es muy compleja y la crisis reconoce varias causas que trataremos de desgranar.
Pero a modo de prólogo tenemos que tener en cuenta que estos análisis
con más fundamento en la intelectualidad que en el talento parte de la
base que el sistema liberal o neoliberal es o era perfecto y quizás
cabria decir parafraseando a CHURCHILL que es de lo malo lo menos malo.
Ninguna actividad humana es perfecta tenga fundamento liberal, socialista colectivista o socialcristiano.
Lo humano es imperfecto y las crisis pueden surgir en cualquier
actividad, con la salvedad que unas son mas trascendentes que otras.
Toda crisis pone en tela de juicio el pensamiento y la acción pero lo
peor que podemos hacer es juzgar el momento en base a una suerte de
pensamiento tardío como decía HANNAH ARENDT, posterior a lo ocurrido,
como se dice vulgarmente con el diario del día después es muy fácil
opinar.
De un modo general diria que como todo sistema, el económico es una
estructura en la que sus elementos deben estar armónicamente
distribuidos ya que cuando falla la armonía la estructura se
descompensa y puede llegar a deformarse y fracturarse.
El sistema económico ha permitido que el sistema financiero se
independice en cierta forma de la economía a tal punto que hoy tenemos
negocios que solo se sustentan en la administración de recursos
financieros convirtiendo al dinero en un bien en si mismo.
Días pasados leía que el fondo LTCM tenia activos por casi 130 mil
millones de dólares y su patrimonio apenas era de cuatro mil
setecientos millones lo que significaba que estaba apalancado 27 veces.
Una desmesura total que cuesta creer no se haya tenido en cuenta ni por
sus auditores ni por los órganos de control.
Estos negocios están sustentados en la confianza o en la
credibilidad que es la causa del crédito entendido como fama,
reputación en sentido positivo.
Por eso es común que cuando nos referimos a diversos tipos de
negocios nos dicen es un negocio financiero lo que significa que la
renta se obtiene por la calidad de la administración de un flujo de
dinero que se genera por la prestación de un servicio o la producción
de un bien con un mínimo aporte de capital y un sustancial aporte de
créditos.
Estos negocios financieros están sustentados esencialmente en la
credibilidad de la gente. Credibilidad inducida por medios
fraudulentos ya que el inversor común carece de información fidedigna y
solo cuenta con la información inflada.
El transporte aéreo hoy también se ha convertido en un negocio
financiero y no quiero pensar en la que presumo escalofriante relación
de apalancamiento y el riesgo existente.
En este negocio las ventas futuras de billetes constituyen un modo de
obtener crédito sin necesidad de ofrecer garantía alguna ni asumir
costos financieros; ello sin contar el crédito obtenido de las
instituciones financieras.
Típico negocio financiero es el negocio bancario que en su definición
mas elemental consiste en multiplicar el dinero de los depositantes
partiendo del supuesto que esos dineros no serán retirados un mismo
día a una misma hora por todos ellos.
Si ello ocurriera se produciría lo que denominamos corrida bancaria y el banco en cuestión quedaría en situación de falencia.
Va de suyo que el crédito es un elemento esencial de la economía, pero,
siempre los peros, dentro de ciertos límites. El crédito debe ser un
accesorio o complemento del capital propio.
En cierta forma todo sistema económico como estructura depende de las proporciones y de las relaciones entre sus elementos.
Estamos en peligro de asignar a la política monetaria, decía MILTON
FRIEDMAN, un rol mayor del que puede cumplir, en peligro de pedirle
que lleve a cabo tareas que no puede cumplir y, como resultado de esto,
en peligro de impedirle hacer el aporte que si puede hacer
Los cimientos se diseñan para resistir cierto peso teniendo en cuenta
la calidad del suelo, pero si el peso se excede lo más probable es que
el edificio se derrumbe lo que no significa que debamos cuestionar a
la ingeniería.
En todo sistema económico debe haber una relación muy estrecha entre
dinero y bienes ya que si la creación de dinero se incrementa sin
relación con la producción de bienes (incluyo bienes propiamente dichos
y servicios) el exceso de dinero generará inflación o aumentos de
precios dando comienzo a una distorsión del sistema que provocará todo
tipo de excesos hasta que se produzca un estallido y en ese momento
mas por necesidad que por virtud no hay mas remedio que regresar a un
sistema de relaciones racionales.
Un poco por codicia y otro poco por soberbia intelectual, se llegó al
punto que el sistema financiero dejo de ser un medio de la economía
para convertirse en su propio fin y el objetivo fue vender dinero
bajo la forma de créditos. El precio del dinero era la tasa de
interés.
Así a través del tiempo se fueron creando diversos instrumentos o
productos financieros para facilitar e incrementar la capacidad de
endeudamiento y gasto de los beneficiarios.
En un principio las entidades financieras estudiaban y analizaban muy
seriamente la capacidad de pago de los solicitantes a tal punto que
poseer una tarjeta de crédito era un signo indiscutible de solvencia
económica por parte de su tenedor. Este producto financiero se degeneró
de tal modo que luego se crearon diversos colores de tarjeta, doradas,
platinum, platinum plus etc, para discriminar sobre la capacidad de
crédito del tenedor.
Sin embargo las políticas crediticias se fueron resquebrajando y las
entidades financieras se prepararon para facilitar el endeudamiento de
sus clientes actuales o futuros sin reparar en la capacidad de pago.
La baja de las tasas de interés no solo abarataba el precio del
dinero sino que también animaba a la gente para endeudarse sin medir
sus posibilidades de pago al tiempo que se especulaba que los procesos
inflacionarios contribuirían a licuar sus créditos y facilitar su pago,
la cosa era poder aguantar las primeras cuotas. Recordemos que la
Reserva Federal a fines de 2001 fijo la tasa de interés en el 1% anual.
Otra desmesura.
La política del crédito fácil contribuía a aumentar el gasto y
desalentar el ahorro que es uno de los riesgos de las políticas
expansivas.
En fin se había arraigado la idea o cultura que el dinero creaba
riqueza o que el dinero era riqueza y la prueba irrefutable estaba dada
por el aumento del consumo.
En el medio del SAHARA de nada sirven cien millones de dólares si
carecemos de un bidón con agua y un camello. Si tuviéramos esos bienes
seríamos millonarios sin tener un dólar en el bolsillo.
Como decíamos antes la política expansiva de los medios de pago
favorece mas el consumismo que definimos como consumo abusivo, que el
consumo racional y sustentable.
En economía y con más razón en el comercio tanto la oferta como la demanda deben ser sustentables.
La facilitación del crédito especialmente el hipotecario llevó a que
los precios en general se incrementaran artificialmente y se perdiera
la relación costo-beneficio.
En sanos principios el precio de un producto debe tener una relación
con su costo de producción y una renta razonable, pero cuando esa
relación se rompe el sistema económico comienza a debilitarse.
Esto pasa con los commodities y siempre me he preguntado porque estos
bienes tienen que tener un precio universal cuando los costos de
producción varían notablemente de una región a otra.
En nuestro país por ejemplo el costo y la rentabilidad de producir soja
varía según la zona geográfica en el que se realice el cultivo. No
desconozco que el precio internacional marca una referencia pero
resulta injusto que ese precio se generalice y genere ganancias
abusivas.
Este es un terreno muy vidrioso ya que es muy difícil determinar el
límite entre lo que es abusivo y no lo es, pero nuestra referencia
debería ser el concepto de usura que tiene que ver con el interés o
ganancia excesiva. Aplicando un concepto libertario esa ganancia
excesiva podría ser tolerada si satisficiera los principios de eficacia
y de diferencia.
El primero se refiere a que la ganancia excesiva no implique que el
aumento de la producción y de la ganancia no signifique disminución de
otros bienes y pérdida salarial y el segundo se refiere a que esa
ganancia también beneficie a los menos favorecidos en su posición
social.
Si esa ganancia produce concentración de riqueza y extensión de la
pobreza será una ganancia injusta y el estado debería actuar mediante
reglas preestablecidas que garanticen la vigencia de esos principios.
Pienso que la política fiscal es el instrumento idóneo para incidir en
la distribución de la riqueza, que esencialmente consiste en generar un
marco que favorezca la igualdad de oportunidades para todos.
Precisamente el abaratamiento por un lado del costo del dinero y por
otro la facilitación para su otorgamiento contribuyeron para alterar
aun más esa relación agregándose como elemento del precio ese factor de
oportunidad que impulsaba a la gente a pagar cualquier precio ya que el
dinero era barato y se conseguía fácilmente, en muchos casos hasta
falseando una declaración sobre la capacidad de pago o los ingresos
percibidos.
Habría que preguntarse si esta política expansionista pudo satisfacer
los principios de la eficacia y la diferencia. Mi impresión es que solo
los contempló de modo virtual y puntual. También es injusto fomentar
ilusiones irracionales.
También influían las modalidades del crédito que durante un lapso
prolongado no se amortizaba el capital sino que solamente se pagaban
los intereses. Esta modalidad también contribuía a sustentar la falacia
ya que incluso actuando con la mejor buena fe el tomador del crédito se
engañaba sobre el costo real de su endeudamiento y sobre su real
capacidad de pago.
Esa fue la cultura bancaria o financiera la cuestión era forzar a la gente a contraer deudas sin verificar su capacidad de pago.
Los créditos se securitizaban con lo cual en los títulos que los
representaban se perdía la posibilidad de valorar su calidad confiando
el mercado en la performance económica de la entidad financiera
emisora dada por su cartera de créditos formalmente legitima pero
económicamente insustancial.
Sobre bases mentirosas con el beneplácito de las auditorias como se
había puesto de manifiesto en el caso ENROM, se armó esta enorme
burbuja cuyos brillantes destellos encandilaban a los desprevenidos
inversores.
Mas científicamente ALAN GREENSPAN les daría el nombre de euforias
irracionales, pero la Reserva federal mediante equivocadas respuestas
contribuía a mantener ya que los balances cuidadosamente falseados
legitimaban la realidad de las burbujas y de las euforias irracionales,
cuyo factor de aparente razonabilidad descansaba en esos números
mentirosos.
Como hemos visto las causas de esta crisis descomunal está dada por la
ambición desmesurada o codicia, por un modo fácil de ganar dinero por
parte de unos pocos ejecutivos de las finanzas, por la complicidad de
las auditorias y por malas decisiones del gobierno de los EE.UU. que
advirtiendo la virtualidad de este mundo financiero lo toleraron vaya
uno a saber por que motivos que pudieron ser ideológicos, políticos,
incapacidad o el temor a las consecuencias si se ponía al descubierto
esta gran mentira.
Mas realista fue el comportamiento del BANCO CENTRAL EUROPEO al
mantener relativamente mas caro el EURO regulando la tasa de interés
en alrededor del 4 por ciento para prevenir procesos inflacionarios
aunque la consecuencia fuera una incipiente recesión o quizás mejor
dicho un enfriamiento suave y controlado del sistema económico
preservándolo del sistema financiero.
La crisis es una crisis en el capitalismo, no del capitalismo como se escucho por parte de varios snobs de la cultura.
La cuestión es si el Estado debe intervenir o dejar que la crisis
genere la oportunidad y que el sistema se regenere a si mismo en una
suerte de resiliencia.
Esto no es una cuestión ideológica sino de buen gobierno.En general la
izquierda reclama por un estado fuerte, pero que significa estado
fuerte controlar y vigilar las libertades, eliminar el mercado, volver
a economías colectivistas y profundamente dirigistas
?
Vuelvo a RICARDO LAGOS porque creo que expresa su punto de vista con
máxima honestidad intelectual pese a que no comparto su punto de vista.
Dice LAGOS,
En otras palabras, países como los nuestros requieren en
el siglo XXI de un Estado fuerte y con capacidad de impulsar políticas
y programas que respondan a las exigencias de sociedades desafiadas por
la modernidad, a la vez que generen las condiciones para un despliegue
sano e innovador de la economía. Es decir, un Mercado orientado al
crecimiento económico persistente y con reglas claras
.
En verdad creo que lo que LAGOS quiere decir que lo que se necesita es
un BUEN GOBIERNO y con buen gobierno no es necesario hablar ni de
estado débil ni de estado fuerte.
Es obvio que ante la magnitud de la crisis no solo el estado
norteamericano deberá intervenir, en verdad la crisis debería ser
afrontada por los estados de las principales economías del mundo, pero
debe advertirse que la intervención, o mejor dicho acción de
gobierno, debe ser para preservar el sistema y no para asumir
pérdidas lo que iría en contra de elementales principios morales.
Tengamos en cuenta que en WALL STREET están en papeles las
jubilaciones de los norteamericanos y este es un derecho que debe ser
celosamente defendido.
Las crisis deben servir para el aprendizaje y si se produjera un
salvataje masivo la lección sería negativa y alentaría nuevas
aventuras total sabríamos que llegado el momento el estado se hará
cargo. Seguiríamos facilitando la irresponsabilidad.
El prestador de última instancia debe existir para casos muy específicos pero de ninguna manera para socializar pérdidas.
La sociedad, la gente, el mundo global en definitiva deben pasar este
momento cruento, deben asumir las consecuencias con la mínima
anestesia posible como única forma de aprender.
El sistema financiero debe volver a ser un medio de la economía y esta
es la lección de la crisis: el dinero puede generar dinero, mucho
dinero, muchísimo dinero, pero ese dinero nunca será sinónimo de
genuina riqueza.
Cabe presumir que las consecuencias de esta crisis se prolongarán por
varios años y a nosotros, los argentinos, nos afectará más que nada por
nuestros propios vicios, club de Paris, holdouts, manipulación del
INDEC, aprietes a empresas de capital extranjero y falta de
credibilidad.