Ese club no era grande solamente en fútbol, era una potencia en ciclismo y en básquetbol; tuvo campeones en boxeo, volley, bowling, tenis de mesa, en una palabra, era una gran institución.

Siempre fue dirigido por hombres que tenían algo en común: los sueños y la creatividad.

Hasta que un mal día tomó el poder del club una dinastía que confesaba estar en las antípodas y decía que solo vivía la realidad.

Desaparecieron todos los deportes "menores" en aras de ser muy grandes en fútbol.

La dinastía cometió dos errores en dos décadas: claro está que su misión era hacer desaparecer del mapa a la institución pero, en contra de sus intereses, en la segunda parte de la década del 80 contrató al Maestro Tabárez y éste, con un equipo de botijas, lo sacó Campeón de América en el 87.

Y en los 90 el segundo yerro, contrató a Bengoechea y con tres o cuatro más, el hombre del bronce ganó el quinquenio.

Pero antes trajo a Menotti y a pesar de Alvez, todos los partidos eran 3 o 4 goles en contra.

¡Y trajo a Carrasco! que no podía disimular la cara de asco que le significaba ponerse la rayada.

Y ya metidos en la dirección de todo el fútbol, fueron decisivos para traer a Pasarella a la selección...

Y cuando Marcelo Otero era una máquina de hacer goles lo insultaron en la prensa y lo hicieron desaparecer.

Y al gallego Martínez que era un gladiador, lo echaron como a un perro.

Y al Cebolla y a Bueno ¡se los robaron!, ¡les avisaron que se los iban a robar y se los robaron igual!!!Y a Bueno...lo compraron de nuevo!!!

Y  ahora, para que nadie les impida cumplir su misión, para que el aurinegro sea "missing", trajeron a "Segunda Pelota" Ribas.

Cuando algún día se vayan, si queda algo del club, habrá que ver cuantos millones de dólares hay en rojo.

Nefastos, soberbios, yetas, o...bolsos???