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Jueves, 19 Marzo 2009 05:17

La República kirchnerista: nuestra pesadilla

 por Luis Alejandro Rizzi

La Real Academia nos dice que la palabra pesadilla tiene estas varias acepciones: * Ensueño angustioso y tenaz. *Opresión del corazón y dificultad de respirar durante el sueño. *Preocupación grave y continua que siente alguien a causa de alguna adversidad. *Persona o cosa enojosa o molesta.


Lo cierto es que una gran parte de los argentinos vivimos esta realidad kirchnerista de una manera angustiosa y tenaz y nos cuesta creer que esa realidad la vivimos en la vigilia.

Más de una vez quisiéramos estar soñando para que la pesadilla quede en el recuerdo del ensueño como algo que no nos gustaría vivir y que una vez despiertos quede en el recuerdo de lo anecdótico.
 
Políticamente sentimos la opresión del kirchnerismo expresada por la intelectualidad digna de ciruela de la Señora Fernández "de" Kirchner y por la fanfarronería de Nestor Kirchner en cuanto se precia y hace alarde de lo que no es, y en particular de valiente.

Probablemente haya sido valiente al promover ejecuciones sobre la recordada 1050 en épocas de la dictadura militar de 1976 que dejó a muchos propietarios o deudores en la calle, en una redistribución del ingreso en beneficio propio o al comprar terrenos en el Calafate a precios irrisorios  sabiendo que eventualmente  seria investigado” por un pariente.

El estilo ciruela de la señora de Kirchner irrita y molesta y su verba muestra al mejor estilo de la sofistica su permanente complejo  de superioridad haciendo un uso “cambalachesco” de los conceptos sin preocuparse de sus exigencias ni de sus precisiones.

Su verba puede sostener el pro como la contra según donde esté ubicada y junto con Protágoras de Abdera  podría decir “soy la medida de todas las cosas, de las que existen como de las que no existen”.

La República kirchnerista es la medida de todo y lo que es bueno para los Kirchner debe ser bueno para todos, esa es la norma suprema, o más bien que una norma son los fines porque en definitiva la República kirchnerista carece de normas, es una institución de fines que justifican el uso de cualquier medio.
Los Kirchner son una pesadilla en cuanto son personas enojosas y molestas y estas “virtudes” las han convertido en “idoneidad” para poder ingresar a la función pública.

El gobierno kirchnerista en general es un gobierno enojoso y casi todas las decisiones reconocen su causa en una determinación que se toma arbitrariamente, inspirada por un antojo, por humor o por deleite en lo extravagante y original, es decir son caprichosas, fruto de su infalibilidad natural, así  se decidió eliminar las AFJP de un plumazo, abrir un nuevo blanqueo, insistir con la grosera ilegalidad de las retenciones o alterar el cronograma electoral para buscar la ventaja que esperan obtener del adelantamiento de la fecha de las elecciones.

El enojo es otra característica de la República kirchnerista que hace del reto y la admonición uso despiadado contra quien o quienes se atreven o ponen en duda su infalibilidad.

Los Kirchner han instalado la crispación porque en definitiva en la crispación generalizada se siente triunfadores ya que siempre habrá en la sociedad personas que se sentirán afines al no poder dominar sus rencores ni frustraciones.
 
Los Kirchner son también personas molestas, los altera la diversidad de ideas, son incapaces de dialogar porque en el diálogo se pondría de manifiesto su verdadero nivel cultural e intelectual, mucho mas cercano a la ignorancia y mucho mas alejado de la sabiduría.

Los funcionarios “K” responden a la misma lógica, resuelven según sus humores,  cuando tiene margen de acción y sino deben recurrir a la obediencia debida o indebida, da lo mismo. Son diversos grados de obsecuencia.
 
No puedo evitar compadecerme de las segundas líneas que tienen a estos funcionarios como superiores, más de una vez en varios sectores de la administración siento enorme impotencia al solo poder responder "vendrán tiempos mejores”.

La República kirchnerista, es una preocupación grave y continua (no eterna); es una pesadilla.
 
Esta pesadilla se diluirá el día que los argentinos despertemos (será con las próximas elecciones) y posiblemente deberemos recurrir a la terapia para entender “como nos pudo pasar esto” y que debemos hacer para construir la República, republicana y democrática.

La señora “de” Kirchner una vez se declaró “hegeliana”, seguramente porque cree que lo “racional es lo real”, pero como decía Chesterton la locura consiste en un exceso de racionalidad…que no nos dejar ver la realidad, en ese estado merece nuestro respeto.
 
En definitiva para construir el post kirchnerismo debemos asumir la República kirchnerista, de lo contrario, el post kirchnerismo podría ser otra pesadilla y como suele ocurrir, peor.