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Lunes, 05 Marzo 2007 17:15

El "Viejo de la Bolsa".

"No es lo mismo vender neumáticos o galletitas que un destino turístico" es una aseveración que nos pertenece y que ya ha sido editada en algún otro medio..
Junto a este pensamiento recomendábamos evitar los métodos de márquetin usados en el Primer Mundo y  retornar al " márquetin artesanal" a nuestro entender, lo que debemos hacer en Uruguay, especialmente en Montevideo.
Cuando las grandes cadenas hoteleras con apellidos ilustres comenzaron a cotizar en la Bolsa y con ello, a cambiar de manos y dejar de pertenecer a sus grandes hacedores; cuando los megaoperadores pasaron a sentar a la mesa del directorio accionistas sin rostro ni nombre propio, comenzó el camino sin retorno.
El mundo avanza hacia la elaboración, sin pausa, de empresas exitosas a como dé lugar; esas empresas son inyectadas con fondos provenientes, mayoritariamente, de los ahorros de  ancianos pasivos de todo el mundo, principalmente de Norteamérica, Asia y Europa.
Entonces la cantidad de pisos tope, exigida por Mr. Marriott, para la altura máxima de sus hoteles, ya no importa; la idea original que Alamo Rent a Car no vendiese licencias y mantuviese el control de sus oficinas en el mundo, quedó por el camino. Cuando los contactos personales fueron desapareciendo, dando paso a los virtuales, en la web, "el oficio" y la "influencia" de los agentes de viajes que conseguían aquella reserva imposible o el precio increíble, comenzaron a relegar, definitivamente la razón de la intermediación.
Expliquémonos con humor y recordemos la supuesta respuesta de un exiliado uruguayo en New York, cuando le preguntaron que haría en el momento que se enterase que comenzaba el Apocalipsis: " me tomo el primer vuelo a Montevideo; siempre, todo, llega diez años más tarde a mi país..."
No pensemos entonces que tenemos galletitas o neumáticos; vendamos el candombe y el tango; nuestro teatro y nuestra paz; nuestra cocina y la hospitalidad; el avistamiento de pájaros y el camino del vino;la yerra y la doma y que aquí, a las criadillas las conocemos como huevos de toro; avisémosles a los europeos, que desde nuestras llanuras, estén donde estén, se ve el horizonte y a los congresistas de todas las disciplinas, que tenemos ciudades a escala humana.
Está bien propiciar la inversión en campos de golf y puertos deportivos pero, recordemos que los veranos excepcionales como el que finaliza, duran como máximo tres meses y el año tiene doce y tengamos en cuenta que el Uruguay está compuesto por 19 departamentos y que sol y playa hay en unos pocos.
En nuestro país se están dando los primeros pasos para potenciar definitivamente la Bolsa de Valores...¿habrá tiempo de seguir estrategias de márquetin artesanal? o directamente, en su defecto, deberemos también elaborar empresas exitosas para el viejo de la bolsa ???
Nos vemos.