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Jueves, 19 Abril 2007 16:52

ZONA ENTREVISTAS - Giovanni Bisignani, Director General de IATA: Escalera al cielo

20 ABR 07 - Portal del Uruguay.
La industria aérea vuela por el mundo buscando encontrar cielos despejados que le permitan encontrarle de nuevo gracia al negocio, mientras entran al sexto año desde que los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos, les nublaron por completo el horizonte.

 
Globalmente, el tráfico aéreo viene experimentando un crecimiento del 5% anual, y lo más seguro es que, para finales de 2007, las compañías obtengan finalmente un beneficio de al menos $2.5 mil millones.

“Es prácticamente nada”, dice Giovanni Bisignani, director general y CEO de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés).

Nada, en efecto, para una industria que mueve $450,000 millones anuales. Un respiro, sin duda, cuando se comprueba que estas empresas completaron $40,000 millones en pérdidas desde el fatídico 11 de septiembre hasta 2006.

Con todo, no se puede obviar que en 2007 será la primera vez desde los atentados en que las aerolíneas consigan superar los números rojos.

Bisignani, cuya asociación engloba a unas 250 aerolíneas de 130 países, representando cerca del 94% del tráfico aéreo mundial, habló en exclusiva con el:Economista en una visita relámpago a El Salvador y en un momento en el que la industria se dispone a dar una nueva batalla en sus casi interminables turbulencias.

En un breve plazo, IATA espera que se mejoren los procesos de seguridad en los aeropuertos, lo que facilitaría el tráfico de pasajeros; y, por otro lado, que bajen considerablemente los costos de los servicios que gobiernos o privados prestan en las terminales.

Por ejemplo, México cuenta con las tarifas de las más altas de América Latina en sus aeropuertos, casi un 50% más que en cualquier otro país. Esto incluye pagos por aterrizajes y despegues, estacionamientos, iluminación o lo que se refiere al abordaje y desembarque de pasajeros.

En un mediano plazo, la meta de IATA es que se dé por fin la liberalización de los servicios aéreos, conocido como “open sky” o cielos abiertos, sobre todo en las regiones del mundo que mueven la mayor parte del tráfico: Estados Unidos y Europa.

“El ‘open sky’ sería el augurio mejor después de 60 años de existencia de la industria, “porque nos permitiría manejar esto como cualquier otro negocio”, afirma Bisignani.

Ya Estados Unidos y la Unión Europea han llegado a un principio de acuerdo de “cielos abiertos”, que solo falta sea ratificado a finales de marzo de 2007 por los ministros de transporte de los 27 países de la UE.

El pacto, que ha suscitado algunas críticas en Europa, pues hay grupos que consideran que beneficiará más a las aerolíneas estadounidenses que a las suyas, permitiría, entre otros aspectos, que una empresa europea pueda comprar hasta un 25% de las norteamericanas, y estas últimas puedan poseer más del 49.9% de las comunitarias del Viejo Continente.

“Nosotros como línea aérea norteamericana apoyamos el ‘open sky’”, dice desde Panamá un alto ejecutivo de Delta para Centroamérica y el Caribe, Miguel López.

“Obviamente esta competencia vendrá a favorecer al cliente, porque tendrá más opciones y quizá precios más bajos”, agrega López, cuya compañía llega a 304 destinos de 52 países y es líder en el Atlántico.

Como el ejecutivo de Delta, varios analistas en Europa prevén que el precio de los boletos podrían bajar hasta en un 15% con este acuerdo en los próximos años.

IATA sería feliz si el “open sky” entre europeos y estadounidenses vuela por buen cielo, después de venir sufriendo una serie de golpes que van más allá de 11-S.

Después de eso, en 2003, las compañías aéreas terminaron en jaque con la aparición en ASIA del síndrome agudo respiratorio Severo (SARS).

“Para nosotros fue peor que la guerra en Iraq”, asegura sobre la neumonía atípica el CEO de IATA.

Aún no terminaban de estabilizarse de las turbulencias cuando aparecieron las compañías de bajo costo. Para terminar de nublar el negocio, los costos del combustible se pusieron por las nubes, alcanzando casi un 40% del total de gastos de operación. Tras esos embistes, la industria prácticamente cambió y se volvió más eficiente. Bisignani espera que el rumbo que han tomado los lleve a lo más alto. Con el cielo de límite.

Ixchel Santamaría/Luis Andrés Marroquín / archive.laprensa.com.sv
publicado en AeroLatinNews como entrevista de la semana en "Palabras al Vuelo".