mausoleo-slider-intro-1920x400
solis-slider-intro-1920x400
pocitosslider-intro-1920-400
mvdmausoleoslider-intro-1920-400
Domingo, 11 Marzo 2007 21:52

ZONA EMPRESAS: Cuando se instala el mal humor

El malestar que se genera entre los empleados puede afectar los negocios y las relaciones de la firma

Diez de la mañana. Aunque la oficina está llena de gente, todo parece tranquilo, e incluso surgen bromas entre los compañeros. Pero a medida que avanza la jornada, la atmósfera se vuelve paulatinamente más densa, casi irrespirable, y sólo se oye un comentario breve en voz baja. De a poco las mañanas apacibles se transforman en tardes insoportables. El mal humor de uno contagia a otro, hasta que llega a dominar a todos.

Puede empezar con una mala respuesta, un reclamo, o simplemente con un silencio demasiado prolongado. Lo cierto es que una vez que el mal humor se instala en el ambiente, es muy difícil escapar de él. Por eso cada vez hay más empresas que ofrecen cursos para aprender a afrontarlo.

"Para poder superarlo en un equipo de trabajo hay que entender que el enojo es un proceso que se da en espiral, que atrapa a la persona que tiene mal humor y a quienes están a su alrededor", explicó Cristina de la Vega, directora de Acuarell Capacitación, consultora de formación profesional especializada en temas de desarrollo humano. "Empieza cuando la persona no puede responder de la manera adecuada y expresar su enojo sin agresión", agregó.

Una vez almacenada y reprimida, la ira lucha por escapar; y apenas encuentra un pequeño espacio, sale con furia. En la mayoría de los casos, sin motivos válidos y con quien menos lo merece. Por eso, según la especialista en Psicología social, "el desafío es adaptar esas respuestas naturales, sin que afecten a las personas que nos rodean".

Problemas de equipo

Una mala respuesta a un cliente, dificultades en los procesos de gestión, pedidos con mal tono, son los múltiples problemas derivados del mal humor de un empleado. Y tarde o temprano afectan a la organización.

Los primeros indicios se ven en el desempeño del equipo. "Cuando cinco o seis personas trabajan juntas, comparten el mismo espacio y establecen lazos, porque tienen objetivos de productividad, y además actividades sociales", comentó Cristina de la Vega. Si un empleado tiene el mal humor incorporado, lo transmite al resto del grupo. Entonces, el clima laboral se enrarece, surgen grietas y el equipo empieza a fallar.

Canalizar el enojo de manera adecuada es tan importante como cumplir con los objetivos o resolver problemas. Aún más, casi parece ser una condición esencial para lograrlo.

"Los talleres se centran en el individuo: apuntan a que cada uno pueda reconocer qué aspectos de su forma de responder, de su perfil emocional, son más vulnerables", dijo De la Vega. Además, se brindan herramientas para que las personas aprovechen sus fortalezas.

Claves contra el mal humor

¿Te pasa algo? No. ¿Qué te pasa? Nada. ¿Estás enojado conmigo? No. ¿Qué problema tenés? ¡Basta!

Una de las claves para enfrentar un problema de mal humor es garantizar una buena comunicación (ver Guía para controlar el enojo ) . Pero eso no significa presionar al otro para que hable a toda costa.

Según los especialistas, si una discusión se intensifica cada vez más y uno nota que el enojo va a adueñarse de la conversación, lo mejor es advertirle al otro de ese estado emocional e interrumpir el intercambio. Si no es el momento adecuado, mejor continuar el diálogo más tarde. A la inversa, si alguien recibe esa advertencia, es recomendable respetar el espacio que pide el otro, y no forzarlo para que se exprese en ese instante.

Conocer las limitaciones propias, descargar el mal humor en el momento indicado, mejorar la comunicación con los compañeros y respetar los tiempos ajenos son los caminos para controlar el mal humor. Todos ellos conducen a un clima laboral más saludable.

Ana Moreno

Guía para controlar el enojo

Cuando se confirman y aceptan las dificultades para controlar el mal humor, el proceso para salir de esa espiral de malas contestaciones y aislamiento incluye cinco puntos esenciales.

Autoconocimiento. Consiste en conocer de qué manera uno responde, cómo reacciona ante un conflicto, e identificar las cosas que pueden irritarlo o hacerle perder el control.

Control emocional. Permite regular la respuesta emocional sin reprimirla. Se puede ejercitar para aprender a reaccionar de la mejor manera.

Conciencia situacional. Es la capacidad de interpretar la situación y los comportamientos de las personas. Una lectura adecuada del entorno puede evitar numerosos conflictos.

Comunicación. La mayoría de los conflictos se inician con un problema de comunicación. Si una persona no se hace entender, difícilmente podrá expresar su enojo de manera saludable. Si alguien no puede escuchar y comprender al otro, nunca llegará a un acuerdo con él.

Red social. Las personas con mal humor tienden a aislarse, y quienes las rodean, las excluyen por su mala relación. Una red social resistente rompe ese círculo vicioso y puede trabajar para mejorar las interacciones en el mundo laboral, recobrando el equilibrio perdido.
 
fuente: La Nación