El martes pasado nos pronunciamos al respecto en el artículo Controladores aéreos y guardavidas: un problema de nunca acabar   y en el mismo reclamamos una vez más, políticas de Estado y dijimos textualmente: "Para ser un país de primera, las cuestiones elementales deben ser solucionadas como un trámite y no, de la forma en que se deben hacer en la actualidad. Para ser un país de primera, si bien es reconfortante que la fuerza de gobierno se lo proponga, lo fundamental es que el resto de los habitantes de ese país, nos lo creamos, que nos convenzamos y obremos en consecuencia. Mal que nos pese, todos estamos involucrados, nos guste o no.".

Obviamente que, a tan solo 72 horas de emitir aquel juicio, lo ratificamos.

Las aerolíneas, por intermedio de la Cámara que los nuclea, con absoluta lógica y razón dicen lo que todos sabemos:


* Que estamos en la más alta temporada
* Que han agregado frecuencias a nuestro principal balneario
* Que los retrasos y demoras perjudican a los pasajeros y generan costos adicionales a las empresas

En el fondo, todos sabemos que la situación puntual es muy difícil de revertir por la razón del artillero: no alcanzan los recursos humanos y se está entrenando a los recientemente ingresados, los cuales no están aptos aún, para exponerlos a un trabajo tan delicado.

Entonces, como siempre ocurre en el mundo de los negocios,en el caso puntual se plantea la disyuntiva: se reclama el servicio normal que un aeropuerto de la categoría del de Punta del Este, que cobras tasas y servicios aeroportuarios de los más caros de la región, debe brindar o en su defecto, que se estudien modos de compensación a pasajeros y aerolíneas afectadas.

Sean cuales sean las medidas que finalmente se tomen, serán polémicas.

El cuello de botella creado por la imprevisión, afecta directamente al producto, o sea, al destino.

Si nos ponemos a pensar en  el dineral invertido en promoción de Punta del Este por públicos y privados, si a eso le sumamos el dineral invertido por el Estado uruguayo para mantener viva a Pluna hasta llegar a la venta de la mayoría de su paquete accionario, si a todo eso le agregamos el dineral invertido en la construcción y mantenimiento respectivamente de los aeropuertos de Carrasco y de Laguna del Sauce, nadie, en su sano juicio, puede entender que la terminal esteña deba cerrarse parcialmente porque el controlador aéreo de turno debe ir al baño o salir a comer, a tomar algo o a fumar (que para eso, en definitiva, son los descansos).

El dato de la realidad indica que los afectados en primera instancia y sin discusión, son los pasajeros y las aerolíneas.

El aeropuerto de Laguna del Sauce es caro en tasas y en servicios pero, los controladores aéreos no dependen de su administración, sino de la del Estado.

Es el Estado el que ha sido omiso en preveer esta coyuntura.

¿Quién es el Estado?

Ahí apuntaba nuestro comentario cuando dijimos: "Mal que nos pese, todos estamos involucrados, nos guste o no."

Entonces, cuando recibo algún mail que me dice que soy conformista o cuando me encuentro con algun actor de primera línea, en este tema, involucrado hasta el tuétano en la operación y me dice: "todos queremos un país de oprimera, se están haciendo muchas cosas para lograralo pero no podemos cerrar un aeropuerto como Laguna del Sauce porque no hay gente para controlarlo".

Vuelvo a reiterar lo mismo: "Mal que nos pese, todos estamos involucrados, nos guste o no.". Y ahora ya, reitero lo de líneas arriba: "Sean cuales sean las medidas que finalmente se tomen, serán polémicas.".

Si no se atiende el reclamo de la Cámara de Comercio de la Aeronáutica, se estará dando razón a los dichos que indican que no hay ninguna reacción por parte del PE y si se atiende, no faltarán quienes digan: "que siempre la queda Juan Pueblo".

Quisimos comunicarnos con el Ministerio de Transporte y no pudimos. Nos comunicamos con el Ministerio de Turismo y solicitamos comentarios al respecto, los cuales no llegaron.

Este hecho puntual, lamentable, viene a confirmar por enésima vez que mientras no tengamos una legislatura idónea, mientras no dejemos el discurso y no pongamos  manos a la obra, en darle un marco jurídico  A TODO LO QUE INVOLUCRE AL TURISMO, seguiremos haciendo informes muy lindos, encuadernando ideas valiosas y recitando proezas pero, en la práctica, continuaremos siendo demasiados falibles a cualquier contingencia y por ende, muy lejos de ser de primera y ni que hablar, desarrollados. Nos vemos.  


{xtypo_rounded2}LA CARTA DE LA CÁMARA
Montevideo, 7 de enero de 2010

Sr. Ministro de Defensa Nacional,
Dr. Gonzalo Fernández

De nuestra mayor consideración:

Por la presente, la Cámara de Comercio de la Aeronáutica, que nuclea al conjunto de aerolíneas que operan en Uruguay desea expresarles su enorme preocupación por la situación que se viene registrando desde el pasado 25 de diciembre, en el Aeropuerto Internacional de Punta del Este, con los controladores aéreos, y que se ha reiterado en sucesivas ocasiones en las últimas dos semanas. La situación también es preocupante en Montevideo, donde aunque las limitaciones no parecerían tan graves, el mayor volumen de pasajeros y los cada vez más numerosos pasajeros en conexión de diversas aerolíneas, hacen que lo que parecen retrasos menores se conviertan rápidamente en serios inconvenientes para pasajeros y empresas.

Creemos que en este momento, en plena temporada, la situación generada es gravísima no solo para las empresas nucleadas en nuestra Cámara y sus pasajeros, sino para la imagen del país.

Cuando hace pocos días se inició la operativa del Aeropuerto Internacional de Carrasco, cuando las principales aerolíneas que operan en nuestro país han agregado vuelos directos a Punta del Este, cuando la temporada aparece como muy buena según todos los indicadores, cuando la propia Junta Nacional Aeronáutica dispuso hace pocos días una política de cielos abiertos para promover el arribo de vuelos a nuestro principal balneario, la situación planteada a raíz de las medidas dispuestas por los controladores aéreos es totalmente inaceptable.

Podemos entender la falta de personal especializado, pero no podemos aceptar pasivamente que no haya ninguna reacción, ya que además de perjudicar al país, se generan importantes trastornos a nuestros pasajeros y costos innecesarios a nuestras empresas, que son las que terminan asumiendo la responsabilidad frente a los pasajeros por los atrasos generados a raíz de una situación de la que todos somos víctimas.

En las actuales circunstancias, un servicio eficiente y de máxima calidad y seguridad para todos es esencial para el país y en el caso de no poder prestarse el servicio con las garantías de seguridad necesarias, debieran evaluarse otro tipo de medidas que compensen a los pasajeros y empresas afectadas, más aún cuando los costos de tasas y servicios aeroportuarios que pagan pasajeros y empresas en Punta del Este, son de las más altas de la región.

Hemos tenido varios contactos con el Director de la DINACIA, brig. Gral. (Av.) Daniel Olmedo, quien respondió a todos nuestros requerimientos, dando las explicaciones del caso respecto a la falta de personal capacitado, pero las medidas implementadas, estableciendo un intervalo de 15 o 10 minutos entre operaciones de despegue, aterrizaje o sobrevuelos, no solucionan ni siquiera mitigan el problema, que sigue generando importantes perjuicios para los turistas, para las empresas y para el país. La situación planteada impide cumplir con los compromisos asumidos con los clientes y genera pérdidas irracionales e innecesarias.

Solicitamos que se disponga una solución inmediata para poder contar con este servicio esencial en las condiciones adecuadas para todos los involucrados o que se implementen mecanismos de compensación a todos los afectados, mientras no se implemente una solución definitiva. Nos ponemos a su entera disposición para colaborar en aquello que esté a nuestro alcance para que las empresas agrupadas en nuestra Cámara puedan seguir contribuyendo a la construcción del país de primera que todos anhelamos.

Sin otro particular les saluda atentamente,

Roberto Luiz        Mario Amestoy Doufour
Presidente            Gerente General

 
CC: Sr. Ministro de Turismo y Deporte, Sr. Ministro de Transporte y Obras Públicas, Sr. Vice-Presidente electo.{/xtypo_rounded2}