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Lunes, 15 Febrero 2010 06:20

La franja olvidada en los precios de Punta del Este

por Sergio Antonio Herrera
Mientras las féminas de la familia despuntaban el vicio en el ahora Indian Emporium, el otro sector quería el café "obligado" de después del amuerzo. Algo tan simple en cualquier lado, cuando se está en la Avenida Gorlero, principal arteria del balneario más glamoroso de la región, pasa a ser algo, al menos complicado si lo que se pretende es cuidar el bolsillo. Entonces, contrariando las prácticas y las prédicas de siempre, tuvimos que aceptar el ingreso sugerido al reino de la cajita feliz.


Y allí, mientras sufría la flagelación (¿exagero?) de hacer fila para ordenar, parado entre niños que gritan y corren, maduras que acaban de perder la batalla mental entre su dieta y su bolsillo y se aprestan a entrale a una big y un chileno que pide una "bombilla" para tomar su cola, miro en derredor y veo la cantidad de visitantes de Punta del Este que integran la nómina de los olvidados por el sistema local a la hora de comer.

Pido el café y pregunto si hay algo dulce: "si, medialunas" es la respuesta y entonces, luego de otros diez minutos, finalmente me dicen "el café se lo alcanzamos a la mesa" (a quien se le ocurre pedir ese brebaje a las 3 de la tarde cuando la hora del desayuno terminó a las 11...)y allá me voy con mi bandeja de plástico, por el camino agarro los palitos de plástico que semejan cucharas y me apresto a esperar el enorme vaso de cartón con mi café.

Miro a las mesas y veo a los padres ordenando para sus hijos pequeños y pienso: ¿cómo puede una misma persona comprar en el super todos los alimentos indicados, con los niveles indicados, en las cantidades indicadas y de pronto, llegar aquí y sin chistar, en un solo acto endosarle a su cría toda la contraindicación junta, eso si, en una coqueta bandejita de plástico o en la cajita, a estas alturas legendaria?.

Pero, también pienso: ¿cómo puedo estar yo, aquí, tomando en un vaso de cartón, yo,  que si no me traen el café en taza blanca de loza miro mal?.

Y la respuesta es inmediata: el argumento contundente, son los 45 pesos uruguayos (2,25 dólares) que me cobraron el café y las dos medialunas.

Ya sé, no se apuren a pegarme. La otra respuesta es que este lugar no es para mi, que para venir a Punta del Este hay que tener resto y plástico del otro .

Y puedo aceptarla pero, ocurre que soy periodista y debo contar lo que veo y para contarlo debo verlo y....sentirlo y a la vez vuelvo a pensar en "fuente alta" (sólo para entendidos en web... je), Si este lugar es para una elite, si los que no tienen problemas con los precios y detentan el plástico valioso, son de esa elite, ¿para que cornos se sigue construyendo tanto en este lugar?, ¿hay elites numerosas?, ¿no estarán faltando servicios para "gente como uno"?. Nos vemos.

www.portaldeluruguay.com