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Lunes, 12 Julio 2010 08:48

Una vez más, los argentinos nos indican el camino

Se hizo una de las tantas encuestas en la Argentina con respecto al mundial y la pregunta era: ¿Si Argentina no es campeón, quien quiere que lo sea?. El 66% de los que respondieron dijeron Uruguay.


Quienes seguimos los diferentes programas deportivos de las cadenas internacionales, generalmente conducidos por argentinos y con panelistas mayoritariamente de esa nacionalidad, hemos visto hasta emocionarnos, la forma en que tomaron partido por Uruguay y la admiración y el respeto demostrado por nuestro equipo y sus integrantes.

Cada vez son menos pero, en Uruguay perdura la costumbre de "hinchar" por el otro cuando juega Argentina contra cualquiera.

En las últimas horas se ha buscado una vez más la explicación a ese dato de la realidad que indica "que los argentinos nos quieren más que nosotros a ellos".

Sin pecar de pretendidos sociólogos pero, con más de 45 años de relacionamiento estrecho con Argentina y los argentinos, procuraremos esbozar nuestra idea, nuestra explicación.

1 - Especie de complejo provinciano, exacerbado por la insoportable invasión mediática que nos hace "fumar" a diario a una serie de megainsoportables personajes que nada tiene  que ver con nuestra forma de ser y de pensar y que producen natural rechazo.

2 - Personalidades como la de Maradona la cual al común de los uruguayos le rechina. Fue respetado y admirado como futbolista pero como persona, para la gran mayoría es insoportable. Y como el Diego, hay muchos capitalinos bonaerenses, o sea, porteños, que suelen visitarnos y son los que se llevan el mundo por delante y siguen diciendo dame dos y esas cosas.

En ese contexto, invariablemente, todo aquel que como nosotros, viaja regularmente al vecino país, conoce a la mayoría de los porteños y a los habitantes de las provincias, es decir, a los argentinos en general, más que nada, comienza a darse cuenta que somos casi lo mismo, que tenemos algún acento diferente y pocas palabras cambiadas.

El que vive o ha vivido en el exterior, por ejemplo en Estados Unidos, Australia, Venezuela, Canadá, España y otros lugares, sabe que los argentinos y los uruguayos son los que comparten los clubes, los asados, hasta las casas; saben que se tratan como si fueran de la misma nacionalidad.

De un tiempo a esta parte, que Uruguay ha tenido notorios cambios para bien en general, los argentinos miran bastante más que antes para este lado y lo hacen con el mismo cariño de siempre pero, además con respeto y hasta en algunos casos, con admiración.

Deberíamos comenzar de una buena vez, a separar la paja del trigo y poder entender que los personajes de la otra orilla que no nos caen bien, son tan insufribles como muchos montevideanos, puntaesteños o salteños que hay y que no representan el todo de una nación, sino la misma parte fea que tenemos también nosotros.

Imposible dejar de lado en este balance, la característica costumbre de "puertas abiertas" que siempre nos han dispensado, desde Severino Varela e Irineo Leguisamo, pasando por Francisco Canaro, Julio Sosa, Juan Verdaguer, Tincho Zavala, Juan Carlos Mareco, Horacio Ferrer, China Zorrilla, Roberto Matosas, Víctor Hugo Morales, Enzo Francéscoli y muchas más figuras grandiosas que en algún momento fueron recibidos con los brazos abiertos, como si fueran de la casa.

Estando hace unos días en Cusco, cuando le ganamos el épico partido a Ghana, recibimos saludos y felicitaciones de varios argentinos, inclusive una llamada telefónica de quien este fin de semana, volvió a emocionarnos con un mensaje muy especial que queremos compartir, como aporte a que de una vez por todas, en el Río de la Plata empecemos a darnos cuenta, sobretodo de este lado del río, que somos hermanos:

El triunfo de lo verdadero

Estimado Antonio:
 
Quizá por la actual circunstancia de encontrarme a 30.000 pies de la superficie terrena con proa hacia la Lima virreinal -la misma que hace muy poco te recibiera- hace que el ángulo de mi perspectiva se acreciente al proyectar la visión sobre el actuar de mis coterráneos.
 
Lo cierto es que ello me hace valorar con mayor admiración el actuar de tus compatriotas, coronado con la disputa del partido de futbol mantenido con Alemania esta tarde, el cual habrán perdido tan sólo en un resultado contingente, pues en el ejemplo que han dado con su comportamiento y el espíritu deportivo demostrados hace que, en mi concepto, los considere verdaderos Ganadores (de ex-profeso escrito con mayúscula).
 
Por tanto recibe mi sincera felicitación extensiva a todos los uruguayos, con quienes con agrado y orgullo me confundo estrechándolos en un fraternal abrazo.
 
Afectuosamente,
 
Eduardo Goldenhörn.
Recién aterrizado en Lima y enviando este mensaje.

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