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Domingo, 16 Enero 2011 19:01

Proyectan fraccionamiento en Garzón

por Déborah Friedman
Alejandro Roemmers. Empresario y escritor, ingresará al negocio inmobiliario. Hace 50 años la familia Roemmers decidió instalar en Uruguay una filial de su laboratorio argentino. Encontraron un país "muy estable" que les permitió desarrollarse, dice Alejandro, directivo de la firma. Ahora incursionarán en un nuevo rubro: el inmobiliario.


Plantearon a la Intendencia de Rocha crear una urbanización a cinco kilómetros de la laguna Garzón.

Desde 1978 Alejandro Roemmers (52) empieza el año en Punta del Este -"ha traído suerte así que vamos a seguir así", dice-. Primero lo hizo en la casa de sus padres, Alberto y Hebe, hasta que compró su propia residencia en Manantiales. Llega antes de Navidad y se queda al menos hasta fines de enero. Algunos veranos opta por una vida más tranquila y otros por aceptar más invitaciones sociales. Eso, dice, es justamente lo que más disfruta del balneario: la posibilidad de poder llevar el tipo de vida que desee. "También valoro la tranquilidad. Uno quiere empezar el año sin ningún tipo de conflictos. Y Punta del Este es un lugar realmente bendecido", afirma a El País.

Alejandro es polifacético: directivo del laboratorio Roemmers, poeta y escritor. Su libro El regreso del joven príncipe fue distinguido en 2009 como la mejor novela por la Sociedad Argentina de Escritores.
-¿Cómo compatibiliza ser escritor y empresario?

-Escribir es una sensibilidad que uno a veces trae de chico, en mi caso yo escribo desde los 8 años. Publiqué mi primer libro de poemas a los 21. Lo de empresario viene después, un poco por la familia. Me gustaba también lo empresarial, la parte estratégica, marketing, publicidad, y lo asumí como una cosa que uno quiere cuidar, un bien familiar, una tradición. Y le tomé cariño, sobre todo a las personas, a la empresa. Traté de preservar las dos cosas: dejarme mis tiempos para lo literario, y a su vez poder seguir en mi rol empresarial.

Roemmers dice que se siente distinto entre los empresarios y también entre los escritores. De todos modos, no le preocupa. "Creo que lo importante es que cada uno no se inhiba y desarrolle todas sus cualidades", dice. Y se plantea nuevos desafíos: inversiones inmobiliarias, música y cine.

Hace 40 años su padre compró 400 hectáreas a sólo cinco kilómetros de la laguna Garzón, en primera línea al mar. "Plantó pinos, por lo cual hay bosques muy lindos. Ahora estuvimos abriendo algunos caminos", cuenta.

La experiencia de la familia en Uruguay fue clave para que decidieran darle a esas tierras otro destino. "Uruguay ha sido un país muy estable desde el cual hemos podido desarrollarnos bien. No es un país que ha tenido reglas cambiantes de juego. Estamos a la expectativa de poder avanzar sobre lo inmobiliario y que se destrabe la construcción del puente sobre la Laguna Garzón", afirma.

Hasta la semana pasada, el empresario argentino Eduardo Costantini, quien está al frente del desarrollo inmobilario "Las Garzas" -ubicado a unos 20 kilómetros de la laguna- y propuso al gobierno construir el puente no había recibido respuesta de las autoridades.

Roemmers explica que presentaron "recientemente" a la Intendencia de Rocha un proyecto para subdividir la tierra. Lo que plantean es que las parcelas más pequeñas tengan 5.000 metros cuadrados y que las ubicadas del otro lado de la ruta puedan llegar a ser pequeñas chacras, de dos o tres hectáreas.

El proyecto es una iniciativa conjunta entre la familia Roemmers y dos exitosos empresarios argentinos: Alejandro Bulgheroni (petróleo) y Federico Álvarez Castillo (indumentaria), quien estará al frente del desarrollo.

La idea es hacer algo "muy exclusivo". "Estamos viendo qué forma tomaría, si sería una especie de country club. Queremos hacer una cosa que no sea totalmente abierta sino que un grupo de amigos la empiece y que ellos vayan recomendando y trayendo más gente por sus relaciones", explica.

El proyecto se denomina "Arenas de Garzón". Prevén que sea un complejo "muy ecológico", que "respete mucho al medio ambiente", especialmente en la construcción y en los materiales que sean utilizados. "Es algo que gusta mucho, sobre todo al europeo. Estamos pensando mucho en ellos y también en los argentinos. Nos gusta mucho la madera, la piedra", señala Roemmers.

MÚSICA, CINE Y ESPÍRITU

Además de incursionar en los negocios inmobilarios, Roemmers compuso con el músico Daniel Doura una sinfonía coral que se estrenará "si todo va bien" en octubre en el Teatro Colón y que define como una obra "bastante compleja".

A su vez, tiene "esperanzas y expectativas" de poder llevar al cine El regreso del joven príncipe con "trascendencia internacional". Preparó una síntesis argumental y Sebastián Parrota escribió el guión. "Estamos buscando gente que lo quiera llevar a cabo", dice.

El regreso del joven príncipe surgió porque varios amigos y allegados de Roemmers le pedían que plasmara en un libro su experiencia de vida. Les llamaba la atención, dice, que siempre estuviera de buen ánimo y que inspirara paz y alegría. "La verdad es que no siempre fui así, era mucho más introvertido, más melancólico. Querían saber cómo se había operado esa transformación. Yo les decía: `lean mi poesía, si ahí está`. Me decían: `es complicado, metafórico` y me instaron a que escribiera algo más llano", explica.

El regreso del joven príncipe -que Roemmers prevé reeditar en Uruguay-parte del encuentro de un hombre que viaja por la Patagonia con un adolescente desvalido.

-¿Cómo definiría la obra?

-No quería escribir ni una autobiografía ni un libro de autoayuda. Encontré algo intermedio, la forma de una historia que enlaza de un cuento muy famoso, El principito. Quise contar mi experiencia de vida en forma de una gran metáfora, pero lo que se dice ahí es real, es un aprendizaje real de vida, que salió de adentro. Empecé a escribirla y no me pude detener. Hice en nueve días el libro y terminé casi como un estado de iluminación. Estuve una semana que me sentía a un metro del piso. Salió realmente de adentro, sin pensarlo. El valor del libro tal vez es ese, la espontaneidad, que surgió sin pensamiento. El pensamiento deductivo racional generalmente pierde mucho de emoción y del espíritu.

-Más allá del libro, le siguen preguntando cómo paso de ser un ser melancólico e introvertido a tener un estado de ánimo muy positivo. ¿Qué contesta?

-Que lo logré cuando pude tomar más contacto con las personas. Vivía muy pendiente de lo racional, de mis metas. Fui el mejor alumno del colegio, de la universidad. La dimensión espiritual estaba en mí, ahora la integré en la vida cotidiana.
Aspectos CLAVE

Poesía y una novela exitosa

Alejandro Roemmers nació en Argentina, el 11 de febrero de 1958. Comenzó a escribir poemas a los 8 años. Publicó su primer libro a los 21. Desde entonces, su poesía recibió numerosas distinciones. En 2008 publicó El regreso del joven príncipe, un éxito de ventas y galardonada un año después como la mejor novela por la Sociedad Argentina de Escritores.

Directivo de Roemmers

Después de más de 20 años trabajando en "el día a día" de laboratorio Roemmers, Alejandro integra ahora la directiva. Pondera a Uruguay como un país con reglas estables para la inversión.
Investigación en Biotecnología y planta de productos oftalmológicos en Uruguay

Laboratorio Roemmers prevé desarrollar en Uruguay investigaciones en Biotecnología y también instalar en el Parque de las Ciencias -zona franca del consorcio Megapharma que integra- una planta de producción de insumos oftalmológicos para la exportación. "Eso ya fue aprobado y la planta se va a empezar a construir antes de fin de año", señala Alejandro Roemmers, directivo de la compañía.

"Estamos construyendo ya algunos edificios para alquilar de oficinas y para oficinas propias. También está en marcha el centro de investigación en Biotecnología", agrega.

Laboratorio Roemmers cumple este año 90 años de su fundación en Argentina y medio siglo en Uruguay. Está presente en la mayoría de los países de América Latina. Sólo en Argentina tiene 2.000 empleados y factura por año unos US$ 300 millones.


"Nosotros somos una empresa que desde siempre tiene una vocación de invertir y de crecer. Todos los años invertimos una gran parte del resultado del año anterior en nuevos productos, agrandamiento de las plantas, en la parte productiva y en el desarrollo de la empresa en otros países. Hemos crecido. Es una empresa que está permanentemente en expansión. Nos sentimos bien con eso. Obviamente hubo momentos difíciles, pero siempre hemos podido retomar el ritmo de crecimiento", afirma Roemmers.

Para el empresario, el principal desafío de su firma es "mantenerse siempre con productos innovadores" y poder ofrecer nuevos productos, a precios razonables y de excelente calidad.

En los últimos tiempos la compañía decidió incursionar en una nueva área: compró empresas que se dedican a productos naturales. "Nos interesa desarrollar eso, los productos de origen natural, para hacer investigaciones. A veces la gente los usa por costumbre. Por ejemplo, en Brasil hay cosas que se usan pero que nadie ha demostrado científicamente cuánto funcionan y cómo. Lo que queremos hacer es crearle una base científica a estos productos, invirtiendo para hacer todos los trabajos que puedan probar su eficacia", explica Roemmers.

El empresario no observa grandes diferencias entre hacer negocios en su país y en Uruguay. Sí cree que en ambos países falta consenso sobre políticas de largo plazo.

"Así como le reclamamos a los políticos que busquen consensos los empresarios tenemos que buscar consensos y ponernos de acuerdo", opina.

"Es necesario identificar sectores donde tienen ventajas competitivas y enfocar ahí. El mejor ejemplo que nosotros tenemos en la región Sur es Chile. Es el país que nos puede dar el ejemplo a Uruguay y a Argentina, de cómo se puede simplificar las barreras burocráticas, en aras de facilitar nuevos negocios, la exportación y el intercambio", agrega.

Roemmers no se plantea incursionar en política. Cree que tiene "responsabilidad de dar" pero desde su rol de empresario, conduciendo bien su negocio.


fuente: El País Digital