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Lunes, 15 Febrero 2010 20:28

Entrevista a Benjamín Liberoff de Caribbean News Digital

por José Carlos de Santiago
A pesar de la crisis global, Uruguay registró en 2009 un crecimiento de 5% en su sector turístico, además de continuar con un amplio programa de inversiones. El país sudamericano, que apuesta fuerte por esta industria, ha creado un marco legal y adelanta acciones para controlar el impacto ambiental de los nuevos desarrollos en Punta del Este, Piriápolis y otros puntos de su litoral, además de prestar atención al patrimonio en la Ciudad Vieja de Montevideo.


-Tras las elecciones celebradas a finales de 2009, el nuevo gobierno tomará posesión el primero de marzo próximo. ¿Cómo se va estructurar el Ministerio de Turismo a partir de ese cambio?

-A partir del primero de marzo, el Ministerio de Turismo va a tener el mismo ministro que tiene actualmente y la viceministra que ha estado trabajando. O sea, va a haber continuidad en la dirección de la política turística de Uruguay. Ello sucede, en primer lugar, porque los resultados que muestra hoy el país en el sector son bastante excepcionales en medio de la realidad internacional, y en segundo lugar porque el propio sector privado solicitó que se mantuviera el equipo actual.

-¿Cuántos turistas acogen al año?

-Uruguay recibe, sin contar los visitantes que llegan en cruceros, 2.100.000 turistas en estos momentos, de los cuales 1.150.000 son argentinos.

-¿Cuántos visitantes reciben del resto de Latinoamérica?

-En lo regional, lo que nosotros llamamos Mercosur más Chile, además del flujo de Argentina, recibimos aproximadamente 300.000 desde Brasil, sin contar nuestra frontera seca, que no hace migración, y por dónde entran otros tantos; de Chile son alrededor de 50.000, y en el caso de Paraguay son más de 28.000 anuales. Después está el resto de América Latina, desde donde arriban entre 75.000 y 80.000 pasajeros. Luego, tenemos desde Estados Unidos unos 70 a 80.000, y unos 128 a 140.000 europeos, con el mayor contingente desde España, que totalizan unos 40.000.

-Usted tiene una experiencia vasta en el mundo del turismo, ¿cómo ha apreciado Uruguay la crisis económica mundial, sobre todo en Estados Unidos y Europa?

-En el cargo actual estoy hace 5 años, y había estado ya con el Dr. Tabaré Vázquez, cuando fue alcalde de la ciudad de Montevideo, como director de Turismo. Pero he trabajado en el sector turístico con agencias privadas desde 1983. En cuanto a la crisis, el año pasado Uruguay creció 5% con respecto a 2008, es un número extraño, inesperado, pero lo más llamativo es que el país crece un 19% en ingresos (o sea, pasamos de 1.050 millones a 1.300 millones de dólares) y crece un 28% en el consumo per cápita de los turistas. Por lo tanto, desde ese ángulo no hemos tenido el impacto que han sufrido otros países.
En segundo lugar, desde el punto de vista de las inversiones, Uruguay mantuvo durante 2009 inversiones por 1.300 millones de dólares en 650 proyectos presentados, y desde ese ángulo también se aprecia un descenso de la desocupación, pasamos de 14% al 7% en cinco años. Cuando asumimos en 2005, la Deuda Externa equivalía al 1,1% del Producto Interno Bruto del país, y en estos momentos es del 0,53% del PIB, lo que quiere decir que hemos reducido a la mitad el peso de la deuda con relación al PIB. Y desde el punto de vista de las exportaciones pasamos de 3.000 millones de dólares a prácticamente 9.000 millones en estos cinco años. En cuanto a los ingresos por turismo, pasamos de 480 millones de dólares a 1.300 millones de dólares, más lo que generan los cruceros, y más unos 1.200 millones en inversiones en complejos turísticos, en real estate, durante los últimos cinco años.

-¿Quiénes son los mayores inversores en la construcción hotelera en Uruguay?

-Uruguay tiene la particularidad de tener alrededor de 35.000 camas hoteleras y 250.000 de carácter inmobiliario. Por lo tanto, cuando hablamos de inversión en el sector turístico hay un fuerte componente que tiene que ver con segunda residencia. Desde ese ángulo, los argentinos están en primer lugar, seguidos de los brasileños, y ahora están en tercer lugar norteamericanos y españoles.

-La crisis argentina ya remitió, ¿cómo es el gasto promedio de los argentinos en este momento en Uruguay?

-Los argentinos, en tanto son los principales inversores en real estate, tienen una forma de gasto muy similar a la de los uruguayos que viviendo en el exterior van a pasar las vacaciones a Uruguay. No es un gasto extremadamente alto, pero sí se refleja en la compra de unidades inmobiliarias, y lo que hay es un resurgimiento muy fuerte en los últimos tres años de inversión argentina en el Uruguay.

-¿Qué van a hacer para mantener a Punta del Este con el carisma que le ha caracterizado hasta ahora, sin convertirse en un Miami o una ciudad de rascacielos?

-El Parlamento aprobó una ley de ordenamiento territorial, algo que cualquier país debe tener para un desarrollo en su conjunto y particularmente turístico. Esa ley se complementa con otra ley de ordenamiento costero. Ello hace que hoy estemos en condiciones de fundamentar lo que es nuestro principal elemento motivador turístico, que es lo que en realidad vendemos, calidad de vida. Aquellos que compran en Uruguay aspirando a determinado nivel de calidad de vida son nuestros socios, porque en primer lugar no quieren que se deteriore la propiedad que compraron.
Entonces, por ejemplo, en Punta del Este la relación entre metro cuadrado construido y el verde y la ocupación del suelo tiene determinadas características. Por lo que, aun construyéndose con limitaciones de altura y según las zonas en que se construya, tiene que haber una relación con el verde.
Además, en Uruguay se ha desarrollado, a partir de la existencia de una ley sobre la dirección nacional de medio ambiente, el control y el requerimiento de que todo nuevo emprendimiento debe tener un análisis de impacto ambiental antes de que su construcción sea autorizada. Entonces, no solamente estamos hablando de uso de suelo, sino de qué características de uso de suelo. Eso nos permite hoy dar garantías de que, efectivamente, Punta del Este no tiene por qué transformarse en un gigante de hormigón.

-¿Hay planes de abrir nuevos destinos turísticos?

-En estos momentos estamos desarrollando un conjunto de emprendimientos en la zona que va de Punta del Este hasta la frontera con Brasil, que tienen otras características: deben ser amables con el medio ambiente, tienen que estar insertados en la forestación existente, o respetar, como en el caso de Cabo Polonio, los requerimientos de estar en el sistema nacional de áreas protegidas.
Tenemos un plan director de turismo náutico-fluvial, que implica un proyecto a ocho o 12 años, y en febrero vamos a terminar nuestro plan director de turismo en el medio rural, que vamos a desarrollar en un proceso que de momento está asociado al plan director de turismo hacia el año 2020.

-¿Existe algún plan director para la recuperación del centro histórico de Montevideo?

-Montevideo es el primer destino turístico de Uruguay a lo largo del año, más allá de que en la temporada de sol y playa el número se refiere a la costa. Montevideo tiene una estructura en la Alcaldía, las comisiones permanentes, y cada una de ellas tiene responsabilidad sobre implantaciones y desarrollos en distintas zonas de la ciudad. Hay una, la más antigua, que es la Comisión Permanente de Ciudad Vieja.
Esa Comisión viene monitoreando un proceso que se inició con el arquitecto Mariano Arana, desde mediados de la década pasada, y que tiende a peatonalizar determinados lugares, a reconvertir otros, y todo aquello que está catalogado de acuerdo a sus valores patrimoniales puede utilizarse pero con respecto a esos valores.
Ahora hay un proyecto de reestructuración en la Plaza Independencia, que es el nexo entre la Ciudad Vieja y la ciudad nueva, y se va a hacer un concurso internacional para la puesta en valor. Por otro lado, en ese lugar la cadena Pestana acaba de adquirir un edificio que es de los más emblemáticos de la zona, el Jockey Club, para construir un hotel cinco estrellas plus, y acaban de finalizarse obras que estaban sin terminar hace 40 años: la Torre Ejecutiva, que es la torre presidencial, que está en esa zona, y el Auditorio del Sodre, un viejo teatro que se había quemado en los años 70 del pasado siglo, que no se había reconstruido y que se acaba de concluir con las técnicas más modernas, con salas con gran capacidad. Todo ese proyecto se complementa con la fachada costera, que da hacia el puerto, y tomará unos diez o 15 años más.

-¿Hay algún proyecto para Piriápolis?
-Desde hace tres años, Piriápolis tiene un grupo gestor que aglutina el sector privado y el público, tendiente a hacer Eco-Piriápolis para el año 2030. O sea, todo proyecto que se hace ahora tiene una relación con energías alternativas, con manejo eficiente y sustentable. Incluso, la Intendencia municipal de Maldonado convocó a un concurso de renovación de Piriápolis, y hoy se encamina a ver cuáles son las posibilidades público-privadas de ir tomando por parcelas esos proyectos.
Todos los emprendimientos hoteleros y gastronómicos han comenzado a colocar paneles solares y usar otras energías alternativas para ser ecoeficientes en su gestión. Todo ello va acompañado de programas educativos en la enseñanza básica y media, para apoyar ese proyecto con el cambio cultural que requiere.
Además, a pesar de las limitaciones económicas, todo lo que tiene que ver con el patrimonio de Piria, que es un referente en ese lugar en tanto fue su creador, un visionario, está siendo atendido y se planea cómo restaurar su castillo y sus senderos.
Se están desarrollando proyectos de playa y sierra, a los efectos de asegurar la sostenibilidad del desarrollo en la costa. Determinados proyectos inmobiliarios en desarrollo en los cerros son de una magnitud considerable y le van a dar otra perspectiva a Piriápolis.

-¿Cómo une Uruguay su gastronomía y su cultura con el mundo turístico?
-Desde hace unos 12 años se ha desarrollado una nueva generación gastronómica, con una capacitación permanente, que salió al exterior, regresó y hoy está llevando a cabo sus propios emprendimientos. En ese sentido, Uruguay tiene una gastronomía muy de fusión, producto de que somos una nación influenciada por las migraciones, y que se asocia con lo autóctono, que tiene que ver básicamente con la carne aunque en los últimos tiempos también con los frutos de mar.
Se han celebrado concursos nacionales con presencia internacional, y también algunos chefs uruguayos están participando desde hace tres años en concursos como el Bocuse d´Or, en Francia, tras haber sorteado las selecciones regionales que se celebran en México. Eso nos permite, junto con la temporada en que vienen algunos chefs internacionales, ir mejorando nuestra cocina, e ir incorporando otros de nuestros productos a la alta gastronomía.

fuente: Caribbean News Digital