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Martes, 29 Diciembre 2009 01:05

Razones técnicas hacen prever que sigan las demoras en aeropuerto de Punta del Este

 por Lucía Inés Bagnasco
desde Punta del Este

Las razones de las demoras en los vuelos del Aeropuerto de Laguna del Sauce en Maldonado continuarán seguramente por largo tiempo. Las demoras se hicieron más evidentes desde el pasado domingo cuando los controladores decidieron aplicar un intervalo de 15 minutos entre despegues, aterrizajes y sobre vuelos indistintamente de las reglas de vuelo, así como una suspensión de 30 minutos en la operativa de los controladores, por descanso.


La medida obedece a la responsabilidad con que los operadores cumplen sus funciones y es de respetar dado que lo hacen en prevención de posibles accidentes y no como se supuso en un primer momento por reivindicaciones de mejoras personales.

Ya hace más de un año, en nota con el delegado de controladores de Laguna del Sauce Pablo Contreras, advertía la falta de personal, cada vez más notoria provocada por la poca remuneración, retiros del personal por edad, y también por emigrar a otros países donde se les ofrecía mejores condiciones económicas.

El llamado de las autoridades a cubrir las vacantes, previo los cursos de capacitación, no colmó las expectativas dado que no se cubrieron los cupos. Contra 26 bajas se presentaron solamente 15 candidatos, pero ingresaron recién en el mes de octubre y aún se encuentran realizando su capacitación.

Según Contreras la capacitación y práctica para desempeñar con eficacia el cargo, no es menor a un año,
En tal sentido han sido coincidentes las declaraciones del Director Nacional de Aviación Civil, Brigadier General Daniel Olmedo, al Portal, cuando afirmó que “Por razones estrictas de seguridad nosotros no podemos poner a trabajar en una torre de control a alguien que no esté debidamente preparado".

Aún así lo aconsejable es que se trabaje de a dos como mínimo, por lo que resulta evidente que por más que se ponga voluntad, recién y con suerte, para la próxima temporada 2011 habría nuevos controladores pero nunca en el número necesario.


Es de hacer constar que un controlador que recién se inicia cobra un salario bruto de $ 15.000, que efectuados los descuentos de ley e inclusive los de locomoción  (muchos de ellos viven en Montevideo), les deja $ 11.000, unos 550 dólares mensuales, lo que es una suma irrisoria si se considera la responsabilidad que depende de sus decisiones y el monto que recibirían en el exterior.

La situación que se vive hoy día no ha sido más que la realización que los presagios que con ánimo de mejorar cuanto antes, habían realizado      y sus compañeros hace meses.

Fuentes que solicitaron mantenerse en reserva, manifestaron a el Portal que el día domingo se manejaron 74 vuelos por un solo operador que recién a las 16 horas intentó hacer un descanso para ingerir un bocado, lo que tampoco pudo hacer pues le llamaban las autoridades desde Montevideo para solicitar datos sobre la situación, debiendo continuar sus tareas inmediatamente.

La permanente presión en la que se trabaja, con el destino de miles de vidas pendientes de una decisión que se toma con evidente cansancio, es lo que ha hecho que muchos de los controladores deban consultar con médicos y sicólogos e inclusive solicitar licencia médica cuando se sienten agobiados.

Las autoridades estarían tomando ahora decisiones que desconocemos porqué motivo no se tomaron antes, solamente que contra el tiempo que requiere una capacitación, nada se puede hacer.

Por otro lado, la escasa remuneración es algo que realmente deberá revisarse y a la brevedad. Si los cupos de una salida laboral interesante no se cubren, y si aún los que realizan la capacitación resultan tentados inmediatamente por lugares donde se les abona hasta veinte veces el salario que aquí se ofrece, más otros beneficios, será el momento de revisar lo que se está pagando.

Un accidente en nuestros aeropuertos es algo que Uruguay no puede permitirse; ni el costo en vidas, ni el costo en prestigio como destino turístico que tanto tiempo y trabajo ha costado.

Por ahora entonces, tanto las aerolíneas como los pasajeros deberán comprender que una demora de 15 o 20 minutos no es nada si se trata de preservar su seguridad.

No obstante si, hay algo que las autoridades deben resolver en forma inmediata.

La repetidora de AFTN, es decir la que recibe e imprime los planes de vuelos se encuentra desde hace un tiempo fuera de servicio. Esto significa que con la escasez de personal ya dicha, un funcionario deba dejar lo que está haciendo, comunicarse telefónicamente, recibir verbalmente los planes de vuelo y plasmarlos nuevamente en papel para trabajar.

Existe un margen de error que no pasa desapercibido en esta “comunicación de oídas”, es decir, telefónica que no debe tampoco existir.

Pedida su reparación se ha respondido que todo el personal está abocado a la puesta en marcha del Aeropuerto de Carrasco y no debe distraerse de allí, por lo cual no existe fecha para su reparación.

Entonces, la escasez de personal ya que no se tomaron medidas antes, ahora es imposible de resolver, pero la reparación de un elemento de trabajo sí, debe hacerse ahora.
 El tomar decisiones correctas por un funcionario con exceso de trabajo, los controladores tratan de solucionarlo espaciando en algo los vuelos; la reparación de una máquina no se soluciona igual.

Para el caso de existir un accidente, este será un elemento coadyuvante no menor a tener en cuenta.

Además, para el caso de no contar como se dice con el personal, seguramente se contará con la forma de que alguna de las mismas compañías que operan en el aeropuerto puedan colaborar con su reparación, aún cuando se trata de elementos de trabajo en la órbita de esta área tan sensible del Estado.

Como se vé, un problema de resolución inmediata y otro no tanto pero que está en la exclusiva órbita de las autoridades. No obstante un nuevo Parlamento y Ejecutivo que asumirán en poco tiempo, es el momento que todos, también los actuales  pusieran manos a la obra.

La preservación de la seguridad que es uno de los emblemas del Uruguay turístico, debe ser preservada también en sus cielos.