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Miércoles, 25 Febrero 2009 08:29

Tiempo de vendimia

 por María Shaw

La semana pasada, tuve la experiencia de participar en una actividad muy especial. Fui invitada, junto a un grupo de colegas, por los directores de la Bodega PIZZORNO, a una Jornada y Almuerzo de Vendimia!!!!!


La invitación decía: “Tenemos el agrado de invitarte a que nos acompañes en un día fuera de la rutina. Compartiremos algunos secretos acerca de la elaboración artesanal de nuestros vinos, disfrutando de una jornada de Vendimia, de la cual serás protagonista”.
 
Confieso que nunca había participado por la experiencia de una vendimia. Hace un par de años que de una u otra manera, tengo más vinculación con la vitivinicultura, con la gente que hace vinos en nuestro país.  Me había emocionado leyendo una extensa crónica de lo que significa la vendimia para los vitivinicultores, y cuando recibí la invitación, acepté muy entusiasmada.

Pizzorno es una bodega familiar, fundada en 1910 por Don Próspero J. Pizzorno. Carlos es la tercera generación al frente de la misma. Carlos, junto con su esposa, Ana Laura Rodríguez, su hijo Francisco y la encantadora María, abrieron su casa y su corazón para recibirnos, una calurosa mañana de febrero.  En 1988, decidieron reconvertir los viñedos, si bien al principio no pensaron en hacer vinos finos.  Pero en el 2000 comenzaron a ser más “aplicados” y Carlos decidió ir a la Feria Internacional del Vino de Londres. Ese mismo año, en diciembre, salió la primera exportación.  Hoy son 6 países los que importan sus vinos finos: Inglaterra, EE.UU., Alemania, Finlandia, México y Brasil.  En Uruguay, están en los mejores restaurantes, hoteles y licorerías.  La producción es de sólo 100 mil botellas de vino fino al año.  Parte de su producción va a un emprendimiento asociativo con otros colegas, para producir vino de mesa.  Sus vinos finos, así como su espumoso (método “champenoise”)  han logrado imponerse por su calidad, y han recibido distinciones. Todo esto nos fue explicado cuando llegamos a las instalaciones de la Bodega. Y como nos querían mostrar “lo que se hace todos los días”, o mejor dicho, lo que hacen entre 15 y 20 “cosechadores” en época de vendimia, marchamos al viñedo. 

La parcela 16, plantada con uva de la variedad “merlot”, en estado óptimo de madurez, fue mi primera experiencia como “vendimiadora”.  Nos dieron unas tijeras, nos mostraron cómo cortar los racimos “bien pegado a la rama”, y nos dieron un cajón, que había que llenar.  Fue una linda sensación, la de tener el racimo en la mano… En estos días leí que un viejo bodeguero, manifestó que era “como un niño recién nacido” y me gustó tomar esa explicación de lo que sentí. Se comprende esa comunión del hombre con la tierra, con su fruto!!

El calor apretaba, así que “cargamos” (¿se acuerdan de “aramos” dijo el mosquito???) los cajones en una chata tirada por un tractor, y marchamos a la bodega. La idea era trasmitir el camino que se recorre desde el viñedo hasta una copa de vino fino de la Bodega Boutique. Así, seguimos parte del proceso: cuando pesaron los cajones, cuando algunos colegas realizaron la selección de racimos en la cinta, que luego iban a la maquina de “despalillar”.  Pudimos ver cómo funciona la moledora, apreciar las grandes piletas en las que fermentan las uvas y se realiza el proceso de maceración, de unos 20 días de duración, a 17 grados para los tintos, 14 para los blancos.  Bajamos a la cava, donde los vinos son cobijados en barricas de roble francés y americano, que los dotan de aromas singulares, que concluyen en vinos de gran calidad y carácter único. En los pupitres descansaban los Espumosos Naturales, elaborados por método tradicional.

Los vinos de la Familia Pizzorno son elaborados exclusivamente a partir de las uvas producidas en sus viñedos, que rodean a la pequeña bodega boutique. Ubicada en Canelón Chico, en el sur de Uruguay, una zona privilegiada para la producción vitivinícola, ya que su clima, con días templados y noches frías, confieren color y aromas intensos a las uvas. En tiempo de cosecha, los frutos son seleccionados manualmente, lo que permite contar con materia prima de calidad insuperable. Tras un cuidadoso proceso de elaboración, esas uvas se transforman en vinos de alta gama, en partidas limitadas. Sus vinos se caracterizan por ser frescos con intensos aromas frutales, con un buen balance entre fruta y madera.

La jornada culminó con un almuerzo de campo, acompañado por una selección de vinos finos: Don Prospero Sauvignon Blanc 2008, Don Prospero Merlot Rosado 2008, Don Prospero Tannat Merlot 2005, y Don Prospero Pinot Noir 2008, para finalizar con un Espumoso

Nuestra sorpresa, de esta visita, nacerá el Vino de la Prensa 2009!!!  Y eso será la excusa para volver a la Bodega PIZZORNO.  Fue una jornada especial, como decía la invitación, un día fuera de la rutina, para el disfrute de todos los sentidos!

Bromas de redacción...como dice la propia María: ¡qué divertido!!...debajo del sombrero y de rojo, está ella...

www.pizzornowines.com