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Viernes, 04 Septiembre 2009 04:56

Aerolíneas Argentinas: sin horarios ni remordimientos…

por Luis Alejandro Rizzi
desde Buenos Aires

Hace años se podía ver por Televisión una simpática propaganda que protagonizaba Hugo Arana y que decía “En la vida pasan cosas, muchas de ellas se viven con CRESPI”, que era una marca de un vino muy popular, hoy desaparecida. Respecto de Aerolíneas Argentinas podríamos decir “En el transporte aéreo suelen ocurrir imponderables, la mayoría de ellos ocurren en Aerolíneas Argentinas…” Claro está, en este caso es probable que esa propaganda fuera financiada por la competencia...


La sensación es que por lo menos el personal de Aerolíneas Argentinas no valora ni entiende que ese esfuerzo del estado que en verdad está financiado por todos los contribuyentes, la mayoría de ellos sin posibilidad alguna de subirse a un aeroplano, merecería otra respuesta.

Últimamente las demoras y cancelaciones de vuelos son moneda corriente y ello significa un enorme desprecio hacia las personas que pese a todo optan por viajar en la ahora empresa estatal.

También se contribuye a descalificar aun mas a un estado ya de por si ineficiente en la prestación de los servicios públicos desde la educación hasta la seguridad y a quien paradójicamente cada día se le reclama por nuevas estatizaciones.

Este imperio del desorden y la desaprensión estalló el pasado domingo cuando el vuelo 1134 que debía cubrir la ruta EZE-MAD, partió con 23 horas de demora luego de una serie de peripecias demostrativas del desinterés y falta de respeto hacia el ahora sacrificado “pax”.

Viajar en Aerolíneas Argentinas se ha convertido en una suerte de purgatorio en vida aunque no sabemos si Dios nos entregará el “voucher” respectivo que acredite nuestra purificación.

No es posible pensar que Aerolíneas Argentinas está de liga negativa y que suma cuanto imponderable anda suelto para dificultar la prestación del servicio.

Como se suele decir si tiene cabeza de tigre, pata de tigre, piel de tigre, cola de tigre y ruge como un tigre, no puede ser una tortuga…se trata de un verdadero tigre.

Pues bien cuando se suman los “imponderables” del modo que están afectando a Aerolíneas Argentinas es obvio que alguna mano negra, muy perversa, se mueve en las tinieblas de las intrigas que antaño sirvieron para demonizar al grupo “Marsans” y que en esa época eran vistas con enorme simpatía por ciertos sectores y por el ex Secretario de Transporte Ricardo Jaime que en algún momento deberá explicar y rendir cuentas.

Por ello celebramos la reacción del gobierno por vía del Señor Secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi que demostró su preocupación y la de la Presidenta por la cantidad de recursos que está demandando Aerolíneas Argentinas y por la precariedad de sus servicios.

Es obvio que hasta ahora no hay relación entre el dinero aportado por el Estado desde septiembre a junio pasado por la suma de pesos 1.273.727.959,00 equivalente a u$s 340.568.973,00 y los resultados obtenidos.

La gente de Aerolíneas Argentinas debe comprender que está en una situación de privilegio, no solo porque no los afecta la crisis general del Transporte Aéreo, ni la crisis económica ni la crisis propia del país, es como si realmente vivieran felizmente en una nube artificial y ello se lo deben a todos los contribuyentes que pagamos los impuestos.

Por lo menos por respeto deberían cumplir al pie de la letra con sus obligaciones y dar ejemplo del privilegio que para bien o para mal les ha concedido el Estado y asumir el sacrificio que les impone, reitero su situación de privilegio.

El gobierno y las autoridades de Aerolíneas Argentinas han dado un paso importante para que esta epidemia de “voluntarios imponderables” sea extinguida y se recupere el orden que debe imperar en toda empresa y en especial en una empresa de transporte aéreo.
 
No olvidemos que está en trámite el juicio penal por el accidente ocurrido hace diez años a un aeroplano de LAPA y muchas de las cosas escuchadas parecería que se están repitiendo.

Esperemos que de una buena vez el Estado nos demuestre que tiene capacidad para administrar con orden y disciplina lo que no se debe confundir con autoritarismo o discrecionalidad arbitraria.

Más allá de todo lo ocurrido en Aerolíneas Argentinas, que nosotros hemos ido exponiendo paso a paso juntamente con nuestra opinión, lo cierto es que el enorme esfuerzo del Estado y del gobierno por “salvar” a la empresa hasta ahora produce resultados negativos.