Print this page
Lunes, 06 Julio 2009 04:20

Competitividad de los destinos turísticos III: factores tangibles que inciden en la misma

por Miguel Ángel Acerenza
desde México

Como lo mencionáramos en el artículo anterior, el producto y su precio constituyen los principales factores tangibles que inciden en la competitividad de un destino turístico. Los requisitos que deben cumplir los productos del destino para poder competir con éxito en los mercados son: ser capaz de satisfacer las

motivaciones de los turistas que se pretende captar, estar al alcance de las posibilidades económicas de esos turistas según sus diferentes niveles de ingresos, y contar además, con poder competitivo ante las ofertas de los destinos competidores.   

Si  los productos cumplen con dichos requisitos serán productos vendibles, y si son vendibles, con muy poco esfuerzo promocional el destino tendrá éxito en sus acciones tendientes a comercializarlos en los mercados.

La adecuación de los productos a las motivaciones y requerimientos de los turistas que se quiere captar, por tanto, así como al ambiente competitivo existente en los mercados, constituye un imperativo al cual debe abocarse el destino para poder competir con éxito.

No es en realidad una tarea fácil, ya que dicha labor exige la consideración de una serie de aspectos que inciden directamente en la competitividad del producto, entre los que se destacan lo que se ha dado en llamar “atractividad del destino” como tal, y las “ventajas competitivas” que posean los productos y servicios que conforman su oferta.  Seguidamente comentaremos las particularidades de dichos aspectos.

ATRACTIVIDAD DEL DESTINO TURISTICO

El primer punto que se tiene que considerar entonces, se relaciona con la atractividad del destino turístico, en virtud de que la selección que el turista hace entre distintos destinos alternativos para conocer o vacacionar en los mismos, depende en realidad de un juicio subjetivo que él realiza considerando una serie de factores.  El más importante de esos factores es, sin duda, la percepción que el turista tenga de cada uno de los destinos, en cuanto a la capacidad de los mismos para satisfacer sus motivaciones de viajes.   Entendiendo por percepción  en este caso, el proceso mediante el cual el turista selecciona, organiza e interpreta la información que recibe de los destinos, y que le permite formarse una imagen mental de los mismos.   Y por motivaciones, a los estímulos que hacen que el turista adopte una decisión de viaje.   
La percepción que tenga el turista sobre un determinado destino por tanto, puede tener una fuerte influencia en la selección de éste como destino turístico, tal como lo veremos a continuación.

Influencia de la percepción en la atractividad del destino

Algunos estudios realizados con el propósito de conocer cuáles son los aspectos que más influyen en la percepción de la atractividad de un destino, ponen de manifiesto que existen en realidad  dos aspectos importantes: la percepción que tenga el turista de los atractivos del destino, y la percepción de la distancia a la cual éste se encuentra  de su lugar de residencia.   Estos aspectos influyen de distinta manera en la decisión de viaje del turista, como se podrá observar.

Percepción de los atractivos turísticos

La percepción de los atractivos turísticos (sobre todo la que se tenga sobre la capacidad de éstos para satisfacer las necesidades y expectativas de los turistas) es el primer factor que influye en la atractividad del destino, debido a que existe una estrecha relación entre los atractivos del lugar y las motivaciones de viajes.  Es importante tener presente que la  percepción puede variar en función de las motivaciones o los intereses particulares de los turistas.

Percepción de la distancia del destino

El segundo aspecto que incide en la atractividad de un destino turístico es la percepción de la distancia a la cual dicho destino se encuentra del lugar de origen del turista.  Aspecto este que influye sobre el tiempo y costo del viaje.
La forma como influye la percepción de la distancia en la decisión de viajes, varía en función del tipo de viaje vacacional de que se trate.  Por ejemplo, en un viaje vacacional a un destino turístico de playa, la percepción de la distancia puede convertirse en un elemento disuasivo si la relación tiempo-costo del viaje es muy elevada, y el turista dispone de destinos turísticos alternativos más cercanos con oferta similar a un menor costo.
Por el contrario, en otros tipos de viajes vacacionales la distancia puede constituir un atractivo adicional al pasar a formar parte de la experiencia vacacional.  Es el caso concreto de destinos culturales muy distantes que requieren la realización de viajes prolongados para poder visitarlos, como son los casos de destinos turísticos como India o China, por mencionar algunos viajes de este tipo.

La percepción que el turista tenga de los aspectos señalados entonces, determinará  la atractividad de un determinado destino turístico.  De manera que los destinos distantes de los mercados emisores, con atractivos turísticos indefinidos o mal posicionados, tendrán pocas posibilidades de lograr una decisión favorable por parte de los turistas.
Por otra parte, una percepción vaga de los atractivos de un destino puede crear dudas en cuanto a la capacidad de éste  para satisfacer las motivaciones de viajes, afectando así su atractividad y, por ende, su competitividad.   Por esta razón los destinos deben encarar acciones para influir en la percepción de los turistas, y contribuir con ello al incremento de su competitividad.

En el próximo artículo veremos algunas de las acciones que el destino puede tomar con ese propósito.