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Martes, 21 Julio 2009 03:31

¿Son merecidos los subsidios al turismo?

por Alejandro Butler
¿Por qué la mayoría de los países tienen un Ministerio de Turismo? ¿Por qué destinan millones de dólares a promover el turismo y no hacen lo mismo para apoyar otros sectores de actividad que también cuentan con un gran potencial? (mayor aún si contase con recursos del gobierno para su promoción).


En Uruguay, el MINTUR, “tiene el cometido de orientar, estimular, promover, reglamentar, investigar y controlar el turismo y las actividades y servicios directamente relacionadas al mismo”. Este Ministerio ejecutó en 2007*, un presupuesto de más de 20 millones de dólares, el doble que el Ministerio de Industria, Energía y Minería, y la tercera parte que el de Ganadería, Agricultura y Pesca. De esos 20 millones, 8 se dedicaron a la Promoción del Turismo receptivo o interno. Esta promoción, junto a la realizada por los privados y a la demanda “natural”, generó según el Mintur, ese mismo año, divisas por 424 millones de dólares (aunque no está claro cómo se llega a esa cifra), y un número de poco más de 1.8 millones de turistas que visitaron Uruguay. Podríamos decir entonces que se invirtieron poco más de 4 dólares por turista, aunque en realidad, la pregunta sería ¿Cuántos turistas nos hubieran visitado si no se hubiera realizado ninguna promoción? Y esa diferencia es el número por el que habría que dividir los 8 millones, para evaluar el costo y el impacto de la promoción sin considerar ningún efecto acumulativo ni previo, ni posterior.

No pude compilar datos sobre la inversión realizada en promoción por los grandes actores privados del sector, como los principales hoteles y compañías de transporte, pero la cifra es importante también, aunque seguramente muy inferior. El Estado, los ciudadanos todos, pagamos para que se promocione esta actividad, que tantas divisas genera al país. Esto sucede con el turismo, y es un mérito de este sector haber logrado que su actividad cuente con este apoyo estatal, pero qué pasa con otros sectores? las carnes, el software, los servicios financieros, la construcción, los vinos, la industria automotriz, los servicios profesionales, la industria textil, el sector audiovisual, etc. El Uruguay, poco o muy “natural”, es todo lo que hacemos los uruguayos… ¿Por qué dedicar recursos especiales para promover la actividad turística, cuando en otros sectores, es el emprendedor privado quien debe hacerlo? En este sentido, la inversión que realiza el Estado podría verse como un subsidio al sector. Subsidio no es necesariamente mala palabra. Si el Estado decide hacerlo y si tiene sus razones para ello, es perfectamente legítimo. Pero digamos las cosas por su nombre…

¿La promoción del turismo interno y receptivo, debe ser pagada por el Estado? ¿en qué medida? ¿Esos recursos podrían dedicarse a otras inversiones tan o incluso más efectivas para desarrollar el turismo? (Capacitación, infraestructura, etc.)

Tal vez la inversión realizada sea la adecuada en montos y rubros, y tal vez sí deba el Estado tener un rol importante en esa inversión necesaria. No tengo una postura definitiva al respecto. Lo cierto es que vale la pena debatirlo e imaginar otros modelos posibles. Tal vez para confirmar su vigencia, o tal vez para transformar la estrategia de promoción de éste y de otros sectores de un país.

¿Por qué premiar al Turismo con recursos especiales para su promoción? ¿Hay un análisis de fondo al respecto?

Imaginemos por ejemplo que varios sectores de actividad pujan por disponer de esos recursos para la promoción en el exterior de sus productos o servicios.

¿Cuáles debieran ser los criterios para elegir darle esos recursos a uno u otro sector?

¿Debiera ser por la cantidad de empleo que genera?

¿Por el impacto en el PBI?

¿Por las inversiones que atrae o que realiza?

¿Por su sustentabilidad?

¿Por su potencial?

¿Por los aportes que los privados beneficiados están dispuestos a hacer junto a los del gobierno?

¿Cuál debiera ser el criterio?

En el caso de que una vez respondidas estas preguntas la conclusión fuera que hay que invertir en la promoción del turismo mediante las herramientas que se vienen usando ¿Qué se le pide a cambio a quienes se benefician de esa inversión? ¿Cuál es la contrapartida que debiera exigirse? ¿Inversiones? ¿Calidad? ¿Empleo? ¿Mejoras?

Si un ciudadano, emprendedor de un sector determinado, siente que no tiene nada que ver con el turismo … y que por el contrario resulta por ejemplo que ha realizado un gran esfuerzo para promover sus productos en el exterior, sin contar con ningún apoyo estatal. Paga sus impuestos, da empleo a muchas personas, etc. es válido que se pregunte ¿por qué el Estado no dedica recursos para promover su sector de actividad y dedica tantos (¿?) al turismo?

La respuesta pasa seguramente por las decisiones políticas, legítimas, que cada país toma. En realidad los diferentes sectores de actividad cuentan con diferentes tipos de apoyos estatales. Unos con promoción, como el turístico, otros con devolución de impuestos, o con beneficios fiscales de otro tipo, etc. De eso se trata la política. De decidir a quién y cómo se apoya, con recursos escasos, aportados por todos. En tiempos electorales en todos los países de la región, está bueno repasar ese sentido de la responsabilidad política y del rol y responsabilidad de los diferentes actores privados.

Se trata de comunicarnos mejor y ayudar a que otros también lo hagan. El Uruguay es un buen lugar para hacerlo. En eso estamos.

(*Los datos presupuestales referidos corresponden a la Rendición de cuentas del 2007, últimos disponibles en el sitio web del Mintur y del MEF)