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Miércoles, 05 Septiembre 2007 19:54

De viaje por el mundo para "atrapar un sueño"

 06 SET 07 PDU

Dicen que la vida es un viaje improvisado y para la familia argentina Zapp, que ha recorrido todo el continente americano a bordo de un auto de 1928,

los miles de kilómetros recorridos nunca son demasiados si se trata de "atrapar un sueño".

Al comienzo de su aventura, en enero de 2000, eran sólo dos, el matrimonio formado por Herman y Candelaria Zapp, pareja desde los 14 años y que compartían –y aún comparten– un sueño: recorrer el mundo de cabo a rabo.

Inicialmente la idea era viajar de Argentina a Alaska pero parece que los kilómetros y su Graham-Paige de 1928, del que se declaran "absolutamente enamorados", son más adictivos de lo que en un principio parecía.

No se trataba de hacer turismo durante las vacaciones, o de tomarse un año sabático. Para este electricista y esta secretaria, viajar se convirtió en una forma de vida. "Queríamos llevarnos algo de la vida, no sólo haber pasado por ella, y los mayores logros en la existencia son los sueños cumplidos. Puede que no estemos haciendo un montón de cosas, pero estamos viviendo", dijo a la prensa Herman Zapp, a su paso por Washington rumbo a Canadá.

Lejos de querer asentarse en un "nido" donde criar a su familia, la familia Zapp no cree en convencionalismos: cuantos más viajen juntos, más divertida es la aventura.

De dos viajeros pasaron a tres, pues nació su primer hijo, Pampa, de camino a Alaska. Y de tres a cuatro, cuando en la Patagonia el pequeño Tehue se unió a la aventura. Ahora, Candelaria espera su tercer hijo para diciembre.

El aumento en la tripulación, lejos de ser un impedimento, es el fuelle que sirve para avivar su sueño.

Tras un viaje de 70,341 kilómetros durante tres años y siete meses y medio, en 2003 llegaron al océano Artico.

Como en todo viaje, y más en uno tan largo, los imprevistos sorprendieron a la familia Zapp: se quedaron sin dinero, se les averió el coche y hasta les denegaron los visados.

En Centroamérica, cuando tras seis meses de viaje se quedaron sin dinero, escribieron un libro, Atrapa sueños, con cuyas ventas, y cerámicas que Candelaria pintaba a mano, consiguieron los fondos para seguir adelante.

Aquella fue una etapa de duda: "Nos preguntábamos si habíamos hecho bien, no sabíamos qué íbamos a hacer", recordó Candelaria.

Pero el destino quiso que no sólo salieran adelante, sino que ese momento de apuro económico se convirtiera "en la mejor época" de sus vidas.

Con paciencia, perseverancia y la ayuda de miles de personas que se cruzaron en su camino siempre lograron salir adelante.

"Les dábamos las gracias tras ayudarnos y nos decían `gracias a ustedes, no cumplí mi sueño pero soy parte de uno"’, relató Herman con una eterna sonrisa en sus labios.

Con todos ellos tratan de mantener el contacto a través de su página web, http://www.argentinaalaska.com/, que se ha convertido en un diario de bitácora de este viaje que continúa.

Tras llegar al Artico, lejos de estar cansados, decidieron regresar a casa, en Argentina, y escribir un segundo libro, Atrapa tu sueño (Spark your Dream), una versión mejorada del primero y que ya lleva seis ediciones.

El nuevo libro sirvió para retomar fuerzas y preparar su próxima aventura.

Esta vez dirección sur, hacia la Patagonia, donde llegaron con un nuevo pasajero, Tehue, que nació y creció en el recorrido.

Su viaje más reciente empezó en Miami hace dos meses y les llevará por la costa este de Estados Unidos hasta Québec (Canadá), desde donde cruzarán el país hasta Los Angeles (EE.UU.), para recorrer la costa oeste hacia Vancouver, de nuevo en el país vecino.

Una vez allí, y después de promocionar su libro allá donde vayan, se embarcarán rumbo a Asia, a la India, durante tres o cuatro años.

Viajar parece muy fácil con esta pareja llena de vida que se mueve en un vehículo que alcanza un máximo de 40 kilómetros por hora y que como por arte de magia, y escondido a los ojos del espectador, cuenta con una cocina, un baño e incluso una "habitación plegable" sobre el techo.

Herman confiesa que "no es cuestión de suerte, sino de bendición".

"¿Qué es lo contrario de un sueño? Pienso y no lo encuentro. No lo hay, no existe, no hay nada ni nadie en contra de un sueño, todo está a favor", reza su libro.

Fuente: noticiasdot.com