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Lunes, 17 Noviembre 2008 21:06

El fútbol nuestro de cada día

 Rafael Cherrussi
Estamos de acuerdo que este medio es básicamente dedicado al turismo y a las noticias que el sector genera, pero la situación vivida este fin de semana y las consecuencias que trajo y aún puede aparejar no son ajenas a ningún uruguayo.
El fútbol volvió a vivir un momento de tristeza una vez finalizado el partido entre Danubio y Nacional, en la cancha del equipo de Maroñas.

Nuevamente este escenario, donde en un partido ante Peñarol el encuentro debió suspenderse porque una piedra impactó en un línea.

Pero que quede claro no es culpa del escenario, ni de la dirigencia de Danubio que acondicionó su cancha para poder recibir a los equipos rivales, a los parciales y al periodismo deportivo con instalaciones cómodas y bien equipadas.

La culpa es de esos grupos que tomaron las actividades deportivas de rehenes, llevando la violencia que viven a diario a las canchas, trasladando problemas que se viven en la sociedad ante la pasiva mirada de los dirigentes de los clubes. Y en algunos casos también dándoles "vida", con apoyo logístico, como son entradas, dinero para banderas, para traslados, etc.

Estos violentos hoy están ganando el partido a quienes van a las canchas a disfrutar de un espectáculo, en familia, en una tarde de sol, como una actividad más del fin de semana.

Lamentablemente muchos ya no van a ningún espectáculo deportivo. Y decimos deportivo porque en las últimas semanas se  vivieron episodios violentos en el basketball, donde un partido debió suspenderse y jugarse el pico en el interior del país, en el futsal que recibió a las barras de los dos grandes en los clásicos.

Allí hubo agresiones de todo tipo, y otro partido trasladado al interior, más precisamente a Canelones donde también ocurrieron hechos lamentables, incluso con disparos de armas de fuego.

Anteriormente, y con la excusa de una decisión arbitral, parciales de Nacional agredieron a periodistas deportivos en el Parque Central lo que le valió la pérdida de los derechos de locatario.

En esta oportunidad se trató de una batalla campal en plena cancha de Jardines del Hipódromo, ante la atenta mirada de una decena de efectivos policiales parados en la puerta del túnel que conduce a los vestuarios.

¿El jefe del operativo no pudo prevenir que pasaría, sobre todo si estaba en conocimiento que el alambrado presentaba un boquete por donde podrían ingresar estos seudo hinchas?

El Consejo Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol resolvió suspender el torneo Apertura por éstos hechos.

Es hora de tomar el toro por las astas, no le debe temblar el pulso a nadie a la hora de tomar una decisión drástica, sea cual fuere y le duela a quién le duela.

Por el bien del fútbol pero tambien de una sociedad cada día más cercada por los hechos de violencia.