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Jueves, 27 Noviembre 2008 03:46

Reabre el primer café de Montevideo y último en su estilo: El Brasilero.

 por Ana Pais
Uno se dedica a la industria farmacéutica, el otro a la constructora. Pero desde hoy son los flamantes dueños del Café Brasilero, 57 metros cuadrados de historia y cultura que desde 1877 funciona en Ciudad Vieja.


Ayer de tarde sonaba a todo volumen la canción Alegría de Cirque do Soleil en el local de Ituzaingó 1447. Estaban probando los nuevos equipos donde esta noche, a partir de las 22 horas, tocará Daniel Viglietti para su reapertura.

"Trataremos de estar a la altura de la responsabilidad que asumimos, de ser custodios de un pedazo de historia, de un legado cultural muy importante", dijo Hugo Lafourcade, quien junto a Luis Giambroni son los nuevos arrendatarios del local del Café Brasilero y licenciatarios de la marca.

"Estamos muy emocionados y tenemos muy claro lo que queremos, que es respetar la tradición del café y devolverle la gloria que tuvo, ni más ni menos, ya que estaba muy descuidado", explicó Giambroni.

Durante el mes que estuvo cerrado, El Brasilero se mantuvo intacto detrás de la persiana baja, la misma por la que Eduardo Galeano se enteró de su clausura a la vuelta de un viaje. Como ahora también está en el exterior, su "segunda casa" le hará un homenaje en diciembre. El escritor uruguayo es la figura más emblemática, pero no la única que concurría con periodicidad al lugar.

Las fotos varias de Galeano y otros habitués como Enrique Estrázulas e Ignacio Suárez, láminas de estilo Art Nouveau, recortes de diarios o imágenes de Carlos Gardel, estarán colgados en sus paredes tal como desde hace años, al igual que el mobiliario y la fachada del local, conservados hace más de un siglo. El cambio será en el servicio.

Con mozos y chefs de un promedio de edad de 21 años y con Mario del Bó de asesor, los nuevos dueños apostaron a una gastronomía "muy moderna", explicó Giambroni. Incluye básicamente sándwiches, postres individuales -"para que siempre sea comida fresca", dijo- y por supuesto, café.

"Es una mezcla de granos única, seleccionada de Café Bahía para El Brasilero. Se va a prestar atención en todos los detallecitos, para que algo tan sencillo como un café se vuelva una pieza de arte: que tenga la temperatura exacta, la cantidad de crema que debe llevar, que la masita que acompaña sea la apropiada, etcétera", contó Giambroni. La carta incluye uno que lleva el nombre de la casa y otro el de su hijo más renombrado, Galeano, que lleva café, leche, leche condensada, canela, cacao y granos de café.

Pero la mayor novedad de la reapertura es la "gaditana": "Revolviendo entre todo lo que pudimos encontrar de la historia de El Brasilero descubrimos la gaditana, la bebida típica que hace 100 años se servía acá. Es un tesoro increíble que tenía mucha aceptación en su momento y que nosotros vamos a volver a traer, porque es una forma de revivir la identidad del lugar. La mezcla la empezó a hacer Jiménez -que a principios del 900 se convirtió en el segundo dueño del café- y entre otras cosas tiene cognac con naranja", explicó Giambroni.

El otro desafío es volver a generar un espacio de encuentro para la llamada bohemia montevideana, ese que atrajo a una larga lista de personalidades que van desde José Enrique Rodó hasta Carlos Calderón de la Barca o Carlos Quijano.

Para ello, habrá espectáculos en vivo todos los jueves y viernes de noche, para los cuales manejan nombres como los de Fernando Cabrera y Laura Canoura. Este viernes El Brasilero va a integrar el circuito de cafés y bares del espectáculo Tango de cercanías.

Por otra parte, organizarán tertulias. La primera será hoy a las 21 horas, con historias sobre este y otros cafés de la capital, con la participación de Carlos Maggi, Mario Delgado Aparaín, José María Obaldía, Mauricio Rosencof, Ana Ribeiro y Pagani (por Café Bahía), moderada por Daina Rodríguez.

Uno de los encantos del local y lo que lo diferenció de su principal competidor durante décadas, El Tupí Nambá, es que en sus antiguas sillas italianas pueden sentarse no más de 50 personas. El pequeño café promete estar siempre lleno.

Del 900
Si bien todavía no fue publicado de forma oficial, desde la Intendencia de Montevideo le aseguraron a Giambroni y Lafourcade que el Café Brasilero será declarado de Interés Cultural, con lo que se convertiría en el primero del rubro en recibir el reconocimiento. Fundado en 1877, el lugar es "el último exponente de la estirpe de muy notables cafés montevideanos del 900", según el libro Boliches Montevideanos, de Delgado Aparaín. Durante el siglo pasado compitió contra otros míticos cafés como El Tupí Nambá, El Británico y Ateneo, pero sólo El Brasilero sigue funcionando. Eso explica la expectativa por su reapertura: ayer como todos los días desde hace un mes, dijeron, cada 10 minutos alguien se acercaba a preguntar cuándo podrían tomar un café.


fuente: El País Digital