Las modelos del staff de Ricardo Piñeyro, deslumbraron en una pasarela donde se destacaron Nicole Neumann (reciente mamá) quien desfiló el vestido de novia, Dolores Barreiro,  e Ingrid Grudke; en un desfile presentado por Teté Coustarot.

La ocasión se ha convertido desde hace unos años en un hit de la temporada, y este año, una vez más, los vehículos de prensa e invitados debieron estacionar a varias manzanas de distancia, en virtud de la cantidad de asistentes.

Camarógrafos de todas partes del mundo ( EEUU, Francia, Argentina, Chile, Brasil, Alemania, España, San Marino, Bélgica entre otros) fueron instalados en una plataforma especial, que se vio desbordada cuando la diva de los teléfonos, Susana Giménez, fiel a su estilo, llegó acompañada de Jorge Rama ya iniciado el evento, y se retiró antes que culminara.


 Silvina Luna, Teté Coustarot, César Juricich, Susana Giménez, Shirley Serna, Carlos Di Doménico.

Justamente, la nota hilarante de la noche la protagonizó la blonda conductora. Se otorgaron dos premios: uno a la mujer elegante y otro a la mujer “fashion”.

 Fue llamada Susana Giménez a la pasarela a recibir el premio y agradeció, agregando: “ Mil gracias, los adoro, aunque yo creí que el premio a la elegancia se lo entregarían a alguien más… que se yo… a alguien más delgadita”.  Entonces Carlos Di Doménico aclaró: “No Susana, no recibiste el premio a la mujer elegante, sólo a la más fashion”.
Carcajadas de todos, Susana incluida, que justo es decir, está espléndida, y demostró una vez más, que está más allá del bien y del mal y que sabe reírse de si misma; razón por la que el público de todas las latitudes, la adora.

La distinción a la mujer más elegante la recibió Rosella Della Giovanpaola.

Carlos Di Domenico hace treinta años que trabaja en la moda y desde hace 20 se le unió César Juricich. Con un estilo muy particular saben combinar géneros de Italia, Marruecos, Turquía, Estados Unidos, argentinos y uruguayos, logrando que sean prendas admirables y “ponibles”, con un ejército de trabajadores que solamente para este desfile, incluyo a 50 asistentes en el back stage, la mayoría uruguayos.

Saben hacer que las prendas que desfilan, puedan ser soñadas y vestidas por toda mujer en una noche especial, y no solamente en una vitrina para admirar malabares estéticos.