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Miércoles, 28 Enero 2009 07:44

El sentido de lo humano: Infalibilidad o libertad

 por Luis Alejandro Rizzi

La infalibilidad tiene que ver con la imposibilidad de errar o con lo cierto y seguro con calidad de indefectible.
La libertad tiene que ver con la facultad de hacer una cosa u otra, pensar de un modo u otro asumiendo la responsabilidad propia del ejercicio de la libertad.


Estoy seguro que los hombres somos falibles y es probable que en el balance de la vida nos equivoquemos muchas veces más de lo que acertamos.

Creí oportuno hacer estas aclaraciones a raíz de varios mails y llamados telefónicos que he recibido por mi nota anterior sobre la homosexualidad sin perjuicio de los aparecidos en el Portal y que motivaran la para mi excelente nota de Sergio Antonio Herrera.

La mitad de esos mails estaban escritos por personas “infalibles” y en algún caso se decía que “de la homosexualidad solo se puede estar a favor” y que cualquier opinión en contrario es descalificable por si sola.

Unos pocos me planteaban el tema en el terreno de la discrepancia con argumentos algunos de los cuales había ponderado y otros no. Estos últimos si bien me han hecho reflexionar no llegaron a conmover mis opiniones.

El caso de la homosexualidad en Grecia tenía que ver con el “ocio” y la situación inferior de la mujer y el “nec otium”, negocio o comercio como una actividad también de hombres inferiores que seguramente eran heterosexuales en su mayoría.

El “ocio” era la actividad de los filósofos y cuando se establecía una relación suprema en el saber entre el maestro y el alumno y surgía o se creaba un vínculo de amor que culminaba sexualmente.

Creo que en general la homosexualidad se daba en lo que llamaría la aristocracia griega por lo menos es lo que creo haber entendido. La homosexualidad era como una relación especial y selecta entre pares.

Recordemos de paso que la esclavitud estaba legitimada y en la Política, Aristóteles hace su férrea defensa, no por eso podríamos decir que hoy sería válido su restablecimiento aunque hoy la esclavitud aparece bajo otras formas mucho más sutiles y perversas.

Obviamente descarto los dos o tres que mostraron acuerdo con mis opiniones.

Mi idea al escribir la nota fue la de provocar un debate, pero “debatiendo” es decir altercando, discutiendo sin caer en la descalificación o en la infalibilidad que es una forma grosera de “descalificar”.

Lamentablemente y ya saliendo de este tema, me preocupa el modo en que muy sutilmente se va imponiendo la “infalibilidad”  y diversas cuestiones intentan ser eliminadas del “debate” bajo el argumento de que quien se opone es “nazi” o “fascista” cuando no “catolicón” o reaccionario o mas benévolamente pre moderno.

Una cuestión muy mal tratada es la de la represión que tiene que ver con la contención, con templar o moderar o bien con la acción de refrenar acciones que pueden ser lesivas para el conjunto de la sociedad o bien común.

Esa demonización de la “represión” está llevando a que se toleren acciones ilegales y perjudiciales para la sociedad nacional e internacional.

El corte del puente que une, hoy desune, GUALEGUAYCHU con FRAY BENTOS, fue y es tolerado por un falso concepto ilegitimo de la represión que de ese modo tolera una forma de violencia lesiva para URUGUAY y ARGENTINA. Por el contrario el piquete que efectúa el puente considera que estaría haciendo una forma legítima de “represión” al impedir el tránsito como protesta contra la instalación y funcionamiento de BOTNIA.

Como vemos los conceptos se han invertido y en este caso se ejerce la “represión” no para contener o templar sino como  agresión a todos aquellos que ven impedido el tránsito y un estado que obviamente tolera el ejercicio de la represión ilegal y se muestra incapaz de ejercer la “represión” legal.

Llama la atención que ningún Juez haya tomado intervención.

Otro caso es la “discriminación” que significa castizamente  “dar trato de inferioridad a una persona o colectividad por motivos raciales, religiosos, políticos…” o en tratar desigualmente a quienes está en una misma situación.

Sería discriminación impedir a una persona el acceso a un empleo por el color de su piel, por su altura o por su peso, por dar unos ejemplos groseros, pero no se puede decir que uno “discrimina” cuando piensa de otro modo.

Días pasados un escritor progresista  escribió que los represores así se llama a los militares, policías y algunos civiles que intervinieron en la lucha contra la subversión en la década del 70, debían “pudrirse” en la cárcel, sin advertir que la Constitución no discrimina  y  dice que “…las cárceles de la nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidas en ellos y toda medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos mas allá de lo que aquella exija, hará responsable al juez que la autorice.”

Sugestivamente el progresismo critica con razón el sistema carcelario porque dista de ser sano y limpio.

Pregunto: ¿pedir que los represores se pudran no es discriminar…no es contradictorio con el pedido que se mejore la situación carcelaria?
…
En un reciente debate fui tildado de “nazi” y “tomista” (sic) por exponer mis argumentos en el sentido que las cárceles deben ser sanas y limpias para todos por más grave y aberrante que haya sido el delito cometido sin ningún tipo de discriminación.
 
A todo esto hubo personas que defendieron la discriminación para algunos casos llegándose a decir que ningún liberal debería ser admitido en los cargos públicos o que era legítimo que Chaves se perpetrara en el poder ya que la única democracia genuina es la llamada “bolivariana” .

La Presidenta Argentina en su paso por Cuba, hizo mutis por el foro en su defensa de los derechos humanos, ¿esa discriminación es buena o mala?, para mi es inadmisible pero ya ha encontrado defensores.

Los derechos humanos solo deben respetarse cuando responden a un interés partidario o ideológico.

El tema da para mucho más pero lo alarmante es que el abuso viene reemplazando a los “usos” clásicos referidos a valores también clásicos.
 
En una palabra como lo podría decir el ex presidente del Uruguay Sanguinetti, “lo anormal se está volviendo normal”