mausoleo-slider-intro-1920x400
mvdmausoleoslider-intro-1920-400
solis-slider-intro-1920x400
pocitosslider-intro-1920-400
Martes, 03 Octubre 2006 20:33

ZONA EDITORIAL - El otro país.

Montevideo - 04 OCT 06 - Portal del Uruguay.

Cabo Polonio, ejemplo vivo de Desde hace mucho tiempo, insistimos con la idea.
Si hablamos de turismo, debemos enfocar todos los esfuerzos hacia el otro país, al destino turístico Uruguay y en ese esquema, olvidarnos de Sol y Playa.

Lo hemos reiterado hasta el hartazgo pero, no podemos encarar este tema sin mencionarlo; mal podemos ponernos la grifa de Sol y Playa, cuando estamos demasiado lejos del mundo, en distancia y lo que es peor, en tarifas de transporte.
Hasta ahora, la inercia pseudo formal de nuestras estructuras gubernamentales, también las privadas y hasta las mentales del común de los uruguayos, se han basado en el formato "sol y playa-punta del este-mercado argentino".
Ese formato, históricamente, se ha ubicado en el trimestre estival, hasta que, cambió el clima.
O sea, no es verdad, nunca lo fue, que seamos un destino de sol y playa; el verano , hace años que no dura tres meses y como si ello no alcanzara, este año, conflicto por las papeleras mediante, comenzó a resquebrajarse, tal vez para siempre, el paradigma del turista cautivo.
Con todas las carencias apuntadas, el ingreso de divisas por turismo, es de los más importantes en nuestra economía.
Esta definición y algunas por el estilo, han sido reiteradas a lo largo de los años pero, nunca de manera científica y mucho menos, por los voceros adecuados.
Que lo mantengamos nosotros, algún funcionario departamental o nacional de organismos del sector, o algún dirigente o empresario privado, no escapa al subjetivismo y por ende ,no es contundente.
Algún día, algún Ministro de Economía, a regañadientes, contra viento y marea, tendrá que admitir que el turismo es la actividad económica principal del Uruguay.
Para que ello suceda, deberemos hacer el diagnóstico y la estrategia de márquetin.
En el quinto módulo del ciclo Pensar el Turismo de Estudio Hub; asistimos a dos charlas excelentes, de dos uruguayos excelentes.
Los disertantes fueron , en primer término: el Director de la revista y programa de TV, Arte y Diseño, Diego Flores; posteriormente, el empresario y periodista especializado en viajes, Daniel Branáa.
Ambos, cada uno por su lado, dijo que el Uruguay que le puede interesar al turismo internacional es el de la tradición, el histórico-colonial, el rural. El país a escala humana, el país donde "se ve el horizonte"; cada uno por su lado, contó una experiencia personal y con esos relatos, dejaron enseñanza, los compartimos.
La familia Flores, para agasajar a uno de sus miembros, que regresaba al país con esposa europea, alquiló una bonita casa de Punta del Este. A los dos o tres días de estadía en el principal balneario, en pleno enero, la chica comenzó a dar señales de " ya está bien" " ¿ podemos partir?". Los Flores, preocupados por agradar a la visitante y causarle la mejor impresión de nuestro país, comenzaron a dar manotones; el primero, la apuesta " a pleno", Cabo Polonio, la chica "murió" con el lugar.
Segundo intento: Colonia " segunda muerte", la esbelta suiza no podía creer lo que veía y el remate, el golpe de gracia el Montevideo interior, el Prado y el Rosedal, Peñarol y su estilo inglés y la noche y el día de la Ciudad Vieja, hicieron el resto. Cuando tuvo que partir, desde Carrasco, salió para Suiza, una nueva promotora del destino Uruguay.
Daniel Branáa, ojo crítico del mundo, viajero de los cinco continentes, un día fue convocado por el entonces Ministro de Turismo, Varela. Comenzaba la temporada de cruceros.
"Queremos ver que sucede, si en el Crucero que llega en pocos días  al Puerto de Montevideo, hacemos una promoción de la ciudad, que reacción puede tener el pasaje."
Y allá fue Daniel, se tomó un vuelo al sur de Argentina y allí abordó la gran nave.
Un par de noches antes de llegar a Montevideo, fue anunciada, dentro del programa oficial del barco, la charla sobre Montevideo.
Daniel no había ido sólo, llevaba en su maleta un video promocional del Uruguay y obviamente, su impronta personal, su profesionalismo que le hizo cautivar a los dos mil pasajeros.
Cuando el barco llegó a puerto, descendió la casi totalidad del pasaje, lo que no es habitual, en la mayoría de los casos. Por desconocimiento de lo nuestro, los cruceristas que llegan a nuestras costas, en un número importante, permanecen a bordo.
Mientras discutimos si no habría que parar la mano con la construcción de torres en Punta del Este; mientras nos ponemos de acuerdo si es el ministro, el director técnico o el Consejo Nacional de Turismo, quienes deben trazar las políticas de estado.
Mientras seguimos beneficiando indiscriminadamente, las arcas de las editoriales porteñas, ¿ no podríamos ir pensando estas cosas?, ¿ no deberíamos hacer el gran debate, la gran discusión?.

Sergio Antonio Herrera