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TURISMO
NACIONAL, se puede y se debe hacer
Es un rubro que a simple vista,
engaña; parece todo muy simple… no lo es. La operación individual es muy
dificultosa y la colectiva no tiene casi continuidad. El centralismo
histórico de Montevideo hizo que siempre se diagramasen la casi totalidad de
los paquetes con inicio y fin en la capital; siempre tuvimos la impresión de
que en el turismo nacional, el tránsito era de una sola mano... Teniendo en
cuenta la pequeñez del mercado interno, se hace muy difícil para cualquier
operador, estructurar un calendario de excursiones colectivas; con las
condicionantes actuales, es prácticamente imposible lograrlo.
Pero si bien es difícil, para nada es imposible; se ha mejorado muchísimo en
comunicaciones y en infraestructura: a partir de estos dos datos de la
realidad, se facilita la tarea. La sugerencia para la definición del
producto es, planificar por un lado, un sistema con cabecera en la capital,
exclusivo para el mercado metropolitano y otro, para el resto del
territorio, basado en módulos regionales. Como todo sistema operativo de
turismo, se compondría por dos sectores: el receptivo y el emisivo. Veamos
en primera instancia el receptivo, conformado por los destinos, llamados de
aquí en adelante, subproductos.
Sector receptivo. Compuesto por todos los puntos con atractivos; en algunos
casos, conformarán subproductos individuales y en otros, combinados o
regionales; son los siguientes:
- Montevideo
- Costa de Oro
- Piriápolis
- Punta del Este
- Piriápolis y Punta del Este
- Piriápolis y Sierras de Minas
- Sierras de Minas
- Sierras de Minas, Treinta y Tres y Cerro Largo
- Rocha
- San José y Colonia
- Colonia
- Flores, Soriano y Río Negro
- Paysandú
- Salto
- Paysandú y Salto
- Salto y Artigas
- Florida y Durazno
- Durazno y Tacuarembó
- Tacuarembó
- Tacuarembó y Rivera
- Rivera
Sector emisivo. El agrupamiento de las plazas por vecindad y aprovechamiento
de rutas nacionales.
- Área metropolitana
- Artigas, Salto, Paysandú, Río Negro, Soriano y Flores.
- Colonia y San José (no metropolitano)
- Rivera, Tacuarembó, Durazno y Florida
- Cerro Largo, Treinta y Tres , Lavalleja y Canelones (no metropolitano)
- Rocha y Maldonado.
Operación de individuales.
Se deben diseñar paquetes a los diferentes destinos, variando las cabeceras,
de acuerdo a cada sector emisivo. Como es de uso y costumbre en el turismo
universal, los mismos deben contar como mínimo con:
- Transporte de línea ida y vuelta.
- Traslados de llegada y salida
- Alojamiento
En cada destino, de acuerdo a la infraestructura receptiva y a los
atractivos turísticos, se incluirán los servicios que correspondan y sean
factibles de operar. Deberá funcionar un sistema centralizador de reservas a
efectos de consolidar pasajeros de distintos puntos de origen dentro del
mismo sector o región emisiva, con similares servicios e idénticas fechas.
Por ejemplo: el mismo día, parten de Florida dos pasajeros y de Durazno
otros dos; los cuatro, tienen como destino Rivera y eligieron el mismo
paquete. Debe buscarse que utilicen el mismo servicio de transporte, lleguen
juntos, y de esa forma, se les pueda brindar el servicio receptivo con una
sola unidad, abaratando costos. Del mismo modo, al centralizar el
movimiento, puede darse perfecta y asiduamente, el caso, que para
determinadas fechas, sobremanera los fines de semana, se conformen grupos
espontáneamente, es decir, por la simple acumulación de pasajeros que elijan
el mismo paquete, con salida el mismo día. En estos caso, automáticamente,
se pasa de servicio individual al colectivo, con ómnibus exclusivo, guía
acompañante, etc.; de esta forma, además de la reducción de costos, se
mejora sensiblemente el servicio. La operación debe realizarse con
prestadores de servicios integrados al sistema, registrados en el Ministerio
de Turismo y Deporte, con convenios tarifarios firmes y condiciones claras y
reglamentadas.
Operación de servicios colectivos.
Debe estructurarse por parte de la Central Operativa, un calendario de
salidas para todo el año para el sector emisivo. La referida Central debería
propiciar el cumplimiento de dicho calendario interviniendo cuando sea
necesario, especialmente cuando no se llegue a los mínimos operativos
exigibles. La programación que se estructure debe funcionar como una especie
de soporte para que no ocurra lo que tantas veces ha sucedido, esto es: que
haya períodos en que no existe ni una sola oferta de salida colectiva en
turismo nacional.
Los protagonistas.
Este plan debe estructurarse, desde el inicio, por la Central Operativa
dependiente del Ministerio de Turismo y Deportes en acuerdo y plena
cooperación con la actividad privada. Debe efectuarse un llamado a
inscripción de los distintos operadores y prestadores interesados en
participar y, de esa forma diagramar por área de servicios el funcionamiento
ideal. Todos deberán registrarse y convenir con la Central Operativa las
condiciones básicas de comercialización y de operatividad. Algunos ejemplos:
-Hoteles; complejos; estancias turísticas; camping y todo establecimiento
apto para brindar alojamiento. En este rubro, se debería aplicar un criterio
amplio en lo referido a la elección del establecimiento a utilizar en los
casos en que la oferta sea variada. Para los paquetes individuales, la
elección correrá por exclusiva cuenta del usuario y, en los colectivos, la
que se constituya en la mejor oferta comparativa.
-Transporte. Para los individuales, la oferta existente; para los
colectivos, una vez hecho el registro, el sistema de utilización debería
funcionar como pool, con orden rotativo.
-Comidas. Tanto en lo referido a restaurantes, hoteles, complejos, etc.,
debe estructurarse un menú turístico con la mayor flexibilidad posible en la
oferta, a efectos de integrarlos a los paquetes que incluyan este servicio.
-Servicios receptivos y operación de tours regionales. En las localidades
que existan empresas dedicadas a tales efectos, absoluta prioridad y
utilización de un sistema de negociación previa o de utilización rotativa.
En los lugares que no hayan empresas de este tipo, se hará necesario
convenir la prestación de estos servicios con quienes puedan reunir las
condicionantes mínimas como por ejemplo: particulares; empresas de
transporte; taxis o remises; el establecimiento hotelero o similar a
utilizar, etc.
El espíritu del plan. El objetivo de implementarlo es el de establecer un
marco operativo que se convierta en referencia y a la vez, en garantía de
que existirá oferta satisfactoria toda vez que se produzca la demanda. De
modo alguno funcionará en forma excluyente; las empresas que no deseen
ceñirse a este plan y deseen participar en el mercado del turismo nacional
en forma independiente, podrán continuar haciéndolo como hasta ahora.
El aprovechamiento del plan. Una vez estructurado y en funcionamiento, habrá
de constituirse en elemento hábil y apto para ser incluido en tarifarios
receptivos locales para ser difundidos en el exterior y, por supuesto, como
soporte operativo ideal para la implementación del plan de Turismo Social.
Si tenemos en cuenta que el turismo es una actividad de óptima distribución
del ingreso, la posibilidad de operarlo con regularidad, en forma permanente
y con una buena organización, podría convertirla en elemento de gran
influencia en la economía de las ciudades del interior del país.
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