por María Paula NavasPlayas. comodidad y lujo hacen parte de este paraíso uruguayo, al que
cada enero llegan estrellas de la farándula mundial para pasar unos días
de sol.
Tiene una población permanente de 20 mil habitantes, pero con la llegada del verano, prácticamente de un día para otro alcanza los 200 mil. Así es Punta del Este, en Uruguay, una ciudad de extremos que ya se dispone a recibir a lo más encumbrado del jet-set internacional, en la más absoluta calma: en medio del lujo, sin problemas de infraestructura ni de seguridad, este lugar es conocido como el 'Saint Tropez austral'.
Antes de la gran avalancha de gente que allí llega cada comienzo de año, Punta del Este parece hibernar: tras las ventanas de vidrios RayBan no se ve movimiento y las persianas bajas en casi todas las casas y edificios dan la sensación de una ciudad que ha sido abandonada de prisa. Los muebles de jardín han quedado en las terrazas y balcones sin rejas, con sus cojines puestos, e incluso los floreros y los ceniceros de cristal sobre las mesas esperan, tal cual, el inicio de la siguiente temporada de vacaciones.
Este es un buen lugar para ver a personajes como Bruce Willis, Uma Thurman, Shakira y Julio Iglesias, así como a millonarios que caminan anónimamente por las calles, hasta altas horas de la madrugada y sin temor de mostrar todas sus joyas. Eso sí, hospedándose en hoteles que cobran desde 500 dólares por noche. El gran atractivo de Punta del Este en esta temporada es la presencia de luminarias de la farándula mundial.
Una atracción es la movida fashion, gobernada por los argentinos, con la presentadora Susana Giménez a la cabeza; y otra, la de los millonarios "anónimos", de todas partes del mundo, que se instalan en Punta del Este para comer, beber y gastar sin límites, con la tranquilidad de poder caminar solos hasta altas horas de la madrugada con todos sus diamantes puestos. Los alojamientos de mayor nivel son los que más pronto se llenan. Son apartamentos que arrancan en los 20 mil dólares todo el mes de enero, o habitaciones de hotel en acomodación doble desde 500 dólares la noche, con estadías que van de tres a 15 días, en promedio. Eso es lo que cuesta hospedarse en el Conrad, el único hotel de esta línea de lujo de la cadena Hilton en América del Sur y donde, precisamente, convergen en algún momento todas las personas que llegan a Punta del Este.
Con un edificio que sobresale del resto, tiene en su interior un casino sin par en la región, estilo Las Vegas, en el que cada 24 horas se juegan unos seis millones de dólares, razón por la cual un hotel como este corre con todos los gastos de viaje y estadía de sus clientes más asiduos: el Club Fortuna. Hoy por hoy llegan tantos argentinos como brasileros, quienes arriban a las costas del Uruguay no porque sus playas desmerezcan, sino porque en su país las apuestas son ilegales. A ellos se les suman los chilenos y los paraguayos, y en menor proporción, otros latinoamericanos.
Los colombianos todavía son pocos, quizá porque la publicidad está centrada en el sur del sur. Sin embargo, María Fernández, gerente de relaciones públicas del Conrad, cuenta que los que vienen son en su mayoría de Medellín y que poco a poco han venido en aumento: el voz a voz de una experiencia impactante.
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fuente: eltiempo.com