por M. Gallardo
Alrededor de ocho mil pasajeros y tripulantes desembarcaron éste lunes de los
cuatro cruceros que fondearon en la bahía de Maldonado en lo que
constituyó la jornada más importante de la temporada en materia de
arribo de embarcaciones de este tipo.
El movimiento de los tanderes y las embarcaciones de servicio entre los muelles y los barcos le dieron un colorido especial a Punta del Este. El operativo para atender a los visitantes fue muy importante. Vehículos de todo tipo se agruparon en el entorno del puerto esteño, como del muelle de la parada tres de la playa Mansa para trasladar a los visitantes a diversos destinos de la zona. Las empresas de transporte, tanto ómnibus como taxímetros y remises, entre otros, trabajaron durante todo el día.
La mayoría optó por recorrer la zona. Los comerciantes de la avenida Gorlero se quejaron por el bajo nivel de gasto de los visitantes, en su gran mayoría argentinos y brasileños.
"Fue sorprendente: mucha gente y poco gasto. En mi caso el año pasado con cuatro cruceros tomé cinco empleados más. Hoy nada. En su gran mayoría argentinos y brasileños. No hubo de otras nacionalidades. Y eso se notó. Valió la pena sólo uno de los tres cruceros. Los otros tres para el olvido. Capaz que el boom de los cruceros ya pasó. Pasa que esta gente ya vino muchas veces"; explicó Gabriel Milat, comerciante de Gorlero e integrante de la asociación de comerciantes de la península.
Milat sostuvo que "un impresionante informalismo" también quitó ventas al comercio establecido. "El daño que hace el informalismo es de locos. Hay una confusión porque por un lado están los vendedores ambulantes y por otro los informales. El informal aparece cuando llegan varios cruceros. Vienen en camionetas y te arman un negocio en dos minutos. Los ambulantes por lo menos piden un permiso a la Intendencia", indicó Milat.
Empero, desde los operadores de los cruceros se aseguran que las pálidas ventas que cantan los comerciantes no es solo producto del bajo poder adquisitivo de los turistas embarcados. Durante una reunión celebrada ayer a bordo de uno de los cruceros fondeados en la bahía se explicó por parte de un relacionista público que en muchos casos los comerciantes de Punta del Este tratan mal a los turistas. "Tenemos casos en que los comerciantes casi les ladran a los turistas. Los trataron muy mal", explicó uno de los representantes de los cruceros.
También explicaron que en las estrategias comerciales de las empresas armadoras y las agencias de viaje apuntan a maximizar la facturación a bordo de los buques. "Si en promedio un turista embarcado pagó mil dólares por un viaje, las empresas buscan que esos turistas gasten cada uno la misma cifra. Por eso, el remanente para gastar en tierra se reduce en el caso de los visitantes brasileños y argentinos. Caso contrario ocurre con los visitantes de los Estados Unidos o de Europa que tienen un gasto muy superior", agregó.
fuente: El País Digital