Los 11 veleros que participan en la Regata Bicentenario engalanan el
principal puerto peruano de El Callao, al norte de Lima, y ya han
comenzado a ofrecer fiestas a bordo y visitas guiadas
Los 11 veleros que participan en la Regata Bicentenario engalanan desde el miércoles el principal puerto peruano de El Callao, al norte de Lima, y ya han comenzado a ofrecer fiestas a bordo y visitas guiadas, antes de comenzar mañana sus dos "jornadas de puertas abiertas".
La regata comenzó en Río de Janeiro el pasado 2 de febrero, y los participantes, todos ellos buques-escuela de marinos salvo un velero holandés civil, calificados de "embajadas flotantes" de sus países, recalaron después en diversos puertos de Uruguay, Argentina y Chile.
Tras la etapa peruana se dirigirán a Guayaquil, luego atravesarán el Canal de Panamá antes de atracar en Cartagena de Indias, La Guaira, Santo Domingo y Veracruz, donde el 28 de junio pondrán fin a esta singladura que conmemora el bicentenario de las primeras naciones independientes de la América hispana.
Los veleros, atracados en la Base Naval de El Callao hasta el 2 de mayo, están presididos por los dos "hermanos mayores", el Juan Sebastián Elcano español y su réplica, el Esmeralda chileno -ambos con cuatro mástiles-, tras los que se alinean el resto de veleros, de menor calado.
En la tarde del miércoles, varios de los buques organizaron fiestas y fastuosas recepciones que se desarrollaron en la cubierta de los barcos, profusamente iluminados con hileras de bombillas de colores en todo el puerto.
Los comandantes de los veleros tuvieron este jueves una típica jornada turística, invitados en la Hacienda Mamacona a probar la afamada comida peruana mientras asistían a un espectáculo de caballos de paso, según dijeron a Efe fuentes de la Marina peruana.
Fue también la Marina la que puso a disposición de los tripulantes los "mirabuses", autobuses sin techo para recorrer algunos de los lugares más turísticos de Lima, en estos días en que la marinería cuenta con días de asueto para dedicarse a comer y divertirse en tierra.
Mañana viernes comienzan los dos días de "puertas abiertas", en las que los veleros permiten el ingreso de público en general. Se espera que los visiten verdaderas multitudes, como sucedió en Río (un millón de visitas) o Chile (medio millón en sus cuatro puertos).
"Les sorprende que quepan 230 personas en el barco y que cada uno tenga una cama para dormir" -comenta el guardiamarina Lamas, del Juan Sebastián Elcano-, pero lo que más preguntas suscita es la vida a bordo, cómo se alimenta y se duerme durante los cinco meses de travesía.
Lamas recuerda que lo que define a todos estos barcos es su apuesta por los métodos tradicionales: tienen motor, pero solo se enciende si no queda más remedio, y las velas no son nunca izadas con máquina sino a mano "aunque diez personas se deslomen levantando una vela".
Asimismo, la maquinaria moderna está incorporada a cada buque pero está oculta y la tripulación, obligada a utilizar los instrumentos tradicionales, tiene literalmente prohibido acercarse al moderno tablero de a bordo, recuerda Lamas.
Sin embargo, y pese a lo tradicional de la navegación, no faltan comodidades como duchas de agua caliente, televisores de plasma, computadoras o aparatos de música, como tampoco falta vino ni manjares diversos para las numerosas fiestas que los barcos ofrecen en cada puerto.
Otros veleros, como el Gloria colombiano, apuestan por un modo de vida más rústico, y sus tripulantes duermen en hamacas, como recuerda el capitán Mosquera, de Infantería de Marina.
Mosquera está encantado de participar en esta regata: "Es la primera vez en Sudamérica en la que se unen estos veleros, nunca nos hemos juntado con este fin. Es una experiencia espectacular", señala.
"Uno de los objetivos es la integración: hay cocteles, festejamos, contamos anécdotas, salimos a conocer, y los eventos son juntos. Todos los buques, todos los idiomas. Y en el mar es lo mismo: estar pendientes de los demás. Es una competencia sana", concluye.
La Regata Bicentenario Velas Sudamérica 2010 está recorriendo 13 puertos de Suramérica y el Caribe durante cinco meses, ya cruzó el Estrecho de Magallanes y hará lo propio con el Canal de Panamá y concluirá a finales de junio próximo en el puerto mexicano de Veracruz.
Organizada por las Armadas de Argentina y Chile, la regata forma parte de las conmemoraciones del Bicentenario de la Independencia de varios países latinoamericanos.
fuente: EFE