Cuba aplaudió sin embargo la decisión como una "rectificación histórica" y un acto de rebeldía de América Latina contra Estados Unidos, dijo un comentarista de la televisión estatal.
Aunque la resolución aprobada de forma unánime -incluido el voto de su histórico enemigo Estados Unidos- no establece condiciones explícitas a Cuba para volver al organismo, asegura que su eventual reincorporación dependerá de un proceso de diálogo y negociaciones.
Ese diálogo incluirá democracia y derechos humanos, los eternos temas de discusión entre La Habana y
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Estados Unidos, que presionó por la expulsión, argumentó entonces que el Gobierno comunista de Fidel Castro no era compatible con los principios democráticos de la OEA, pese a que para ese momento contaba entre sus miembros con países gobernados por dictaduras de derecha, como Paraguay.
"Cuba no ha pedido, no quiere regresar a la OEA llena de una historia tenebrosa y entreguista, pero reconoce el valor político, el simbolismo y la rebeldía que entraña esta decisión impulsada por los gobiernos populares de América Latina", dijo una nota leída en el programa Mesa Redonda de la televisión de la isla.
La decisión de la OEA ocurre en medio de un acercamiento entre ambos países, históricos enemigos ideológicos, y poco después de que el presidente Barack Obama decidiera eliminar restricciones sobre viajes y envío de remesas a Cuba.
Hace unos meses, los países de la OEA comenzaron a plantear que la vieja resolución era arcaica y debía anularse para ayudar al incipiente diálogo entre Washington y La Habana.
Pero "esto no es un regreso automático de Cuba a la OEA. Hay un proceso que Cuba debe hacer", dijo Thomas Shannon, secretario de Estado adjunto para Asuntos Hemisféricos de Estados Unidos en una rueda de prensa.
La secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien participó el martes de la reunión de cancilleres de la OEA en San Pedro Sula, Honduras, señaló por su parte en un comunicado que Cuba podrá regresar al organismo "si la OEA decide que su participación cumple los propósitos y principios de la organización, incluyendo democracia y derechos humanos".
"GUERRA FRIA TERMINO HOY"
Cuba había dicho que no le interesa regresar a la OEA, un organismo que considera debería desaparecer y al que Fidel Castro acusó el miércoles de ser "cómplice" de crímenes cometidos contra la isla.
Cuba y aliados clave como el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, respaldan esta visión, a pesar de que participaron activamente en las negociaciones para derogar la resolución.
"Esta victoria de hoy no es suficiente. Es sólo, así lo tomamos, el punto de inicio de una nueva era. Porque la OEA está ahí, sus mecanismos intactos, el imperialismo está ahí intacto", dijo Chávez a la televisión estatal.
La exclusión de Cuba de la OEA ocurrió un año después de la ruptura de relaciones con Estados Unidos. La última vez que la isla participó de una reunión del organismo fue en agosto de 1961 en Uruguay, representado por el líder revolucionario Ernesto "Che" Guevara como su ministro de Industria.
La aprobación en Honduras fue sorpresiva, porque hasta el martes por la noche los cancilleres del continente no se habían puesto de acuerdo en torno del texto, mientras Estados Unidos buscaba incluir condiciones sobre democracia y derechos humanos para votar por la anulación de la vieja resolución.
Países aliados de Cuba como Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Honduras, también se mostraron complacidos con la resolución y dijeron que fue posible por la llegada de Obama a la Casa Blanca.
"La Guerra Fría ha terminado este día aquí, en San Pedro Sula. Se está haciendo una sabia y honrosa rectificación", dijo el presidente hondureño, el anfitrión Manuel Zelaya.
Su canciller y presidenta de la asamblea, Patricia Rodas, consideró que "en la administración (de George W.) Bush esto jamás habría sido posible".
DEMOCRACIA Y DDHH
Pero entre los anticastristas en Miami el ánimo era muy distinto.
"La decisión de la OEA es una afrenta al pueblo cubano y a todos los que luchan por la libertad, la democracia y los derechos humanos", dijo en un comunicado desde Miami la congresista cubano americana Ileana Ros-Lehtinen.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega y el canciller de Venezuela, Ricardo Maduro, aprovecharon la asamblea para pedir el fin del embargo, pero Shannon pidió no adelantar vísperas.
"Estamos en un proceso con Cuba. Es un proceso joven, un proceso que requiere de definición, pero nosotros estamos interesados en seguirlo", señaló.
Sobre el repentino cambio que llevó a anular la resolución en la mañana del miércoles, cuando hasta el martes estaban trabadas, un asesor de Obama sugirió que los aliados de Cuba cedieron a las menciones sobre democracia y derechos humanos.
"Hubo un grupo de países que no podía aguantar quizás menciones de la democracia, los derechos humanos y quizás durmieron bien y esta mañana estuvieron en concordancia con el consenso que se había formado", dijo Daniel Restrepo, asesor principal sobre asuntos hemisféricos del mandatario.
(Reporte adicional de Esteban Israel y Rosa Tania Valdés en La Habana y Ana Isabel Martínez en Caracas; Escrito por Pablo Garibian. Editado por Silene Ramírez)
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