La afirmación realizada por la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, el pasado día 27 de diciembre en el Congreso de los Diputados en el sentido de que su departamento tendría "tolerancia cero" respecto a quienes incumplieran las medidas de seguridad en aviación no se ajusta a las actuaciones emprendidas en el seno de Aviación Civil en los últimos tiempos.

Así, según ha podido saber este diario, Aviación Civil ha prohibido al inspector del Estado del Servicio de Operaciones en Vuelo Javier Aguado que investigue la denuncia remitida por la Asociación para la Comunicación e Información Ambiental (ACIMA) sobre presuntas irregularidades en el cumplimiento de "las condiciones de seguridad establecidas con la normativa internacional".

Asimismo, esta asociación advierte en un escrito dirigido a la Dirección General de Aviación Civil de que dicho "incumplimiento de las condiciones de seguridad" podría conllevar un "riesgo de grave accidente".

Según afirmó a Aviaciondigital el inspector al que se remitió la denuncia por parte de dicha asociación, como consecuencia de esta misiva el director general de Aviación Civil, Manuel Bautista, le dirigió otra carta en la que le insta a no investigar los hechos.

Así, en su carta a Aguado, el director general de Aviación Civil expresa que "el hecho de que una denuncia venga dirigida a usted no implica que deba hacerse cargo de la investigación, por lo que en este caso deberá abstenerse de organizar ninguna investigación al respecto".

La Dirección General de Aviación Civil sustenta su postura en el hecho de que "aquellas comunicaciones que cualquier entidad quiera dirigir (a Aviación Civil) habrán de remitirse directamente a la propia Dirección General, que es el órgano administrativo competente, correspondiendo a ésta la designación de las personas encargadas de las actuaciones e investigación que en su caso se consideren necesarias".

Según declaró Aguado a Aviaciondigital, "de lo que no se quiere dar por enterado Bautista es de que el 90% de las denuncias que plantean los pilotos, las compañías, etc. van dirigidas a los inspectores, a los técnicos de SENASA, al jefe de servicio de operaciones en vuelo con nombre y apellidos, no al director general de Aviación Civil".

En este sentido, añadió que "esto lo hace para evitar que me vengan a mi las denuncias, porque él no quiere que le pase la información para eludir la investigación, y por eso no me deja que investigue. Soy a la única persona a la que se le impide que se dirijan las denuncias".

"Lo que pretende es eludir la investigación porque no quiere que le haga informes motivados argumentando la normativa que ha podido ser vulnerada porque eso compromete", afirmó Aguado.

En concreto, la denuncia recibida por este inspector hace referencia a una serie de presuntas irregularidades "de los que se podría inferir que existe un grave incumplimiento de las condiciones de seguridad establecidas con la normativa internacional".

La denuncia remitida al citado inspector expone que "los datos e informaciones que hemos ido recabando hasta la fecha nos indica que existen motivos fundados, confirmados por el silencio administrativo" para fundamentar "la falta de seguridad en las operaciones de aproximación, despegue y frustrada del aeropuerto de Madrid-Barajas que evidencian un riesgo de grave accidente".

OTROS ANTECEDENTES

La carta remitida a este inspector en la que se le insta a no investigar una denuncia sobre posibles irregularidades en materia de seguridad aérea no es nueva.

En efecto, la Dirección General "invitó" a este mismo inspector a principios del pasado año a que no investigara una denuncia presentada por el Sindicato de Pilotos SEPLA que hacía referencia a las condiciones de seguridad de un avión en el denominado "caso Gordillo".

Entonces, el inspector remitió un informe a Manuel Bautista en el que se afirmaba que "siendo obligación de la Inspección del Estado informar a sus superiores de todo aquello que afecte o pudiera afectar a la seguridad de la navegación aérea, la de los pasajeros transportados y sus tripulantes (...) denuncio que la compañía Iberia de forma presuntamente fraudulenta, está llevando a cabo un uso abusivo de la posibilidad que tiene de diferir la reparación de averías que pudieran afectar de forma grave a la operación segura de sus aeronaves(...)".

La respuesta entonces no fue muy diferente a la recibida actualmente ya que Bautista remitió un escrito al inspector en el que se le recuerda "de forma expresa que no está autorizado a realizar ningún tipo de investigación sobre estos hechos, ya son objeto del oportuno expediente administrativo y, por tanto, están siendo investigados conforme a lo establecido".

Asimismo, en su carta, Bautista comunica al mencionado inspector que "el hecho de que una investigación venga dirigida a usted, aunque se la entregue el denunciante en mano, no implica que deba hacerse cargo de la investigación".

Las discrepancias sobre las competencias en materia de inspección tampoco son nuevas y, de hecho, han acabado en más de una ocasión en los tribunales. La última vez ayer cuando Aguado acudió al juzgado para denunciar la actitud de Aviación Civil al "negarme mi función inspectora".