No se puede negar que Ryanair y especialmente su “ceo” Michael O'Leary tiene imaginación para trasladar el costo del billete a diversos accesorios o complementos o servicios que perdieron el carácter de gratuitos.

La filosofía del “ceo”  es “…encontrar maneras de aumentar los ingresos para poder, así, abaratar el coste del viaje…”, según da cuenta sendas notas publicadas días pasados en España en La Vanguardia y El país.

Así surgió entre otras la idea de cobrar una tasa para poder usar “los aseos” o “toilettes” de los aeroplanos.

Para “El país” La justificación es, cuando menos, chocante: "Siempre estamos buscando vías de hacer los vuelos más baratos", explicó O'Leary. Preguntado por qué pasaría si algún pasajero necesita ir al baño y no lleva dinero, contestó: "No creo que nadie en la historia se haya subido a un avión de Ryanair con menos de una libra [1,10 euros]" (probable tarifa del aseo).

Pero no solo la cosa pasa en definitiva por ponerle precio al “pis” también se propone cobrar un precio por reservar asiento que se fijaría en € 20,00 que es la tarifa establecida por Air Canadá, llevar la bolsita con compras efectuadas en las “tiendas libres de impuesto” le costará al “pax” € 32.00, el exceso de equipaje sea por peso o tamaño puede llegar a costar €300,00; el embarque preferencial podría costar entre €5,00 o 10,00 pero si el embarque se realiza mediante el uso de ómnibus, ese previo pago no garantiza el servicio pagado y si el embarque es a través de la manga telescópica no se estableció ningún sistema alternativo para mantener el orden entre el cupo  asignado para esta preferencia que en un principio seria para 50 “pax” , así que de la “cola” será imposible zafar pagando o no pagando, peor estaríamos pagando para hacer un cola de “preferentes” de donde será mas fácil, o por lo menos mas económico embarcar como “pax” común…solo faltaría que se cobre por dormir o leer durante el viaje.

Una cuestión ¿es si las empresas pueden cobrar por despachar y transportar equipaje?, hay leyes que disponen que el precio del billete incluye el transporte de determinados Kg de equipaje, en general las “low cost” cobran por ese “servicio” y en España están tramitando diversos expedientes para determinar si ese “cargo” es legítimo, aunque estas se defienden afirmando que lo que se cobra no es el transporte sino el mero “despacho”, es decir un costo aeroportuario.

Creo que no habría obstáculo especialmente en sistemas en los que impera la libertad económica para que la línea aérea disponga un precio para el billete y otro para el equipaje siempre y cuando la cuestión este debidamente clara para el usuario.

A veces he entrado a las paginas de las “low cost” y la verdad se consiguen tarifas irrisorias haciendo la compra del billete con anticipación, diría tres meses como mínimo, pero si uno luego tiene que modificar la fecha u horario, se corre el riesgo de perder lo pagado o que con los “cargos” respectivos el billete salga mas caro que viajando en la primera clase de la línea aérea mas sofisticada del mundo. Además comparando tarifas haciendo la reserva con la misma anticipación o aprovechando ofertas las diferencias se achican bastante.

En algún aspecto en cuanto a la filosofía económica y comercial las líneas tradicionales se han acercado a las “low cost”, sin embargo lo que modificará sustancialmente el mercado turístico es que las “low cost” han creado una mentalidad “low cost”, lo que hará disminuir sustancialmente el gasto turístico.

Por ultimo, en mi opinión no es ilegal ni ilegítimo que se cobre por hacer pis a bordo de un aeroplano, o que se cobre el servicio de catering, o que se cobre el derecho a elegir butaca, lo único que seria reprobable es que el día de mañana el billete no incluya el transporte…pero en cualquier momento a Michael O’Leary se le podrá ocurrir, como aquel director de una afamada línea aérea que me dijo hace años en una reunión en Roma,  “Seré el hombre mas feliz el día que pueda tener una línea aérea sin tripulantes…!(aclaro no era director de ALITALIA).

Se acuerda el lector de aquel “western” italiano que se llamó “Por un puñado de dólares” que narraba la historia de dos caza recompensas, pues bien la película empezaba con esta leyenda: “Donde la vida nada vale, a veces la muerte tiene un precio”, de allí tomé el titulo de esta nota.