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Tal vez sea la asunción de la necesaria humildad que llega -finalmente-
después de tanto tiempo. Tal vez sea el cansancio de escuchar tanta
banalidad, barbaridad y lugar común sin fundamento, tal vez aprendizaje
(estoy tan viejo que aprendí a disfrutar del misterio, de la
incertidumbre, de la pregunta esencial, que -por definición- no tiene
respuesta). Tal vez, mera comodidad. Ya demasiado anduvo uno por la vida
haciendo sin preguntar ni pedir permiso. Es más sencillo (una vez que se
tiene claro qué) preguntar y esperar a que los que deben respondan.

Así que mi espacio de hoy bien se podría llamar "Qué fue de..." (pero no
le ponga así porque es plagio, ya hay un espacio en otro portal que se
llama así o parecido), o Juan y el Preguntón (otra vez, ojo el
copyright). Llámele cualquier cosa menos H, porque esa no suena, y -como
buena cera- es medio resbalosa. Nada que ver con nosotros.

Empiezo, ya veré dónde y cómo termino. Capaz que generamos un espacio
interactivo, donde los memoriosos pueden volcar tantas y tantas buenas
iniciativas que se han quedado en el olvido, enterradas bajo el prolijo
trabajo de cada uno que llega y proclama a los cuatro vientos las
ventajas de sus recientes creaciones: el huevo duro, la puerta
entreabierta y el agua tibia.

Va.

- ¿Qué fue de la idea de traer turistas de calidad?

La pregunta surge a la luz de que lo único de que se oye hablar es de
dar presuntos incentivos económicos, tales como bajar el precio de la
nafta, unos puntos de IVA en compras con tarjeta  y chiquiteces así, que
-dada su misérrima incidencia en el presupuesto de unas vacaciones
veraniegas- sólo pueden interesar a un público que no está muy claro sea
el que podemos y debemos aspirar.

- ¿Qué fue de la Investigación, la Planificación, el Márquetin (como
dice Usted)?

El país todo se debate en la angustia de ver cómo el rumbo cierto de los
discursos se transformó en más de lo mismo con mejor intención y gente
de "mi" confianza, mientras sigue sin saber  hacia dónde ir. (Que quede
claro que no estoy diciendo que ello sea por culpa exclusiva de este
gobierno, no sea cosa que me tilden de opositor y lo dejen a Usted sin
avisos). El Turismo no es la excepción, pero podría; ya que -gracias al
trabajo de cientos de personas por más de cinco años y un millón de
dólares europeos invertidos en ello- dispone de un Plan, cosa que el
resto de los sectores no. El tema es que  la Administración Amestoy lo
terminó de apuro, la Administración Stern no sólo nunca lo leyó sino que
le cambió el eslogan por uno que le trajo la Agencia amiga de turno y
perdió los documentos, Varela nunca supo que existía (por lo que no se
le puede acusar de cambiarle el logo a propósito por esa belleza muda y
mentirosa que tenemos ahora), Bordaberry sí supo que existía, dijo que
le interesaba mucho y nunca firmó el pedido de Asistencia Técnica
financiada con cooperación internacional, y la actual Administración
dijo que era estupendo pero no hizo ni hace nada al respecto "por no ser
momento para eso".

- ¿Qué fue de los espacios ínter institucionales y mixtos?

Usted reclama una semana sí y la otra también por Consejo Nacional (con
ese nombre está claro que no puede ir muy lejos ni a nivel sudamericana,
y es raro que lo tenga a Usted por Defensor). Chanzas futboleras aparte: ¿Y?

En el período 1995-2000, también con apoyo de los catalanes, se ideó,
estructuró y presentó un Órgano ínter institucional bien pensado e
intencionado. ¿Y?

A iniciativa de Benjamín Liberoff, el muy mencionado por entonces
director municipal de Turismo, hoy hombre fuerte del Ministerio,
fundador de COCAL , se había comenzado a dar pasos en dirección a la
consolidación de un Bureau de Convenciones y Visitantes, estupenda idea
que reúne la solidez del respaldo de lo mejor del Estado (que se queda y
no lo carga con sus taras intrínsecas) con la agilidad y el compromiso
con los resultados de los empresarios. Funcionan en todo el mundo ¿por
qué no aquí?

La dejo por acá por lo de la concisión y lo caro que me cobra el
espacio. Pero hay más.

Invite a sus lectores a hacer memoria, y va a ver qué cantidad de buenas
ideas (todas vigentes a la fecha) duermen el sueño de los Justos;
mientras seguimos entrando y saliendo por puertas entreabiertas,
bañándonos en agua tibia y comiendo huevo duro. Eso sí, recién inventados.

Un abrazo

Beto