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Domingo, 13 Mayo 2007 16:04

ZONA OPINIÓN - MÁXIMA TENSIÓN

por el Lic. Rafael Ramos
columnista invitado

Montevideo - 14 MAY 07 - Portal del Uruguay.
Hace un buen rato que los uruguayos a los que les gusta el deporte, particularmente el fútbol, no se sienten tan atrapados como lo han estado durante estos últimos días. Sucede que por estos días se está por definir el campeón del torneo uruguayo 2005-2006; al mismo tiempo, y como no sucede con mucha frecuencia en los últimos años, dos equipos de nuestro alicaído principal deporte se han clasificado entre los 8 mejores equipos de la Copa Libertadores de América.

Y a esta altura ya no es casualidad que los cuatro equipos involucrados en estas luchas sean aquéllos que han demostrado, por su seriedad en su forma de administración en algunos casos y por su tradición en otros, ser los mejores y los más respetados del medio local. Por un lado, la definición del torneo local encuentra enfrentados a Peñarol y Danubio y,  por el otro, el torneo más importante de clubes que se desarrolla en América, tiene a Nacional y a Defensor como representantes orientales. Nada descubriríamos hablando aquí de la tradición y la grandeza de Peñarol y Nacional: este año, Nacional que ha sido muy irregular a nivel local ha despertado la expectativa de sus hinchas por la buena campaña desarrollada a nivel internacional; Peñarol, que hace rato no figura entre los más destacados de las competencias internacionales, parece de a poco, retomar el protagonismo que nunca debió perder en los torneos locales. Y tampoco nada descubrimos si decimos que luego de los denominados "grandes" del fútbol uruguayo, algún escalón por debajo de estos, se encuentran Danubio y Defensor, dos "grandes" entre los denominados "chicos".

Peñarol y Danubio se enfrentaron por la última fecha del Torneo Clausura en Jardines del Hipódromo. Había gran expectativa por la disputa de este partido, pues, si los "de la curva" ganaban o empataban obtenían el campeonato mencionado, y además, se consagraban campeones uruguayos de la temporada 2005-2006. Se vendieron entradas con anticipación y se planificó un operativo importante de seguridad. Ambos planteles se respetaron mutuamente en sus declaraciones previas al cotejo. Ganó Peñarol 1 a 0. Este resultado les permite a los carboneros disputar la final del Torneo Clausura y si saliera victorioso de esta, la gran oportunidad de la temporada: luchar por la obtención del "uruguayo". En lo que respecta a los otros dos involucrados, Nacional jugará esta semana en Colombia el primer partido de su llave de cuartos de final de la Copa Libertadores, torneo al cual apuesta todo para poder "salvar" el año. Si se quiere, de alguna manera, tendrá la ventaja de definir su llave jugando como locatario, en su casa y con toda su gente. Por el lado de Defensor, que en la penúltima fecha del torneo local perdió frente a Danubio, y dejó de esa manera de interesarse por la competencia a nivel local, tiene ahora la gran oportunidad de seguir haciendo historia en el torneo de mayor trascendencia del fútbol continental. Deberá eliminarse, una vez más, con un equipo brasileño; la tarea no parece nada fácil, pero ya demostró que aunque se trate de un plantel conformado por jugadores muy jóvenes y de poca experiencia internacional, puede volver a sorprender a todos aquéllos que al principio del torneo nada daban por este equipo uruguayo.

Los fanáticos del fútbol de nuestro país están de parabienes. Ya se trate de la definición del torneo nacional como del internacional, a medida que los días avanzan, la expectativa crece. Los bares que ofrecen a sus clientes la transmisión del partido tienen gente hasta en las veredas; las costumbres familiares se adaptan a las circunstancias de los partidos; las clases pueden "suspenderse" por un par de horas mientras se disputan los encuentros; en la oficina se puede entrar dos horas antes del horario normal del comienzo de la tarea diaria para estar prontos para el pitazo inicial; la celebración del bautismo del nene se puede comenzar un poquito más tarde, etc. En definitiva, no habrá nadie que pueda escapar en este "bendito país" a la expectativa que generará en los próximos días la disputa de estos partidos. Se volverán a ver  jornadas de fútbol con estadios llenos; la gente saldrá a las calles con camisetas y banderas de sus cuadros preferidos. Y lo más lindo de todo, más allá de la simpatía particular de cada individuo por determinado equipo uruguayo, es el hecho de volver a tener ganas de ver fútbol, trascendiendo las circunstancias. ¿O acaso alguien puede llegar a sorprenderse si Defensor convoca a más de 40.000 personas en el Estadio Centenario en su definición de cuartos de final? A propósito: ¿No sería bueno que los dirigentes del fútbol uruguayo aprovecharan estos momentos de euforia futbolera para repensar el negocio?