Los matices pasan por el humor, la acidez, la seriedad, el desparpajo, la ironía. Pero en todos los casos, dan que pensar.

ALFREDO CASERO
“NEO Buenos Aires”

Respeto.
Soy nacido y criado en Buenos Aires, la he recorrido a pata y en el último asiento de dos del colectivo, he vivido en muchos barrios, mucho antes de la ciudad boutique, que terminó siendo para regocijo de la regordeta norteamericana, del alemán tanguero y del “maestro” de tango, antes maestro de yoga.

Una Neo Buenos Aires, que se despertó un día como arquetipo de libertad y lugar barato para los europeos medio pelo, para el voraz hermano latinoamericano, para los caribeños con pulóveres con llamas y para la brasileña shoppinguera emperifollada de edad mediana… En fin, lo que ahora se ve…

Y además…
Una señora trata de gobernar una larguísima rural, mientras un taxista la insulta por su condición de mujer…

Otro tira una exagerada bandeja de comida por la ventanilla de un Renault 19 hecho percha.
Todo en el mismo momento, no exagero, hace media hora.

Respeto.
Respeto por nosotros, por el espacio de cada uno, por ese metro cuadrado de intangibilidad que el japonés cuida como una joya, un metro cuadrado que a veces se hace medio, otras veces desaparece.

Respeto por la gente mayor, que aún maneja su auto, por los semáforos y los policías jóvenes, que no deben ser lo que la Policía era.

Respeto por mi derecho a circular libremente, a no ser atacado por barras bravas que venden cuadernos en la avenida Córdoba, o las hordas de limpiavidrios, que aprietan a una mujer sola, frente a la playa de estacionamiento del hipódromo, o Juan B. Justo y Santa Fe.

Los colectivos y la bomba inyectora abierta, para que rinda el motor fusilado, que m andan una humareda de óleo diésel sobre los bronquios del que ve que nada de eso va a cambiar, que no se le puede pedir nada, ya que aparentemente es una forma de decir que el negocio del transporte no da para mejorar las condiciones de las unidades.Si querés que la gente viaje, no me pidas encima que no tire humo…

Todo tiene como punto en común la falta de respeto, porque siempre hay una causa que deja en claro que hay que joderse para vivir acá.

Tenemos problemas de base, villas miseria en versión tiny, ex casas de inquilinatos, bajo algunos recovecos, y recovecos oficiales.

Pero las hay en todas partes del mundo, entonces… ¿qué querés?

NEO Buenos Aires.

Y me pregunto si el Palio se la bancará como patrullero...

Respeto por el espacio del otro, por la salud del otro, por la felicidad del otro, la imposibilidad de andar por las calles del Centro, después de las siete de la tarde en un Downtown atestado de mendicantes, piruchos, vendeputas y niños malditos, alguno que está al pedo, vagos en sus pueblos, que eligen el mejor lugar de Buenos Aires para asentarse.

No tienen suerte, pero tienen una buena ubicación.

Motociclistas enojados, puteantes y agresivos, a los que hay que cuidar de no pisar, sin el más mínimo respeto por el otro en sus maniobras… prepotentemente.

Hasta ahí, la visión de lo que me duele.

No hay nada de prepotente, en la buena acción de gobierno.

Sería el movimiento natural del universo, en círculos, lo que lo mueva del tecnicismo, al alma de la gente, tendría que ser… y será.

De lo estadístico al microcosmos que es la vida de Berta, que, aun grande, trabaja todos los días, toma colectivos y subtes.

Llevará tiempo, no existen aún las leyes, que se irán haciendo.

Me encantaría que la gente se concientizara que tirar basura por la ventanilla del auto es de sorete, no de descuidado.

Creo que basaría la educación desde la base del piso, donde está limpio, porque ésa es la identidad, y no hay gobierno que gobierne el “nosotrosmismos”.

Pueden ser mejores o peores las gestiones, o las personas… Pero hasta no recuperar el respeto y el amor de vivir en Buenos Aires, hasta no poner en cajas el desorden, y de a poco ordenarlo… me quedo en París.

Mentira, vivo en Agronomía.
Que gane el mejor.

ENRIQUE MACAYA MÁRQUEZ
“Hay cuatro temas centrales”

Creo que hay cuatro ítems fundamentales:
Educación: realizar un censo de datos sobre las posibilidades de acceso. Revisar relación alumno-maestro-instituciones de enseñanza. Planes de estudios con una efectiva revitalización económico-financiera, en el uso del presupuesto y con orientación hacia salidas laborales.

Trabajo: sinceramiento de las cifras de ocupación. No a planes que no recompensen el esfuerzo. Sí a la dignidad de la posibilidad de un trabajo recompensado. Utilización de la mano de obra no especializada en labores complementarias vinculadas a organismos y propiedades públicas.

Salud: fortalecimiento del servicio gratuito de las instituciones hospitalarias. Para ello, realizar un prolijo estudio de la atención de las áreas geográficas, privilegiando al ciudadano de Buenos Aires, pero continuando con la atención de los que provengan de las provincias. Que se les facture a los diferentes gobiernos provinciales la atención que se les brinda, la inversión y el gasto que se realiza, cuando se atiende a los que no viven en la Ciudad.

Seguridad: precisar el diagnóstico. Buscar la especialización de grupos de elite para accionar según las diferentes características delictivas. Optimizar al máximo la interpelación entre los distintos poderes. Por ejemplo, Policía y Justicia. Un endurecimiento de las penas en reincidencia y buscar una relación armónica y sumamente respetuosa entre las fuerzas de seguridad y la ciudadanía.

CARLOS BELLOSO
“Lo primero que haría sería renunciar”

Como yo soy antipolítico, lo primero que haría sería renunciar a jefe de Gobierno. O no asumiría nunca porque no tengo mucha pulsión de poder. Estoy en contra de la política por el sistema en sí. No creo en este sistema porque es una pseudodemocracia, no es una democracia que se precie de tal. Es una invención de democracia donde los miserables recogen las migas que caen. Este sistema, además de ser mentiroso, es obstaculizante.

Te obligan a la opción menos mala, el mal menor. Y el mal mucho más grande es el sistema en sí mismo. Habría que rever el sistema. Yo creía mucho en el “ cacerolazo”, en “ que se vayan todos”, pero siguen estando los mismos. No cambió absolutamente nada desde hace décadas, años y poco tiempo tampoco.

Mi desencantamiento no es tanto político sino más filosófico, realmente es más profundo. Tenemos una manera de ver la realidad muy engañosa. Quizás en las elecciones se nos obliga a elegir y a votar entre dos cosas cuando uno en realidad no quisiera elegir nada.

Pensar en múltiples posibilidades de cosas, sin descartar nada, porque el sistema te obliga a elegir entre una cosa y la otra. Mientras vos elegís algo, ¿qué hacemos con lo otro? Las elecciones en sí son mentirosas. Mi discurso es un discurso antiplatónico.

Platón hablaba del mundo de las ideas y de la realidad. Y que el mundo de la ideas es el mundo ideal y éste es un mundo semejante a ése. En realidad, lo único concreto es este mundo y yo no quiero descartar ninguna posibilidad. Esa es filosóficamente mi apreciación.

Lo que yo quisiera, como medida, y lo único por lo cual deberíamos preocuparnos es por la seguridad. Seguridad contra el crimen institucional, la exclusión, la muerte de los niños que no tienen recursos. El genocidio aún existente. Mientras haya un solo pobre vamos a estar muy mal. Y no es idealismo, es sentido común. Contra la inseguridad económica, donde haya una certeza que un banco no se quede con los depósitos aun habiéndose quedado con ellos.

Seguimos en la misma posibilidad de que se queden con lo nuestro por intereses carnívoros. Y aumento de los productos básicos sin necesidad, sólo para seguir enriqueciéndose. Contra el crimen de excluir poco a poco la cultura.

A mí lo único que me preocupa es la seguridad y esa seguridad incluye todas estas cosas. Contra los asesinos políticos que abusan del poder. Y contra los que destruyen los recursos naturales. El motochorro, el carterista y el que mete un tiro por un par de zapatillas son solamente un resultado de todo lo que acabo de enumerar. Sólo vemos eso y no vemos el resto y son vasos comunicantes.

RICARDO PIÑEIRO
“Proteger nuestro patrimonio”

Lo primero que haría es una campaña para que se respete más la Ciudad. Protegería el patrimonio y la arquitectura. Haría hincapié en esto para mantener la identidad de la Ciudad y porque habla bien de nosotros el preservar nuestras cosas.

Otra cuestión es el tema de la basura. Capacitaría a los cartoneros para la tarea que realizan y buscaría un lugar específico para llevar los desechos. Además, realizaría campañas de concientización para que la gente tirara la basura donde corresponde.

Para resolver las inundaciones haría una reestructuración urgente. Y para poder disfrutar de un barrio como La Boca buscaría sanear el Riachuelo.

Es importante que se trate bien y se brinde ayuda al turista.

En cuanto al tránsito, creo que hay que reorganizarlo lo antes posible. No está preparada para tantos autos. Y haría una fuerte campaña de educación para respetar las normas.

La salud sería una de mis prioridades. Trataría de que los profesionales de los hospitales estén mejor remunerados para poder asegurar un buen servicio.

Para el tema de seguridad tomaría medidas más severas. Debería haber cárceles dignas, que estén preparadas para que la gente que comete errores trate de aprender y no salga peor.

SEBASTIÁN WAINRAICH
“Ideas se ofrecen, porque yo... paso”

Si yo fuera jefe de Gobierno deberíamos preocuparnos. Me cuesta ordenar mi escritorio. Siempre se me traspapelan los impuestos y me atraso en pagarlos. Pocas veces me acuerdo dónde dejé estacionado el auto y tengo que caminar y caminar hasta encontrarlo.

Imagínenme con una ciudad a mi cargo. Me pondría a llorar. De todas maneras, en Metro y medio, el programa de radio que conduzco en Metro, estamos impulsando algunos proyectos. Pueden sonar un tanto triviales, pero yo les prestaría atención.

Por ejemplo: qué importante si existieran hoteles para dormir la siesta. Cuántas veces andamos por la gran ciudad, nos sobra una hora y no sabemos qué hacer. Qué bien vendría una habitación con radio o TV, un baño, una ducha. Nada de ir de a dos, nada de segundas intenciones. Hotel para dormir la siesta.

Vivimos tan rápido, con tanto vértigo, cargados de una ansiedad por llegar a ningún lugar y con un grado de susceptibilidad que, ante el mínimo roce, insultamos o agredimos al prójimo. ¿Y si pusiéramos cabinas para descargarnos? Con un puchinball para boxear, una foto de un enemigo para insultar, un micrófono para gritar. ¡Seríamos otros!

¿Qué hacer con nuestra frustración de futbolistas? Simple: pongamos arqueros en los edificios. Claro, ahora existen estos edificios modernos, con parques gigantes. Muy bien, pongamos un arquero, un arco y cuando llegamos a casa después de un duro día, tenemos la posibilidad de patear tres penales. Qué felices seríamos los hombres con semejante motivación. Saber que al final del día nos espera una pelota, un ex arquero profesional –nueva fuente de trabajo– y un desafío que nos mantiene vivos.

¿Y qué hacer con nuestras frustraciones en general? En cada plaza, cada bar, pondría tres o cuatro psicoanalistas que estén a disposición de la gente que quiera tratar el problema que tenga en ese momento. Vemos a tanta gente sola en los bares que no sabe qué hacer. A tantas parejas discutir. Que los analistas puedan hacer terapia de pareja.

Son algunas ideas. Se las ofrezco al candidato ganador para que las ponga en funcionamiento. Yo paso. Si llegara a ser jefe de Gobierno haría otra cosa: renunciaría por un decreto de necesidad y urgencia.

ROBERTO PIAZZA
“Prohiiría construir edificios”

Yo vivo en la Ciudad de Buenos Aires hace 26 años, y como empresario y artista que soy vi crecer la Ciudad de una manera impresionantemente maravillosa. Pero, de igual modo, creo que hay cosas que se descuidaron de una manera muy grande.

Lo primero que haría como jefe de Gobierno porteño sería prohibir las construcciones de edificios en zonas donde no se ha resguardado para nada el patrimonio edilicio y arquitectónico. Por eso prohibiría construir edificios en muchos barrios de la Ciudad. Por ejemplo, hay edificios que son parte de nuestra ciudad que los destruyeron con otros horribles. Han tirado casas maravillosas.

También les daría mucha importancia a las playas de estacionamiento en todo Buenos Aires porque el tema del tráfico colapsó y es un problema fatal. Eso hace que uno se ponga de muy mal humor. Yo creo que debe haber medios para instrumentar que eso no suceda. Hoy llegar de Belgrano al Centro en taxi te lleva, con suerte, una hora. Siempre llegás tarde y de mal humor a todos lados.

Además trabajaría en todo lo que tiene que ver con el crecimiento de la Ciudad, porque la han dejado estar mucho. Hay que tratar el tema de la limpieza y los espacios verdes. Hoy se están haciendo cosas en las plazas, pero hay que darles más bola a los lugares divinos que tenemos.

Me preocupa mucho el tema de las villas y dónde va a ir esta gente. Hay muchas villas miseria en pleno Centro y eso me da una cosa rara. No puede ser que existan villas en plenos lugares céntricos. Esa gente tiene que tener un techo, una casa, un lugar donde poder vivir y el Gobierno debe ocuparse de eso. Se gasta tanta plata en boludeces y esto me preocupa: cada vez hay más villas y nadie hace nada. No se cómo se puede solucionar, pero sé que eso a mí me jode.

Aparte del embellecimienrto de la Ciudad, el tema del trafico, las playas de estacionamiento y los edificios, es muy preocupante cómo vive esta gente. Hay mil cosas más por hacer, pero empezaría por éstas.

NIK
“Intentaría trasladar la capital, como Alfonsín”

Hace poco vi la película The man of the year con Robin Williams, quien interpreta a un comediante de talk- show humorístico, quien se pasaba todas las noches ironizando sobre los políticos, hasta que le propusieron presentarse a candidato a presidente de los EE.UU.... ¡¡Y gana!!

Por supuesto, el resultado final no es el mejor, pero me hizo reflexionar sobre el rol de la crítica. ¿ Es mejor criticar y señalar los errores o hay que tomar un papel más activo y hacer manos a la obra?

Yo soy humorista gráfico y hace más de 15 años que vengo criticando a toda la clase política. Toda. ¿Qué pasaría si por un momento pudiera ser jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires? En primer lugar, para ser el “ namber uan ” de la Ciudad es muy importante tener un buen título. Con mis diplomas de diseñador gráfico de la UBA y director de Arte en publicidad no me alcanza. “Licenciado” suena lindo, pero ya me ganaron de mano. Me haría unos sellitos, por ejemplo, con el título de “Ingeniero termonuclear”, o “Doctor en Ciencias Sociales”, o “Físico cuántico” (ya que ahora se puede poner cualquier cosa).

Luego, otra gran ventaja de ser jefe de Gobierno: iría a todos los recitales, macroespectáculos, shows, completamente gratarola, y me sacaría muchas fotos con todos los que me lo solicitaran (hoy por hoy, la fotito con el celular ya reemplazó al anticuado autógrafo, y cada foto es un voto, ¡ojo!) Por supuesto, eso de sacarse una foto con un pobre, no, porque ya hubo otro candidato que también me ganó de mano.

Y, claro, ahora llega la hora de las propuestas para la Capital, es muy importante prometer y prometer. Por ejemplo, líneas de subte... ¡¡¡Vamos a construir 10 líneas más de subterráneos!!! Ponemos unos armazones de madera cada cinco cuadras en medio de las principales avenidas y chau, total... ¡¡ Es incomprobable lo que se está haciendo ahí abajo!! Pueden tardar décadas en hacer un pocito pero lo importante es anunciar el hecho... Después, en fin, ni los que ya están construidos funcionan, pero ése es otro tema.

La Ciudad está llena de problemas, tiene muchos problemas... ¿Cuál es la manera más rápida de terminar con esos problemas? Alfonsín fue un visionario... ¡¡ Hay que trasladar la Capital!! ¿A dónde? No importa... A Viedma, a El Calafate, a Nonogasta, a Venado Tuerto,... Para que un problema se vaya, lo mejor es trasladárselo a otro, mientras uno se queda acá porque fue electo jefe de esta ciudad!!

Pero en fin, si Buenos Aires no se puede trasladar porque el flete es muy caro, entonces habrá que hacer propuestas en serio. Por ejemplo, el tránsito es un caos... Hay que poner carriles exclusivos para “motochorros”, que cada vez son más. Eso facilitaría mucho el desplazamiento. Otro carril exclusivo para piqueteros y, si cortan todos los carriles, hacerla peatonal a esa avenida, ¡¡Hay que buscar soluciones creativas y no quedarse en la discusión burocrática!!

Se forman grandes congestionamientos de tránsito en la Ciudad. ¿Por qué? Porque la gente viaja, me dirán. ¿ Para qué viajan tanto? Habiendo tantas lindas propuestas para quedarse viendo televisión, y disfrutar de una Nina Peloso bailando en el caño, o un Nino Dolce llorando en el confesionario al grito de “¿¿¿Dónde están mis pastis???” ¡¡Hay que moverse menos, señores, y saber que la felicidad está a la vuelta de la esquina y no en el microcentro!!

¡¡La inseguridad!! ¿Por qué hay inseguridad??? ¿¿Por qué esa bendita costumbre de la gente de llevar dinero en los bolsillos?? ¿¿Por qué?? ¡¡ Hay que eliminar el dinero!! ¡¡ Volvamos al trueque!! ¡¡Volvamos a lo natural!! ¡¡A andar en bici por la bicisenda!! (¿Vieron? ¡¡De la Rúa era otro visionario!!)

¡¡¡A relajarse, men, descontracturate!! como dijo Cherashny mientras se fumaba un enrollado de Cachamay ¡¡Basta de Rivotril!! ¡¡¡Flower power!!! (que no es “flor de poder”, como tiene el Pingüino). Paz, amor, relax, a liberarnos de nuestras prendas (como hizo la Bolocco), vermouth con papas fritas y Good show!!! ¡¡Tato sí que hubiese sido un buen intendente!!

CARMEN BARBIERI
”Presentaría plataforma”

Si fuera jefa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, fundamentalmente trataría de brindar seguridad a la población. Vivimos con miedo, la delincuencia ha llegado a superarnos. Y son especialmente los chicos y jóvenes de escasos recursos, sin educación y de fácil acceso a las drogas. Quiere decir que ésos son particularmente los puntos hacia los cuales debería dirigirme, intentando al mismo tiempo modificar las leyes que no contemplan nuestra realidad actual.

Arreglar las calles antes que las plazas, gastamos en amortiguadores, elásticos, semiejes y neumáticos más que en combustible, por su deterioro. Sé que ahora están procediendo al bacheo, pero es lo de siempre: antes de las elecciones.

Confrontaría seriamente con los demás candidatos y presentaría un plan de gobierno: una plataforma (qué antigua, ¿no?... Antes los partidos tenían, ¿se acuerda? Y a veces hasta la cumplían). Eso es lo que yo haría. Si no, me retiraría y dejaría el lugar para que alguien más capacitado lo hiciera. ¿Qué estarán esperando algunos?

LETICIA BREDICE
“Más escuelas y menos shoppings”

No gastaría de más en la campaña, para empezar. Sobre todo, sabiendo que los hospitales están mal.Tienen trabajando a gente que no está feliz con su sueldo y atiende mal. Eso es lo que atacaría primero, que la salud esté impecable. Gratis, para todos. También ayudaría al Hospital Muñiz, a la sala de infectología.

En educación, prestaría atención a tener maestros felices. Mandaría a hacer más escuelas y menos shoppings. Cada uno desea lo mejor para el país. Es momento de que se vea.

ALBERTO CORMILLOT
”Una batalla con obsesión transformadora”

Haría hincapié en algunas de las siguientes cuestiones:
Crecimiento con equidad: porque el desarrollo económico debe entenderse como el progreso de las personas, si no es así no tiene sentido.

Educación: porque estoy absolutamente convencido de que sólo con planes sociales no vamos a superar la pobreza.

Salud: porque los pilares de nuestra sociedad son las personas, y si se quiere un crecimiento económico y desarrollar completamente la productividad, es esencial que el nivel de vida de las personas aumente, y para ello hay que prevenir enfermedades y asistir integralmente, con educación y tratamientos adecuados, a quienes ya las padecen.

Seguridad social: que debe proporcionar una red de protección que evite que la población caiga en la indigencia, la desnutrición y la muerte. Una seguridad protectora necesita de mecanismos institucionales fijos como los seguros por desempleo y de ayudas económicas para aliviar el hambre, así como programas de capacitación para mejorar la empleabilidad y proporcionar la oportunidad de un ingreso digno.

El objetivo de estas políticas es garantizar el derecho de todas las personas a tener libertades que contribuyan a su capacidad para vivir más libremente y mejor. Si un hombre o una mujer pide un medicamento, seguramente necesita comida, trabajo, educación pero, sobre todo, integrarse en la sociedad. Para ello hay que ponerse en acción, trabajar en “una verdadera batalla con obsesión transformadora”.

DIEGO CAPUSOTTO
“Policía eficiente para mi familia”

La primera medida que tomaría sería de whisky. A partir de ahí, el personalismo, el afán de poder y el negocio espurio se apoderarían de mí. Haría muchos recitales al aire libre, incluidos los días de tormenta. Haría recitales sin público, que el artista sienta la soledad Pastorutti.

A todos los barrios les pondría Hollywood.

Quiero una Policía eficiente para mi familia y me encantaría irme en helicóptero.

Mi lema sería: “A todo jefe hay que derrocarlo”.

LUIS RUBIO
“Evitaría hacer tantas cosas...”

Si fuera jefe de Gobierno porteño evitaría recibir ayuda monetaria por parte de empresarios a los que después tendría que retribuírsela con favores. Evitaría que las obras públicas sean hechas por empresas de amigos y familiares. Evitaría comprar las encuestas que me digan que voy fenómeno. Evitaría reunirme horas con asesores perdiendo el hilo de lo que le pasa a la gente. Evitaría gastar fortunas en consultoras. Evitaría pasar horas estudiando datos estúpidos que no sirven para nada. Evitaría recibir guita que no sé de dónde proviene. Evitaría nombrar en cargos a la gente de mi entorno. Evitaría hundir a la oposición a costa de cualquier cosa. Evitaría profundizar la pobreza “produciendo” pobres útiles al clientelismo político. Evitaría dedicar el 70% de mi energía en boicotear la carrera/gestión de mis pares.

Si no realizara esta larga lista de cosas, seguramente me quedaría tiempo para llevar adelante todas por las que fui elegido. El tema es que si hiciera estas cosas que habitualmente hace nuestra clase política, seguramente jamás llegaría a ser jefe de Gobierno. Qué paradoja, ¿no? Entonces optaría por no ser jefe de Gobierno.

ROBERTO GIORDANO
"Cambiaría el color de los taxis"

Si fuese jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires respondería con mis bienes, haciendo un depósito importante, en caso de que el balance anual de la Ciudad resulte negativo. Haría plebiscitos para cambios estructurales, fundamentalmente tomaría auditorías extranjeras para que supervisen lo que está relacionado con la higiene y la limpieza y con el tema de la seguridad. Contrataría a empresas internacionales para hacer subterráneos con plebiscitos barriales y a su vez pondría controles en cada barrio, donde habría un delegado municipal que sea elegido entre los vecinos. Haría un tribunal rotativo de notables compuesto por empresarios, gente que tuviese que ver con otra actividad, estudiantes, que sean los más destacados de cada universidad. Y ese tribunal sería el tribunal de tránsito.

El 80 por ciento de los puestos públicos estaría ocupado por mujeres. Las mujeres al poder. La mujer administra bien una casa, en los supermercados las que manejan la plata son las mujeres, no hay ningún cajero hombre. Pondría mujeres para control de fondos, de ingresos y de recaudación, ya que la mujer no es permeable al soborno. También pondría mujeres en el control del tránsito.

En los lugares que están las villas pondría containers donde haya salud, alimento para los chicos, educación y sacaría las drogas de adentro de las villas.

Es deplorable el color de los taxis, en Francia son blancos y se puede diferenciar claramente si están desocupados o no. Les cambiaría el color y que dijeran en el techo si están libres o no.

Buenos Aires es una de las ciudades más sucias y más mal peinadas del mundo. No tiene estética, no tiene maquillaje. La gente no tiene glamour. Por eso, lo que haría es recuperar los valores de la estética y los códigos. Invertiría para hacer monumentos a “los grandes”. Haría pabellones de la moda con carpas blancas y un certamen de la Ciudad de Buenos Aires. Haría convenios con empresas para iluminar la Ciudad: cambiaría publicidad por iluminación. Pondría música y pasarelas en distintos lugares.

LUDOVICA SQUIRRU
"Buscaría ser elegida un día de luna llena"

El primer día lo llamaría a Miguel Grinberg para que me ayude a seguir con el plan ecológico artístico y fundacional. Sumaría la tribu que comparte un camino de experiencias y se recicla con lo que les pasa. Convocaría a una meditación nacional a la población, para que salga la basura interior y quedemos en el vacío.

Suspendería toda la tecnología y exploraría el silencio usando la telepatía. Suprimiría autos y colectivos e inundaría la Ciudad de bicicletas o peatones. Al mediodía convocaría a la población para que salga a mirar el cielo, mientras helicópteros fumigan la Ciudad con Flores de Bach, mientras preparan el puchero.

Pondría multas carísimas a quien tire algo a la calle o le cobraría horas extras de su sueño vocacional para que saque su frustración y no siga contaminando con sus pensamientos, sentimientos y acciones. Convocaría a los estudiantes, maestros y empleados a que expresen lo que quieren aprender, enseñar, desechar, y puedan practicarlo.

Resucitaría los museos con arte en vivo, música, pintura, poesía. Soltaría los animales del Zoológico y metería dentro a quienes los castigan. En cada plaza citaría a los escritores o poetas que le dieron nombre a través de su obra, para resucitarlos y recordarlos.

Posibilitaría el sulky para recorrer la Ciudad. Buscaría ser elegida un día de luna llena, para ir a la Reserva Ecológica y enamorarme nuevamente de Buenos Aires y darle el amor que me inspira, aunque algún gato negro se me cruce en el camino.

fuente: perfil.com