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Viernes, 20 Noviembre 2009 04:18

La gran confusión de un país partido en dos

por Sergio Antonio Herrera
Tengo toda la intención que este artículo sea para invitar a todo el sector del turismo uruguayo a estrechar filas para que juntos, sin excepciones, formemos un bloque para demandar, para exigir, que en el próximo período de gobierno, el sillón del Ministerio de Turismo (a secas, sin Deporte ni más nada), sea ocupado por uno de los 4 candidatos reales (Kechichian, Gallicchio, Nardone o Monzeglio) o por alguno de los otros prestigiosos 7 mencionados en los 3 artículos recientes, en este mismo espacio (Souza, Yanes, Mier, Baudean, Amestoy, Borsari o Victorica). Pero sé que me voy a extender, no tengo otro remedio.


Transitamos un período tan difícil, de tanta confusión, que para exponer una idea tan simple como la adelantada en el copete de esta nota, deberé introducirme en el análisis de la ¿coyuntura? o directamente, ¿de nuestra forma de ser?.

Cuesta decir Gregorio, hay mucho Gre Gre

Por ejemplo, cuando un periodista deportivo debe destacar, alabar, reconocer un logro de Peñarol, de inmediato, intenta sacar de la memoria (y lo logra) o de su bagaje de conocimientos, algo similar de Nacional y lo larga, de inmediato, a continuación, porque..."no sea cosa que la gente piense (o se dé cuenta) que soy manya...".

Cuando Juan Pueblo debe expresarse ante cualquier eventualidad, cualquiera, la más comprometida o la más frívola, lo hace según su leal saber y sentir (aquí, no se aplica "entender"), de acuerdo a su color político y por ende, a su autoclasificación, al mejor estilo de las vedettes argentinas: fino o grasa.

La "irreverencia" del himno murguero-tanguero del miércoles

En primer lugar: a mi, personalmente, no me gustó y me pareció un despropósito haberlo interpretado entero, dadas las cirscuntancias.Nunca mejor aplicado que en este caso, aquello tan viejo de: "sobre gustos no hay nada escrito"

Pero, si, PEEEEEROOOOOO !!!, no puedo caer yo, en la irreverencia de descalificar la versión y el intento, cuando el arrreglador es nada menos que Jaime Roos y los músicos el gran Hugo Fatorusso, Andrés Ibarburu, Gustavo Montemurro y la batería completa de la murga Agarrate Catalina.

No se puede confundir y mezclar alegremente todo; una cosa es que no me guste la versión a mi y muy otra, decir que ha sido un mamarracho o un despropósito como se dice por ahí.

En esta misma edición, en el Correo del Lector,fieles al respeto de nuestra prédica de hacer de este sitio un foro apto para la discusión, publicamos una nota que nos hace llegar un consecuente lector, que a nuestro entender, es una demostración clara del sentir de muchos compatriotas. En este caso, el autor, claramente identificado para un lado, denuesta al otro, convencido quizás que ésta, su verdad, es la verdad.

Un país partido en dos

Entonces, así transitamos, así vemos como gastamos el doble de tiempo para avanzar, por la simple razón de "no ceder ni un tranco e´ pollo al adversario, al rival o directamente para algunos, al enemigo.

Si sos blanco o colorado, no reconocerás nunca nada, ningún logro, que haya alcanzado el FA y descalificarás todo lo que hagan "porque es muy mersa, sin estilo"; si sos del FA, vas a sospechar siempre, que los blancos y los colorados son la derecha y por ende, tus enemigos.

Las políticas de Estado

Todos las reclamamos y la mayoría, poco hacemos por darles forma, entre otras cosas, porque no propiciamos los espacios para ello, ocupados como estamos en demostrar que "los otros", son los que siempre tienen la culpa.

El objetivo común

Vuelvo ahora, al inicio de mi pensamiento, al que originó este artículo, ¿por qué planteo que el futuro ministro deberá ser alguno de los que menciono en esa nómina?

a) Porque, salvo el reducido núcleo que conforman esos once actores y algunos más, en el Uruguay, no hay mucha gente capacitada para ese cargo.

b) Porque, si otra vez como siempre se hace, se elige como ministro, a alguien que nada tiene que ver con la actividad, se retrasa el tiempo de desarrollo y de crecimiento del sector, el segundo en peso en la economía nacional. Si se tiene suerte, como en contados casos, se ganará un político favorable al sector pero nos parece un costo muy grande a pagar, cuando para conseguirlo, hay que invertir 5 años (los que les lleva a cada político improvisado, entender esta actividad)

c) Porque, el turismo es una actividad de exportación de servicios y por ende, generación de divisas. Para lograr la concreción de estas metas, un requisito fundamental, ademas de la obvia idoneidad, son los contactos y éstos, los tienen los mencionados, por lo tanto, SI SE NOMBRA A UN POLÍTICO COMO SIEMPRE, HABRÁ QUE ESPERAR A QUE CONFORME SU NÓMINA DE CONTACTOS Y CUANDO LO HAGA, SERÁ CUANDO TERMINE SU PERÍODO.

Un sólo país

Si Uruguay es el destino turístico que todos quienes estamos en la actividad queremos promover, colocar, vender, más allá que sea el de sol y playa, el rural, el cultural, el de avistamiento de aves o ballenas, el enológico, el de aventura, el esotérico o el que sea, siempre será un sólo destino a los ojos del emisor.

Ese único país, deberá tener un sector profesional sólido, mancomunado, despojado de banderías pero especialmente, exento de estupideces y de posiciones baratas.

Como conozco a todos los mencionados y sé, positivamente que les adorna una gran grandeza de espíritu, doy por descontado que cualquiera de ellos, será, una vez investido en su cargo, por un lado un aglutinador y por el otro, el receptor del apoyo del resto del sector.

En la generalidad, no es fácil recomponer a una sociedad que está partida en dos; en el turismo, si bien no es sencillo, se dan las condicionantes, a partir del objetivo común y a la exclusiva empatía que genera el relacionamiento fuera de los habituales ámbitos individuales (en razón de los encuentros viajando).

Espero haber contribuído en algo, a ir consolidando el ambiente para lo que se viene, que como siempre, es un desafío y para enfrentarlo, no es buena cosa estar confundido. Nos vemos.