CAJAS Y CAJEROS - Cada día es más alarmante este tema. En los supermercados, los bancos, las financieras y organismos públicos, PAGAR es penalizado. Del total de cajas existentes, generalmente, funcionan apenas un 20 o 30% y nadie se queja, nadie dice nada. Ayer en la mañana, debimos concurrir a pagar la factura telefónica, nos queda de paso la Torre de Antel y allí fuimos. De tres cajas funcionaba sólo una, la fila era numerosa y el trámite muy lento. Cuando llegamos a la ventanilla le preguntamos al cajero el motivo de tal situación. La respuesta es digna de Ripley " generalmente funcionan dos cajas (¿¿¿????)y el compañero de la otra, está enfermo...somos seres humanos" De esta manera nos enteramos que gracias a la buena salud de quien nos atendía, pudimos pagar, porque...si también él se hubiese enfermado, nadie cobraba en Antel.
LA HELADERIA DE BENITO BLANCO Y BARREIRO - El domingo pasado, hizo una tarde espectacular, con mucho calor; se nos ocurrió, ya que estábamos en la zona ir a tomar un helado. Una funcionaria en la caja y sólo una más, atendiendo el mostrador. Quienes conocen esa firma, saben que precisamente, miseria no pasa. Llegar a saborear el producto, nos demandó una buena media hora. El problema no es lo que nos ocurrió a nosotros porque, definitivamente, optamos por esperar, nadie nos obligó; lo realmente grave es el abuso con el personal, esas chicas no pueden pensar siquiera en tener el derecho de ir al baño ( a propósito, para el público no hay gabinetes...¿ no es obligatorio que haya?), no tenían tiempo de respirar por la cantidad de gente que había en el local.
LA PARRILLA DE DON VITO, EN ATLÁNTIDA - En la esquina de la Peatonal de la 11; con poca o mucha gente en el local, el parrillero es un verdadero maestro; nunca nos mandó lo solicitado fuera de punto. Realmente recomendable, al igual que los camareros, excelente atención. Capítulo aparte los postres de Baipa.
CHE MONTEVIDEO - En la Rambla de Pocitos. Exquisita cocina, excelente atención, precios accesibles y el Cabernet Sauvignon Del Pedregal, un placer.