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Lunes, 21 Diciembre 2009 04:11

La extraña distancia de la gestión individual a la colectiva

por Sergio Antonio Herrera
Cuando nosotros afirmamos, como lo venimos haciendo desde hace mucho tiempo, que el turismo es la industria o actividad desconocida, no estamos emitiendo una opinión a la ligera. Lo que estamos haciendo es intentar situar a quienes nos leen, en una realidad que al parecer, hasta el momento, aquí en Uruguay no se ha querido ver. Nuestra idea es, como lo hicimos el segundo día de ejercicio de esta misma administración (2 de marzo de 2005), cuando debemos haberle mandado al Ministro Lescano el primer mail quizás, que haya recibido en su casilla de correo oficial, sumar



desde la opinión, con compromiso, como corresponde a quien eligió este lugar de motu propio.

En esta edición publicamos la segunda entrega (de seis), de una serie de artículos que está desarrollando Sergio Camporeale, conteniendo un completo y minucioso análisis de lo que se ha dado en llamar Plan Nacional de Turismo Sostenible 2009 – 2020. No vamos a entrar (aún) a nuestra vez en el análisis del trabajo de Sergio, creemos que por respeto al esfuerzo del colega debemos aguardar al final del ciclo y recién alli si, comentarlo.

Pero no en vano citamos este plan, como tampoco nos ocupamos en vano anteriormente del Consejo Nacional de Turismo y del Turismo Social.

Turismo Social

Fue el fracaso más rotundo de esta gestión. En primer lugar, por intentar desarrollarlo en un país donde en el momento de querer ponerlo en práctica, había otras prioridades como sin duda lo significaban la pobreza, la indigencia, el empleo y otras cuestiones para nada menores, atacadas si con acierto (mal que les pese a sus detractores) por el Plan de Emergencia y continuada con el de Equidad. Y en segundo, pero no menos importante lugar, con una carencia alarmante de conocimientos básicos de lo que es una simple operación de servicios turísticos. Durante todo este período, se emitió un mensaje confuso en el que se dejaba creer que el turismo social funcionaba. Nadie va a criticar la intención del gobierno ni desconocer la necesidad  de generar condiciones para que se pudiese ejecutar este derecho humano indiscutible. Lo que estamos diciendo es que más allá de la loable intención, se fracasó en la estrategia y en la aplicación a pesar que cada vez que la sesoría habló, lo hizo con un discurso propagandístico, propio de otros momentos, de otras regiones y para otras mentes, no tan abiertas como las actuales.

Consejo Nacional de Turismo

En momentos en que la idea global pasa por la necesidad de organismos estatales dinámicos, acotados en su estructura y ejecutivos, tuvimos un CONATUR (masculino, por Consejo y no, "la CONATUR" como mal se le denomina)paquidérmico, con escasa actividad y con puertas cerradas a la prensa especializada. O padecemos la monoconducción del asesor a quien como a Cavallo en Argentina se le dieron superpoderes o nos sometemos a una asamblea numerosa que nada decide. Parece muy extraña esta distancia entre un modelo y el otro y al parecer, se estaría imponiendo la vieja receta del justo medio.

Plan Nacional de Turismo Sostenible 2009 - 2020

Mientras vamos publicando el trabajo de Camporeale, vamos repasando el documento y recién al final de esa instancia, como va dicho, nos pronunciaremos técnicamente a este respecto pero, si podemos hacerlo ante algo que nos ha llamado poderosamente la atención y es que en el mismo, participaron alrededor de 800 (ochocientas) personas, cuyos nombres figuran en el impreso que detalla el plan. Otra vez la enorme distancia entre la individualidad y la multitud. Más allá que entre esas 800 personas noosotros no hayamos participado (como siempre decimos, no nos gusta concurrir adonde no somos invitados), hay unos cuantos amigos y conocidos que tampoco han estado en esas instancias y entonces nos preguntamos: ¿hay en el Uruguay 800 personas con credenciales para elaborar un Plan Nacional de Turismo?.

Entonces

Con la misma sana intención de aquel mail del 2 de marzo de 2005,desde una ignota posición de ciudadano común, ahora con la carga pública (asumida voluntariamente, con convicción y con absoluta independencia de criterio, como es nuestro estilo) de haber sido uno de los promotores de la re-designación del equipo ministerial (lo cual marca confianza en el mismo) y la no menos pesada responsabilidad de dirigir este medio, ahora instalado en la cotidianeidad del sector, nos permitimos dejar en claro que:

* Este equipo ministerial ha trabajado mucho, ha obtenido logros, ha instalado a la actividad en un lugar de mayor protagonismo al que tenía cuando asumió y dio un claro ejemplo de proyección nacional y que está por fuera de flechamientos partidarios al sostener una gestión en completa armonía con los distintos gobiernos departamentales, más allá de si eran o no de su propio signo.

* Este ministro, el Doctor Lescano, ha pasado de ser, un político generalista a alguien con 5 años de experiencia en la conducción de un organismo bastante complejo que administra y debe conducir a una actividad que en la actualidad, es nada menos que la segunda en el espectro económico nacional.

* Hay jerarquías, que al igual que Lescano, han ganado mucho conocimiento, han realizado si se quiere, un curso intensivo de conducción del turismo y han construído un amplio patrimonio de contactos nacionales e internacionales muy valiosos y quizás, quien mayor destaque tenga en ese rubro, sea el Doctor Antonio Carámbula quien para este segundo período, será sin dudas, un funcionario con mucho mayor perfil y predicamento, obtenidos por exclusivo mérito personal, refrendado por la opinión de la absoluta mayoría (si no unanimidad) de los actores de la actividad privada.

* Lamentablemente por cuestiones políticas, el equipo estaría perdiendo a una integrante que ha tenido una gestión de absoluto destaque como lo es Liliam Kechichian. Se dice que iría a otro ministerio. Desde esta tribuna, si se cumple a rajatabla lo anunciado por el Presidente Electo y la subsecretaría no es para ella, apelamos a que prime el buen criterio y no se desaproveche la experiencia de la ex viceministra de turismo. Si como se dice, existe la idea de que nuestras representaciones diplomáticas sean "una boutique" para vender el Uruguay, ¿no sería Kechichian una excelente proveedora de las mismas?...

Para cerrar, dos temas de estribo: la recomendación de poner énfasis en la comunicación. Ya lo hemos dicho, es muy loable que se reconozca que es una carencia de la fuerza política pero...ya pasó un período y no se ha subsanado. Hay que reveer lo procedimientos. En reciente charla, alguien que de esto sabe bastante como Acerenza dijo que la comunicación de los organismos oficiales de turismo debe estar en manos de periodistas de turismo. Como personalmente para nosotros sería imposible aceptarlo (en el hipotético caso que se nos ofreciera), tenemos la libertad de conciencia de reclamar, para nuestra profesión ese espacio.

Y al final el más importante: encontrar el punto justo de equilibrio entre la individualidad y la multitud: de 1 a 60 y de 1 a 800, hay demasiado terreno.

Nos vemos.