por A. Laluz
Al igual que en años anteriores, la Filarmónica de Montevideo presenta
su temporada de verano con dos programas itinerantes bajo la batuta de
Javier Logioia, enfocados a dos expresiones populares: el tango y la
canción de proyección folclórica.
El primer espectáculo, Tres mujeres para el tango, se estrenará hoy en un escenario montado en Kibon, a pocos metros de la playa Pocitos. Allí, y a partir de las 21 horas, Laura Canoura, Maia Castro y Mónica Navarro abordarán un repertorio especialmente concebido para rescatar el aporte femenino a la historia de este género popular y ciudadano. Y el viernes, este escenario recibirá a la misma hora al segundo espectáculo: una nueva asociación de la orquesta con el dúo Larbanois & Carrero.
Ambos programas se volverán a presentar con entrada libre el viernes 26 (Tres mujeres para el tango) y sábado 27 (Larbanois & Carrero con la Filarmónica) en el Obelisco, también a partir de las 21 horas.
En la semana y pocos días que separan estas cuatro presentaciones al aire libre, están previstas siete funciones (también a las 21 horas) en la sala principal del teatro Solís. El programa con el dúo de Eduardo Larbanois y Mario Carrero irá el miércoles 17, viernes 19, lunes 22 y miércoles 24. Y la propuesta tanguera, el jueves 18, martes 23 y jueves 25. Las entradas para estas funciones están a la venta en boleterías del teatro y en la Red Uts, y los precios van de $60 a $300.
Tres féminas
Es ya un lugar común afirmar que la historia del tango ha sido reconstruida con un enfoque masculino (o lisa y llanamente, machista).
En el imaginario popular, esta perspectiva se abona en un surtido de tópicos donde la mujer está confinada a un rol pasivo, de costurerita que dio el mal paso, el de madre abnegada o, por supuesto, el de la desalmada percanta que puede amurar el corazón del guapo mejor plantado bajo el farol.
Pero también hay otra historia (que ahora ya tiene rango de oficial), en la que se reconoce y reivindica como capital el aporte femenino desde otro ángulo: el de la interpretación y la creación. Y allí la genealogía hunde sus raíces en el siglo XIX (Eloisa d`Herbil de Silva, Ana Schneider de Cabrera, María Isolina Godart) hasta las Tita Merello, Azucena Maizani, Mercedes Simone, Eladia Blázquez, o nuestras Elsa Morán, Olga Delgrossi, Nancy De Vita.
Y en las generaciones más recientes, ese legado lejos de apagarse, ha adquirido una inusitada fuerza con nombres como los de Maia Castro, Mónica Navarro, Laura Canoura, y también el de Malena Muyala. Voces temperamentales que han cultivado la síntesis a partir de la oposición de múltiples estilos y lenguajes de la música popular. Una apuesta que, más allá de sus diferencias particulares, ha derribado los asfixiantes muros de la Academia, para que el tango asuma la vitalidad que tienen su fronteras musicales. Los discos solistas de Navarro, Castro o Canoura, son las mejores pruebas de la fuerza de estos nuevos aportes femeninos.
A dúo
A partir de 1977, Eduardo Larbanois y Mario Carrero unieron sus experiencias musicales para dar vida a un longevo dúo de nuestra música popular.
Casi una veintena de discos y más de treinta años recorriendo escenarios, los han consagrado como referentes de la canción popular de proyección folclórica, que tiene sus raíces en las obras de Los Olimareños, Zitarrosa, Viglietti.
En la actualidad, el repertorio del dúo abarca prácticamente todos géneros de nuestro cancionero popular, revisitados con la intensidad del canto de Carrero y la lucida técnica guitarrística de Larbanois. De esa cantera musical, en 2005 hicieron una atinada selección de clásicos para su primera presentación (también durante el verano) con la Filarmónica. Y ahora la propuesta se repetirá, con nuevos arreglos orquestales, otra selección de canciones, y bajo la solvente dirección del maestro Javier Logioia Orbe.
fuente: El País Digital