Podría tratarse de Kirchner, pero la descripción corresponde a otro Néstor menos conocido, quien no por casualidad es ahijado político del Presidente: Méndez, el polémico intendente de El Calafate, el mismo que entre septiembre del 2003 y el año que pasó vendió por decreto 423.228 metros cuadrados de tierras fiscales a Kirchner, su esposa Cristina Fernández y medio centenar de beneficiarios más, entre funcionarios nacionales y santacruceños, secretarios, choferes y parientes múltiples del Presidente. Eso confirman los documentos a los que accedió NOTICIAS, que se reproducen en estas páginas. Lo llamativo es que el 50 por ciento exacto 212.509 metros, es decir, 21 manzanas está en manos de la gran familia K, con la Primera Dama a la cabeza. Y el valor de compra fijado por el intendente tocayo fue de 7,50 pesos por metro cuadrado, aunque el precio de mercado multiplica esa cifra: según estimaciones de inmobiliarias de la región, un metro cuadrado en El Calafate cuesta entre 50 y 120 pesos.
El detalle de cómo fue la increíble repartija del nuevo paraíso K es imperdible.
Méndez lo hizo. El intendente Néstor gobierna la villa turística más exclusiva de la Argentina, a pocos kilómetros del Glaciar Perito Moreno, visitado por avalanchas de viajeros con dólares, euros y yenes que hacen crecer la zona, y también la caja de su municipio. Méndez recibe al Presidente los fines de semana, lo acompaña hasta la casona con vista al Lago Argentino que tiene el patagónico y lo reverencia como al verdadero rey del lugar. A Cristina la obedece en todo lo referente a planeamiento urbano: construyó la costanera por indicación de ella y asfaltó antes que nada la calle que lleva a la mansión de los K. Con semejantes antecedentes, ¿cómo no iba a venderles a precio de remate las tierras fiscales que ellos pidieran? No importaba que hubiera otros 3000 pedidos de compra de terrenos en suspenso, aún no aprobados por la Municipalidad, ni que el intendente se salteara la obligación de una oferta pública.
N. de R. Hasta aquí, la nota publicada en Perfil.com; junto a la misma, se invita a leer el resto, nombres incluídos, en la edición impresa de la revista. De todas formas, por considerar valiosa la información consignada parcialmente, optamos por publicarla.