La Paz, en tiempos de la comunidad Aymará era conocida como Chukiyawu, que quiere decir La Finca de Oro, nombre que no fue puesto en vano... Es por demás conocido que estos territorios que pertenecieron al Imperio Inca, eran una de las tierras más ricas en metales preciosos, algo que más tarde afiebró a los conquistadores españoles hasta la locura.
La paz es hoy en día la sede del gobierno nacional y por ende es la ciudad de mayor importancia del país. Es por esto también que concentra la mayor parte de los habitantes de la región del Altiplano boliviano.
Sus más de 3,600 metros de altura son un gran desafío para los viajeros que provienen de las planicies, pero su belleza y ese aire tan típico que posee invita a sobreponerse a la altura y disfrutarla al máximo.
Una vez en el centro de la ciudad, ubicada en una pequeña meseta rodeada de montañas, se divisan los picos de la Cordillera de los Andes y los hermosos valles que van descendiendo desde la altura en que se halla la capital.
En el territorio que ocupa La Paz incluso pueden descubrirse cómo pequeños cañones y valles se sumergen y dejan ver las partes bajas de la urbe. ¡Una belleza imperdible! Caminando hacia el sur, las tierras bajan y las edificaciones van salpicándose entre los montes y ríos.
Una de las vistas más impresionantes se encuentra en el centro de la ciudad, donde podrás observar con precisión el gran Monte Illimani, uno de los picos más altos de la Cordillera de los Andes, que se muestra al oeste y se impone majestuoso entre las nubes con sus 6,465 metros.
Un poco de historia
Fundada por Alonso de Mendoza en 1548, La Paz empezó siendo un enclave en el territorio de Laja, una localidad cercana, pero luego se trasladó a una aldea próxima, en la que se sabía que había oro, y fue ahí mismo donde empezó a crecer esta gran ciudad hasta llegar a ser lo que es actualmente.
Debe su nombre a la cruenta guerra civil que se dio en el momento que Gonzalo Pizarro se reveló contra el Virrey de turno. Cuando cesó el conflicto, la ciudad adoptó este nombre conmemorando el hecho.
Pasados los años, ya a principios del siglo XIX, La Paz y su hermana Sucre fueron gestoras de las ideas independentistas. Fue en 1809 cuando lograron la independencia definitiva de la mano de Murillo y otros luchadores.
A finales de siglo, las dos ciudades principales se vieron enfrentadas por ideales opuestos: liberales y conservadores se separaron y cada grupo adoptó una de las ciudades como base de operaciones. Después de una disputa que pasó a la historia con el nombre de Guerra Federal, la ciudad de Sucre quedó como capital histórica, mientras que La Paz dio el paso definitivo para convertirse en sede del gobierno.
La Paz es cultura
Si hay que no le falta a esta maravillosa ciudad es cultura, y eso se puede apreciar en cada festival y evento que se realiza en ella. Realmente La Paz es ciudad de celebraciones. Hay muchas festividades para conocer y vivir en tu estadía en la ciudad, como así también varios paseos culturales para conocer las tradiciones bolivianas. A continuación lo que no debes dejar de ver en tu estadía en Bolivia:
Feria de artesanías
La Avenida principal -llamada Avenida del Prado- suele acoger en sus calles a artesanos y artistas de la ciudad para congregarlos en una suerte de feria que sorprende y divierte a sus visitantes por la variedad y calidad de propuestas. Allí pueden disfrutar tanto aquellos que pueden compartir en familia un buen paseo, como los que están buscando recuerdos artesanales característicos de este país.
Fiesta de Alasitas
Una de las grandes fiestas de la ciudad es la de Alasitas, uno de los grandes festivales que inicia sus festejos el 24 de enero de cada año y se extiende casi por un mes. Este evento regala a sus huéspedes la magia de los mundos en miniatura y por sobre todo el arte de la pintura a mano. Allí los viajeros pueden hacer realidad sus sueños comprando casi cualquier objeto que desee en su versión en miniatura, tanto sea un auto como una casa, una computadora o un viaje, y la leyenda de este evento cuenta que con el tiempo lo que uno haya comprado en miniatura lo conseguirá en la vida real. Cuando uno pasea por las calles en estas fechas puede ver cientos de personas llevando casitas y autitos colgados de sus carteras como muestra de su anhelo de llegar a una vida mejor.
Toda la fiesta gira en torno a Ekeko, el afamado dios de la abundancia al que se adora sin medidas. Aunque el ritual sea largo muchos dejan su tiempo y toda su esperanza allí. La tarea consiste en adquirir un objeto deseado al mediodía, más tarde un sacerdote de origen aymará lo bendice este ritual se cumple sólo el 24 de enero y asegura así la búsqueda de ese pequeño mundo de felicidad. Este festival surge de una creencia precolombina muy arraigada en la ciudad de La Paz.
Festival de estudiantes
Pero las fiestas no terminan allí, hay un festival que organizan las universidades y que lleva a la calle a todos los estudiantes, quienes con sus alegres bailes van copando las vías principales de la ciudad con sus trajes coloridos, todos referidos al pasado precolonial. Es un ritual que se practica desde 1988 y que moviliza a toda la juventud de la capital.
Feria del Libro
La Feria del Libro de La Paz abre sus puertas al público local y visitando, concentrando a todos los escritores de las ciudades circundantes. Así, se puede disfrutar de varios días de pasión literaria conociendo a los más célebres escritores de Bolivia y toda la región.
Caminando
Como todas las ciudades de gran importancia colonial, la vida pareciera empezar desde la plaza principal. Los edificios principales reinan alrededor de esta manzana que marca un enclave exacto para empezar un recorrido inolvidable.
La plaza Murillo es el punto de encuentro de los visitantes de la ciudad, quizá por ser una de las zonas más interesantes de La Paz. Sus calles entre museos y pintorescos cafés van dando una idea de lo que fue La Paz por aquellos años en que las primeras familias españolas llegaron a poblarla.
Sin embargo, La Paz siempre asombra: no tiene el aspecto común de las típicas ciudades coloniales españolas, quizá porque su terreno con muchas subidas y bajadas generaron un paisaje ideal para los que gustan del trekking... Pero aunque no seas de los amantes de las largas caminatas con declives, de seguro una de las mejores formas de disfrutar de las calles y monumentos de La Paz, es realizando un itinerario a pie.
Para recorrer
En la ciudad de La Paz hay mucho por ver. Desde el mítico centro colonial en la Plaza Murillo hasta el Mercado de Brujas, un mercado tradicional indígena, es fácil sorprenderse con algunas de las maravillas paceñas. Echemos un vistazo:
La Avenida del Prado
Además de ser el hogar de la feria más artística de la ciudad, la Avenida del Prado deleita a sus visitantes con los jardines mejor adornados de toda la ciudad. Además su cruce marca los puntos estratégicos de La Paz, con bares, teatros y todo tipo de espectáculos que se inician allí.
El cañón
La ciudad tiene un abrupto recorte en su recorrido producido por el cañón Laikakota, que actualmente da paso a un parque natural que es una de las grandes atracciones de la ciudad. Este accidente geográfico funciona también como un punto estratégico para las vistas panorámicas, cuando estás allí toda La Paz se enaltece ante sus pies.
El centro histórico
Testigo fiel de la conquista y sus consecuencias, el centro histórico es de lo más interesante que presenta la cuidad. Si bien no todas las edificaciones se conservan a la perfección, la mayor parte de ellas dan que hablar, sobre todo por su belleza y las historias que se tejen en torno a ellas, incluso historias a veces no tan antiguas... Por ejemplo, podrás ver en la plaza central el edificio de la policía con marcas de balas resultado de una contienda entre estudiantes y policías de hace unos diez años atrás.
Miraflores
El barrio Miraflores es de lo más vistoso de La Paz. Allí se concentran los albergues universitarios y para mochileros; las avenidas glamorosas y los lugares residenciales. El barrio se merece más de un paseo para descubrir algunos de sus atractivos urbanos entre sus pintorescas calles.
Zona norte
La industria dice presente aquí, en esta parte de la ciudad se puede ver un paisaje repleto de chimeneas, pero no es lo único que importa: aquí además de las cervecerías y tiendas textiles están las autopistas que abren paso a otros destinos maravillosos dentro del país.
Zona sur
En la zona sur se extiende toda un área residencial, donde también se erigen la mayoría de las embajadas. La acompaña un gran y lujoso centro comercial y los más fehacientes representantes financieros del país. En esta zona hay muchas plazas y parques que puedes recorrer y disfrutar en las horas cuando el sol está en lo más alto, ya que no es fácil encontrar sombra al mediodía en la ciudad.
Mercado de Brujas
Famoso por poseer todas las medicinas alternativas a cualquier enfermedad, el Mercado de Brujas ofrece a sus visitantes una experiencia enriquecedora. Entre sus pequeños pasajes y pasadizos podrás encontrar maravillosas tiendas para comprar los famosos pulóveres de lana de llama a los mejores precios previo aprendizaje del regateo, así como polvos y hiervas para curar dolores de cabeza o mal de amores... Aquí la medicina occidental pierde espacio y sostén ante el chamanismo y los rituales de la cultura Aymará. No te sorprendas si ves pieles de serpientes o zorros colgadas en las tiendas de venta de "curativos", incluso verás pequeñas llamas disecadas que proveen a quienes las compren fertilidad y abundancia a sus tierras...
La guía:
Transporte
Los caminos están mayoritariamente ubicados en la región oeste del país. Actualmente se comunican pasando por Bolivia los puertos del Atlántico y del Pacífico. El estado de las rutas no es de lo mejor, pero siempre podrás llegar a donde te lo propongas. La mayoría de las movilidades y buses a otros destinos turísticos salen desde la terminal de buses o desde el cementerio (desde éste podrás conseguir tarifas más económicas, ya que son los buses que toman los habitantes del lugar).
Seguridad
Lo mejor es que te dirijas a una casa de turismo antes de recorrer la ciudad para evitar problemas. La ciudad de La Paz cuenta con problemas de seguridad común como la mayor parte de las ciudades de Latinoamérica, pero si andas con cuidado y sin ser vistoso no tendrás problemas.