La demostración de "que se puede", exigirá de aquí en más un intenso trabajo de quienes dirigen el deporte y prueba de ello, es la solicitud efectuada por el capitán celeste Diego Lugano, en el estrado del Palacio Legisltaivo el pasado martes 13.

Nos consta, lo vemos reiteradamente, el ritmo al que se ve obligado a actuar el Ministro de esta secretaría bicéfala y podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que además de inhumano, es contraproducente para la gestión.

En la pasada administración, el propio Ministro Lescano había sido uno de los principales promotores de la separación de ambas actividades que integran hoy su cartera.

Se dijo que la creación del Ministerio de la Presidencia conspiraba con la tan ansiada medida.

No se está dando en los hechos, ni una cosa ni la otra.

Como obligados atentos testigos de la actividad, creemos que sería muy saludable para el turismo (lo que nos concierne) que el ministerio sea exclusivo.

Pero en verdad, lo que nos preocupa, es el desgaste exagerado que se le exige al titular de la cartera, no exageramos en absoluto al calificar a la función de inhumana.

La agenda de Lescano es demasiado exigente en horarios y en distancias; por su función no le alcanzan los días y debe trasladarse por todo el territorio permanentemente.

Sabemos, porque así nos lo hizo saber su Presidente Luis Borsari, que este tema figura entre las prioridades de la Cámara Uruguaya de Turismo, entidad que representa a la actividad privada y es así porque los empresarios tienen el mismo convencimiento que nosotros, cada día que pasa son más incompatibles las tareas a las que se somete a un sólo ministro para atender dos actividades de agenda tan intensa.

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